Capitulo 36

4 2 0
                                    

-Edgar

—¿Me estás diciendo que quieres ir a la playa en pleno noviembre? —me dijo levana riéndose, mientras comía comida china.

—Si

—Si, me vas a decir que no hace frío y que es una quedada estupenda

—Lo es y mejor sería hacerte el amor en el mar.

—Eres un asqueroso —dijo casi atragantándose con la comida.

Y me empecé a reír, estaba super colorada y mona.

—Oye eres mala persona eh —me dijo— y tu ¿de que te ríes?

—De lo mona que estás colorada.

Fué decirselo y se puso mucho más roja

—Como sigas así no me quedo a dormir.

—Princesa esa decisión está tomada desde que entraste por esa puerta —le dije señalándole la puerta— no tienes otra que quedarte a dormir en mi piso.

—A que salgo —me respondió atrevidamente.

—Soy más rápido que tú para cerrar la puerta con llave —le dije con una sonrisa y haciendo un sonido con ellas.

—Me voy a limitar en comerme el pollo con almendras que han comprado, por qué está terriblemente bueno, pero después ya veré cómo creo mi plan para salir de esta cárcel.

—¿Me llamas a mí pisó una cárcel? —pregunte riéndome.

—Si, es que lo es.

—¿Y los barrotes?

—¿Que barrotes?

—Los de la cárcel.

—Son psicológicos.

—Dirás que no existen o invisibles en tu fantasía de piso-carcel

—Que si existen — me dijo defendiendo su argumento.

—No los veo.

—Son invisibles.

—¿Y cómo sabes que hay barrotes si no los ves?

—Porque lo presiento.

—Mentirijilla.

—No.

—Si.

—No.

—Si.

—No.

—Si.

—No.

—Si.

—No.

—Si.

—Joder que no.

—Bueno pues explicame tus super argumentos, cien por cien fiables que para nada son inventados.

—Encantada.

—Adelante prisionera o ladrona.

—¿Ladrona por qué?

—Porque te has robado mi corazón boba.

—Edgar muy cursi

—Demasiado —dijimos a la vez riéndonos.

En el fondo, te gustaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora