Me encontraba como de costumbre tranquila tumbada en la toalla con la arena caliente al lado con un sol abrumador y con unas vistas al mar.
Mis vistas cambiaron cuando vi una bolsa de color morada en el mar, senti asco, pena y rabia, arruinar un mar con ese agua cristalina tan bonito por tu bien propio realmente.
Da pena, el asco de humanidad egoísta de la cual vivimos.
Pensaba que Edgar era un hombre al que admirar pero no era así, se quedó quieto mirando la bolsa, tanto amas la biología marina pero te da igual que se esté extinguiendo, ¿que mierda eres de persona Edgar?
Con toda mi valentía me levanté, y fui andando algo enfadada.
al llegar me fui introduciendo en el mar, pero algo no me dejo me lo impidió de toda forma y manera.Edgar puedes dejarme, necesito coger esa bolsa —le dije enfadada y mirándole con mala cara.
Ni se te ocurra —me dijo seriamente.
—Eres realmente gilipollas Edgar, pensaba que eras mejor persona.
—Callate.
Me agarró y me cogió sacándome del agua, mientras yo le maldecía de todos lados.
—Edgar por que eres asi eres realmente falso, tanto te gusta la biología marina pero después, eres capaz de dejar que el bioma marino se extinga. Le dije bastante ofendida por eso. —le fuí totalmente sincera a la cara, me parecía demasiado mal lo que hacía.
si hubiera sabido su reacción me hubiera tragado mis propias palabras.
—puedes callarte —me dijo en un tono borde y serio.
Al ver su tono de voz me calle, algo no cuadraba algo estaba mal.
—No es una bolsa es un ser vivo venenoso. —intentó decirme de forma agradable, pero era todo lo contrario.
—¿Qué dices?
—Es una calavera portuguesa, parecen bolsas de color azul o morado por una parte, en el otro lado son transparentes.
—¿Por qué son venenosas?
—Por sus tentáculos son bastante largos menos mal te saqué a tiempo del agua.
—Gracias Edgar —empatice.
—Podrías haber tenido una muerte con sus picaduras.
—Gracias, ¿pero como sabes tanto de este tema?
—Te lo dije, voy a entrar a la carrera de ciencias del mar.
Le pedí perdón por mis palabras y él me acarició el pelo
sentí mariposas, que revoloteaban por mi estómago.—Te lo juro eres igual que la hija de la mejor amiga de mi madre
—Igualmente, ¿cómo se llama?
—Levana igual que tú.
—El hijo de la mejor amiga de mi madre también se llama Edgar.
—Qué dices qué casualidad.
—Solo falta que sea catalana al igual que yo.
—Qué dices Levana, ¿eres catalana? ¿De qué parte?
—De Ciutat Vella
—Que dices Levana ¿tu eres esa niña? —me dijo enseñándome una foto de mi madre conmigo en brazos.
—La misma, tu eres Edgar enfadon.
¿Cómo podíamos encontrarnos tan lejos de nuestra casa? Seguimos conversando y contando cosas de nuestro pasado.
sabes, siempre te he odiado pero tampoco eres tan odiosa —me dijo riendo.
Yo también lo pensaba, odiaba verte cuando era pequeña, pero no eres tan malo —le respondí riéndome.
—Lo peor era cuando nuestras madres nos juntaban en la playa o en el parque, yo quería ver a mis amigos.
—Sabes, aparte me costó mucho reconocerlo, no sabía que eras ese Edgar, cambiaste mucho.Yo también quería ver a mis amigas, pero nuestras madres nos juntaban, te odiaba por eso por que nos obligaban a estar juntos. —recordé riéndome— eras muy malo conmigo realmente me rompias mis castillos de arena siempre.
—tú me obligabas a ir a por conchas y piedrecitas.
—Recuerdo que una vez me encontré una perla, era preciosa, creo que aun la tengo.
—No era divertido eso de que me engañarán si no iba.
—Al final lo pijo venía de pequeña —dijo entre risas mirando mi collar de perlas.
—Buah eres un bobo —me queje mirándole.
Su presencia me agradaba, que cursi ¿no?
—Qué coincidencia haberte encontrado en la otra punta de donde vivíamos —me dijo llamando mi atención.
—Pues sí la verdad, mi media era alta así que pude permitirme ir a una universidad con más prestigio.
—Pues me pasó lo mismo.
—¿Qué carrera vas a estudiar? —me preguntó Edgar.
—Pues diseño gráfico y fotografía —dije cogiendo el móvil y enseñando mi galería— ¿no ves?
—Eres realmente mala.
—Si claro porque tu lo digas.
—Debería irme ya es tarde
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Storie d'amoreDespués de tanta infancia juntos, se vuelven a encontrar, por un error, ella maldice la biología marina, y el le enseña a amarla. ¿Amar la biología o a el?