Pov María José– ¿Que?
– ¿Que? – pregunto ella
– ¿Dijiste algo?
– Si, que tengas buenas noches.– respondió
– Ah – masajee atrás de mi cuello.– Si, buenas noches para ti también Dani.
– Gracias María José. – respondió y yo seguía ahí, de pie esperando que lo que sea que escucho mi mente sea real.
– Me voy. – dije balanceando me
– Sí, ve.
– Voy.– Poche muévete. – Me voy, iré al ascensor. – di un paso con dirección a él y frene, gire y aún Daniela estaba en su puerta.– al diablo. – con fuerza di los dos pasos que me separaban de ella y frene a escasos sentimientos de su rostro.– ¿Porque siento que me estás volviendo loca?
– ¿Que? – pregunto en su susurros.
– Te voy a besar Daniela Calle.
No le di tiempo a responder y estampe mis labios con los de ella, un escalofrío placentero recorrió todo mi cuerpo, con mis dos manos en su rostro y las de ella en mi cadera, me correspondió al beso en el momento en que quise profundizarlo, pase mi lengua por su labio inferior y con mi pulgar acaricie su mejilla, como antes, como siempre. El beso era lleno de recuerdos, pasional, se sentía como volver a casa después de un largo viaje en barco. Poco a poco nos fuimos separando por falta de aire, no se para que, eso no era necesario cuando tenía a Daniela frente a mi y sus labios en los míos.
– Wow – dijimos las dos al mismo tiempo con sonrisas en nuestros rostros.
– ¿Eso por qué fue? – pregunto.
– No lo sé, te dije me estás volviendo loca.
– Yo no estoy haciendo nada – se defendió.
– Ese es el problema, no haces nada, solo eres tu con tu hermosa carita, con tu cuerpo de infarto, tu sonrisa. – Suspiré. – No se que me estas haciendo Calle. – Ella tenía una sonrisa más ancha que al principio.
– No estoy haciendo nada, ya te lo dije. – enredo sus manos en mi cuello.– quédate.
– ¿Que? – pregunté.
– Si, quédate está noche, hablemos.
– No lo creo Dani –me separé un poco.– Quiero poner en orden mis pensamientos, y además eso sería confuso para nuestro hijo si ve que pase la noche aquí. No quiero que vuelva a pasar lo de ayer. – expliqué.
– Tienes razón. – se soltó de mi.– Ten buenas noches Poche.
– Buenas noches Dani. – le di un beso en la nariz. – Descansa, luego hablaremos de todo esto.
No la deje responder y me fui al ascensor. Dios, ¿Que estoy haciendo? Lo primero que dices que no vas a hacer, y no tu vas y lo haces, bravo Poche. Escucha los aplausos del público. Y además cobrarte, salí huyendo cuando ella quería hablar, por supuesto que iba a querer hablar después de que la bese, lo bueno es que no le incómodo ni le molestó.
Tan metida en mis pensamientos, llegué a casa y volví a caer en mis pensamientos. Que bien se sintió llegar al departamento de Daniela, el olor a comida recién hecha, el calor de hogar y el grito de mi hijo al recibirme. Quisiera eso y no esto, llegar aquí, y nadie me espera, nadie se sentaría en la mesa a cenar ni preguntar por ni día, en vez de calor se siente frío, todo aquí se sentir frío y sin sentido.
Vuelvo a pensar en Daniela y el beso. Empiezo imaginarme una vida con ella y nuestro hijo todos juntos bajo el mismo techo, y lo que me he repetido todo este tiempo referente a que no volveré a estar con Daniela se viene a bajo.
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quédate (Cache g¡p)
AcakPensar que haces lo correcto cuando no es así. Perder al amor de tu vida por no perderlo todo. Tenerlo todo, pero no tener el amor de tu vida. Es mi primera historia, por favor denle amor. Poché (g!p) Si no te agrada este tipo de contenido por...