Capitulo 34

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-Edgar

Estaba ya hasta los huevos de Iker, me daba un por culo diario, por qué al parecer se había encaprichado de Alma la mejor amiga de Levana, que joder yo no era tan pesado, hablando de Levana a todas horas, el me había explicado en diferentes maneras que quería estar con Alma, que estaba cómodo, pero que le daba cosa estar a solas con ella y que le hechara un cable.

Yo no soy mal amigo pero joder siempre había visto ha chicas diferentes en la cama de mi colega, estaba hecho un Donjuán, y pues me tocaba mucho los huevos que quisiera con la mejor amiga de mi chica, me jodía y bastante, yo sé que Alma no es cualquier chica que es más dura que una piedra, pero si Iker le tocaba un pelo a Alma y le hacía daño iba a ser mi culpa por presentarlos esa tarde, joder no pensaba que iban a estar mandándose mensajitos todos los dias, yo no hacía eso, bueno si lo hacía pero me daba igual, mi amigo Iker piensa con la polla en vez de con el cerebro, Levana me va ha matar.

Esta semana he estado hasta arriba de tarea y no he podido ver a esa chica que me sacaba sonrisas todas las mañanas, tardes y noches que la veía, y me jodía que eso a un sabiéndo que no veía a mi chica desde hace una semana me este insistiendo de que vayamos ha hacer una quedada grupal, joder no queria verla con un vestido o un top delante mía colega, entiéndeme un poco.

—Pero por favor Edgar, si va ha estar ella también —me suplicaba Iker mientras que hacía mis tareas en el portátil.

—Has venido a tocarme las pelotas, mientras que estoy frustrado de todas las tareas —le respondí con la mirada en el portátil.

—Joder colega esque la quiero ver tío.

—¿Para que la metas en tu habitación la misma noche?

—Que no tío que es diferente —me insistió.

—Mis pelotas va a ser diferente, eso dijiste con Carmen después de traerla un mes al piso para follar —solté apartando la mirada del portátil y cerrándolo.

—No me compares, Alma con Carmen.

—Pues que quieres que haga, no quiero que te la folles y la uses y menos me digas que no mintiendome en la cara —subía la voz irritado.

—Joder tronco, te estoy diciendo que no va a ser así.

—Mira yo quiero ver a Levana, a solas ir a la playa aunque ya haga frío para bañarse, o al cine o ns a que.

—Si yo te entiendo, pero yo quiero verla.

—Pues déjame aclarar estos asuntos y vamos viendo.

—Muy bien nos entendemos tronco —me soltó con una sonrisita dándome toquecitos en la espalda.

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