quédate (Cache g¡p)

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Pov Daniela

Quede en shock, aunque estaba claro que en algún momento podría pasar y hasta podía ser yo quien la viera, pero imaginarme a María José delante de mi y no poder hacer nada, era una idea que no podía mantener mucho tiempo en mi cabeza.

- ¿Cómo la viste?- pregunté cuando reaccione – es decir, ¿Dónde? –

- En la heladería – tomo su nuca con la mano y otra vez no sabía que decirme – estaba con Valentina y… - suspiro – y con su hija al parecer. –

- ¿Su hija? – fue lo único que salió de mi boca, no podía ser, nunca supe nada, siempre estaba pendiente de lo que pasaba con ella pero nunca se habló de que tenía una hija - ¿Cómo que su hija? ¿Poché tiene una hija? -

- Eso parece, estaban pidiendo helado y cuando María José se dio cuenta que era yo se quedó viéndome, yo también a ella, y la niña se canso de esperar y le dijo a su madre que quería helado – explico – María José la trataba con tanto amor que no tengo dudas que sea su hija.

- Eso quiere decir que tiene una familia, la que siempre me dijo que quería, la que yo pude darle y simplemente hui – No sabía ya que pensar, que tonta fui – tiene otra mujer, el amor de mi vida ama a alguien más.

- Calle, no sé eso, la vi con Valentina no había otra mujer, pero después de todo y María José siendo una de las empresarias más codiciadas, es posible que si tenga a alguien. – pauso, levanto mi cara con un dedo para luego tomar mis manos. – Se que esto no viene al caso pero, María José es la madre de José Ángel, tienes que decirle lo que pasa con el y ver si son compatibles, posiblemente sea la única que pueda ayudar al pollito Calle.-

- Yo… yo no puedo hacer eso Abi – me levanté de la silla pasando mis manos por la cara – no puedo llegar de la nada y decir “ hey tenemos un hijo de cinco años del cuál pues nunca supiste nada porque fui una cobarde, y bueno solo te lo digo ahora porque necesito tu ayuda “ – mis lágrimas empezaron a caer, Abi fue directo a abrazarme – no puedo hacerle esto.

- Se que no es fácil Dani, pero piensa en el pequeño, tendría una posibilidad hacer todo lo que quieres que haga a futuro, y en dado caso que no funcione. – trago grueso al igual que yo – al menos conocerá a su otra madre, la que tanto te pide conocer.

- ¿Qué pasa si me rechaza? – pregunté – si dice que José Ángel no es su hijo y no lo ayuda – de solo pensarlo daba escalofríos.

- Sabes que María José no es así, ella te ayudaría. –

- No Abi, esa es la María José que nosotras conocimos antes de yo destruir su corazón, no sabemos cómo es ahora. –

- Tienes razón – dijo – pero por favor piénsalo, y vamos a intentarlo, no perdemos nada si nos rechaza, y si acepta podemos ganar que ayude al pollito. – me dio un beso en la frente .- iré a descansar un poco para ir la restaurante, piénsalo ¿si? - 

Ella tenía razón, pero yo no sabía que hacer, no puedo llegar de la nada y decirle que todo esto cuando en cinco años no se lo dije, si María José es feliz ahora, no puedo dañarle eso también, suficiente hice en el pasado. Ya no sabía que hacer, deje de trabajar para cuidar a mi hijo, de no ser por Abi y sus dos trabajos no estaríamos comiendo, al menos mi padre corre con los gastos del hospital, sí mi padre.

Flashbacks

Había pasado un mes desde el día que deje a poche, estaba mal, sabía que iba afectarme el separarme de ella pero no sabía que era a este punto, vómitos, sueño, y ganas de comer su asqueroso y favorito helado de pistacho, supongo que mi mente hacia eso según yo para sentirla cerca. Mi madre estaba preocupada por mi y quiso llevarme al médico y aquí estamos, le he dicho todo el rato que estoy bien, que solo es mi corazón roto pero no me cree, en fin madres.
Entro en doctor con un sobre en las manos y supuse eran los resultados de los análisis de sangre que me hicieron antes.

- Bien señora y señorita Calle. – hablo para proceder abrir el sobre . – usted tiene un poco de anemia, nada grave en realidad, solo que con su embarazo… -

- ¿¡Que!? – no podía – cómo que embarazo, yo no estoy embarazada, no puedo estarlo – dije completamente alterada. –

- Señorita cálmense. – dijo el doctor – tiene usted seis semanas de embarazo, pensé que ya lo sabía y por eso lo he dicho así. – yo simplemente no podía procesar nada, estaba embarazada, iba a tener un bebé, un bebé de poché y ella no estaría conmigo.

