-Edgar
Y la vi venir, por qué como era una cabezota, no me había dejado recogerla, la vi con ese vestido blanco, con pequeñas flores azules en el vestido, viendo sus piernas en las que se notaba que le había dado el sol, sus converse negras, que las tenía de todos los colores posibles, era ella mi rubia favorita, con sus pendientes de oro que reflejaban con su pelo, joder que guapa. Me hacía gracia cuando andaba hacia mí, como sonaban sus llaves y sobre todo las conchas que le había regalado, el mar se había adentrado en ella, yo lo sentía por qué, ya no me miraba con cara de asco cada vez que entrábamos al mar, o cada vez que le hablaba sobre peces, algas y mil cosas, cuando tocaba la arena ya no le daba manía y cuando tocaba un alga ya no se iba enfadada a la arena, me llamaba la quitaba y me daba un pequeño beso, o bueno más si se me iba de las manos. Poco a poco sentía que la playa era nuestra, que salir con ella a algo que no fuera la playa no era de nosotros, pero bueno al igual que ella hacía cosas por mi, yo debía hacerlas por ella, por eso yo fui con ella a ese museo, una mierda esque lo veía nada más pagar las entradas pero bueno
No me iba a quejar de algo de ese museo porque es la ilusión que le hacía y los cojones que tiene, que es capaz de matarme como no la dejé disfrutar, de todas formas ella se merece el mundo entero una y otra vez y haré todo lo posible por ella y por darle todo los se merece y bueno todo lo que esos ojitos quieran.
—Me gusta este cuadro —me dijo echando una foto.
—Tiene pinta de ser bonito.
—¿Lo entiendes? —me preguntó
—Si.
—Serás falso.
—No llores, Levana.
—Vaya guantazo te pegaría ahora mismo ¿sabías? —me dijo pellizcando mi culo.
—Au, hija de- —no termine de hablar por qué me iba a matar con la mirada —hija de la mejor suegra del mundo.
—Que sí pero que no tienes ni puta idea del cuadro.
—Ya, si lo sabes.
—Me gusta ese —le dije señalando un atardecer —me gusta ese atardecer.
—No es atardecer es un mar, que refleja un recuerdo —me dijo y mi reacción facial fue increíble —¿no sabes reconocer ni tu propio mar?
—Sí, sé hacerlo pero si Miguel de Cervantes pinta como la mierda pues no sé.
Me miró con una cara de "tu eres tonto o que te pasa"
—¿Qué? Es gracioso decir que todos los cuadros son del mismo autor.
—Miguel de Cervantes no es ni pintor, ni escultor ni nada de eso, fue escritor en el siglo de oro.
—Quien dice Miguel de Cervantes dice Pablo Picasso.
—Eres tonto eh —me dijo riéndose.
La miré y vi esa sonrisa con esos labios suaves que me había recorrido muchas veces pero aún no me cansaba, tan bonita, preciosa y única como su nombre Levana.
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En el fondo, te gusta
RomanceDespués de tanta infancia juntos, se vuelven a encontrar, por un error, ella maldice la biología marina, y el le enseña a amarla. ¿Amar la biología o a el?