-Edgar
Dos meses después
—¿No has pensado en ir a su casa? —Me dijo Carlos mientras revolvía los huevos revueltos y el beicon por la mañana.
—¿Dos meses después? —Le conteste sin felicidad alguna.
—Y que joder, la quieres ¿no? pues ve a por ella, la vas a dejar ir de esa manera, no la quieres tanto pues ve, y que te diga las cosas, seguro que no se puede quejar de un polvo como ese —Me dijo Carlos animado, estaba con un par de cervezas.
—Animate no seas cabrón —Me dio una cerveza y comenzamos a beber.
Las cosas acabaron yéndose de las manos, empezamos con una y acabamos en su coche yendo directamente a su casa, Carlos no paraba de reírse yo igual su risa era realmente contagiosa, aunque por dentro estaba hecha mierda no sabia que hacer y los nervios me venían por dentro.
—¿Esta es?
—Me bajé del coche y llamé a la puerta.
Me esperaba 200 cosas, que me diera un portazo, que me viera Alma, que fuera otra persona, y que ya no vivieran aquí.
Mis ojos se sobresaltaron y se me quitó la borrachera de golpe, no me lo podía creer la madre de Levana.
—¡Hijo! Pasa, pasa, ¿has venido a buscar a mi niña no? —me dijo en un tono muy feliz mientras me alborotó el pelo.
—Si, si —le solté rápido mientras pasaba, al lado de ella.
Y ahí la ví sentada en el sofá tranquila, como si no hubiera pasado nada, y eso me desestabilizo, la quería la echaba de menos pero ver como iba como si nada, y ver que no le importaba si no que aun así estaba enfadada, yo estaba roto y ella como si nada.
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En el fondo, te gusta
RomansaDespués de tanta infancia juntos, se vuelven a encontrar, por un error, ella maldice la biología marina, y el le enseña a amarla. ¿Amar la biología o a el?