- Chiqui calma, es una buena noticia. – claro, mamá feliz, lo que me faltaba. – voy a ser abuela y además si le dices esto a pochesita te aseguro que esa tonta pelea que tienen se va a arreglar. –

- Voy a recetar lo que tienes que comer y tomar para lo de la anemia. – el doctor escribía en una hoja . – tendrás que ir a un ginecólogo, si te apetece puedo recomendarte uno en este mismo hospital para que veas a tu bebé…

No lo deje terminar y simplemente Salí de ahí, estaba feliz, sí, iba a tener un hijo, por ende iba a tener una familia, la familia que siempre quiso poché, y la que tendré incompleta por no estar con ella. Subí al coche y espere a mamá, quien iba dando saltos mientras el chófer conducía a casa, quisiera tener esa felicidad exactamente ahora, pero no puedo, amo a mi bebé, pero no podré estar con su otra madre. Seguía en mis pensamientos cuando llegamos a casa, mamá bajo antes que yo y supongo que era para darle la noticia a mi Nana. Y así fue, la entrar a la cocina las dos estaban abrazadas

- Felicidades mi niña – me dijo Nana tomándome de las mejillas. – serás una gran madre. –

- ¿Estás embarazada? – y eso era una de las cosas que tampoco me dejaba ser feliz, mi padre.

- Si Germán – hablo mamá yendo a abrazarlo . – ¿No es maravilloso? ¡Seremos abuelos! –

- Rayos – sonrió papá y sabía que nada bueno vendría. – ratona, ¿Podemos ir al despacho? Necesito hablar unas cosas contigo. – y ahí venía lo nada bueno.

Sin más asentí y fui con él, papá no era así, todo cambia cuando Juan Carlos Garzón le ganó unos clientes y de ahí empezó la guerra.

- Así que, estás embarazada. – sentado en su silla como hace un mes . – ratona, felicidades, realmente un hijo es una bendición. Pero, comprenderás que tú bebé no puede conocer a su madre porque se que es de María José. – me miró – no permitiré que mi nieto sea nieto de Juan Carlos. –

- Papá quieras o no, mi bebé es su nieto, y quieras o no María José se va a enterar porque es su hijo también. – hablé tratando de poner carácter.

- Oh bueno, mi ratona. – dijo papá. – si esa es tu respuesta, temo decirte que mañana te esperara Octavio para llevarte al aeropuerto porque te irás con tu tía a España sin derecho a volver, ni ver a tu madre, y sin un centavo para tu bebé. – quedé en shock, el no era mi padre, era Germán, el codicioso German. – de lo contrario si cambias de opinión y no decirle nada a tu querida María José, podrás quedarte aquí y a mi nieto no le hará falta nada, tendrás a tu madre y podrás darle una vida digna a ese pequeño. – se levantó quitando las arrugas inexistentes de su traje. – piénsalo mi amor, tu bebé necesita cuidados.

Fin flashback

Cuando nació José Ángel fui muy feliz y desee tanto que ella estuviese ahí. Papá cumplió nunca le hizo falta algo a mi pequeño, pero un año después del nacimiento de mi bebé tome la decisión de salir de esa casa, no era feliz y no estaba bien para mi hijo. Cómo era de esperarse mi padre se volvió loco, me quito todas mis tarjetas, y dijo que nunca recibiría algo de él, y no lo hago, no lo hice durante años, solo hasta hace seis meses cuando paso lo de José Ángel, le pedí su ayuda porque eran muchos gastos y por primera vez después de tanto tiempo volvía a ser mi padre, atento y preocupado por nosotros. Me pidió volver a su casa, pero eso era volver a vivir con sus reglas y yo no podía.
Sin darme cuenta eran las seis de la tarde, cuando Abi entro a mi habitación para decirme que ya José Ángel había comido, solo faltaba su cena y que ya se iba al restaurante.

Abi, mi apoyo más grande después de mamá, me ayudó desde el momento en que supo que mi pequeño venía y fue la primera y única en dejarlo todo por venirse a vivir conmigo en un pequeño puso de tres habitaciones, sala, un solo baña y cocina, porque era tan pequeño que no había espacio para un comedor. Le debo mucho a Abi.

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