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Pov Daniela

La doctora Villegas nunca me había caído mal, no me había molestado hasta ahora, miraba a Poche cómo si estuviese viendo la última Coca-Cola. Aclare mi garganta para que saliera de su ensoñación.

– No tenía idea de que el pequeño Ángel tuviese otra madre– hablo la doctora dándonos el pase a su consultorio.– ¿Es usted donante de óvulos? – pregunto mirando a María José.– eso explicaría el porque la señora Calle no es compatible.

– No doctora no soy donante de óvulos– respondió poche.– Soy su madre biológica.

– Oh, perdone. No creí que el pequeño fuese adoptado– dijo.

– No doctora– hablo Poche, dando un suspiro.– algo en mi genética hizo que naciera con pene– la cara de la doctora fue de sorpresa.– Usted es médico, entenderá de lo que hablo.

–Claro si, entiendo, pero no puedo creer que sea cierto, digo, son muy pocos los casos. ¿Puedo preguntarle algo?– Pregunto directamente a Poche y yo, yo estaba bien aquí pintada en la pared.

– Me disculpara, pero para lo que estoy aquí no es para hablar de mi condición, sino de mi hijo– dijo María José.– Así que comprenderá, me gustaría que nos enfoquemos en eso, ya luego si queda tiempo le respondo las preguntas.

– Por supuesto, sí, disculpe.– giro su cabeza a dónde yo estaba, al parecer ya noto que estoy aquí.–¿Cómo amaneció el pequeño?

–Paso la noche tranquilo, al venir con usted seguía dormido.

– Los medicamentos hacen que duerma– volvió a mirar a poche.– dígame señorita Garzón que quiere saber.

– Para empezar el estado de salud del pequeño, su madre me a comunicado que necesitan un donante de médula.

– Es correcto, lamentablemente el medicamento no está dando los resultados esperados.

– Para eso estoy aquí, me haré los análisis correspondientes, mi padre también está aquí y está dispuesto hacerse las pruebas necesarios para ver si somos compatibles– dijo Poche.

– En ese caso señorita tiene que usted estar en ayunas al igual que su padre – informo la doctora.

– Y así es, no e ingerido nada en lo que va de mañana y mi padre tampoco.

– Bien, siendo así, los llamaré en un rato para que pasen a laboratorio.

– Doctora tengo una pregunta– Hablo Poche nuevamente.– Mi madre murió de cáncer hace años, ¿Hay alguna posibilidad de que sea de alguna forma hereditario?

– En algunos casos puede serlo, pero en este no, ya que la patología del niño es leucemia, es cáncer igual, pero en la sangre, su madre tal vez tenía un tipo de cáncer diferente. Por lo tanto no tiene nada que ver con el pequeño.– giro para verme.– Señora Calle, si la señorita Garzón es compatible, si están de acuerdo el proceso podría hacerse hoy.– mire a Poche.

– Yo no tengo problema doctora– Hablé– ¿Tu tienes problema con eso?– le pregunté a Poche.

– No, no – al parecer estaba nerviosa–  ¿No hay riesgo de nada?

– No, es una pequeña cirugía que se hará en su cadera, no tardará mucho, al pequeño se le hace una transfusión sanguínea luego de su cirugía. – explicó – Señora Calle, al pequeño no se le haré su tratamiento por ahora hasta tener los resultados.

– Gracias por la información doctora, estaremos en la habitación.– Hablé levantándome de la silla seguida por Poche.

– Señorita Garzón– interrumpió nuestro caminar.– ¿Ahora sí puedo hacerle la pregunta?

–Eh... – poche me miró.– sí, doctora dígame.

– ¿Es cien porciento funcional?– Y está ¿Que se cree?

–S... – Poche iba responder pero interrumpí.

– Si, lo es– respondí sin pensarlo mucho.– Tenemos un hijo, y funciona muy bien.– Salí del consultorio sin esperar respuesta ni esperar a Poche.

A los segundos la sentí caminar al lado mío y yo moría de la pena, no tenía cara ni para verla ¿Quien me mandó a hablar de más? Pero además la doctora o tenía porque preguntar eso. ¿Que se cree?  ¿Aún estoy enamorada de Poche? Que pregunta tan idiota te haces Calle, si nunca has amada a alguien más.

– Así que...– Hablo Poche sacándome de mi línea de pensamientos.– ¿Funciona muy bien? – dijo con una sonrisita en sus labios que no sabía si quitarla con una bofetada o con un beso.

– De verdad perdóname, se lo mucho que te incomodan ese tipo de preguntas, solo quería sacarte del aprieto.– me excuse, con cierta parte de mentira y otra verdad.

– Gracias supongo – respondió. Quedamos en silencio unos segundos mientras seguíamos caminando a la habitación de mi hijo, lo bueno es que estábamos a poco de llegar lo malo es que hablo.– Si quieres en algún momento vemos si funciona muy bien como dices.– dijo y siguió caminando sin mi, dejándome ahí parada como Idiota.

Ella iba delante de mi, llegó a la habitación de mi hijo y giro para verme, me dió una sonrisa y entro. Está Poche yo no lo conocía, la Poche que yo recordaba no decía esas cosas. Jesucristo super estrella dame fuerzas. Camine los pocos pasos que quedaban hasta la habitación del pequeño, al entrar ví el abrazo que mi hijo se estaba dando con Poche y al señor Garzón a un lado.

–Ponche si viniste. – hablo José Ángel.

– Es Poche mi vida.– lo corregí, llendo hasta el para darle un abrazo y saludarlo.

– Poche– aclaro el.– Mira poche, ya conocí a tu papá, me ha dicho que puedo llamalo Juanca o abuelo, pero ya tengo a mi abuelo Gelmán y el otlo puesto de abuelo es para el papi de mi mami que aún no conozco y po eso no puedo llamalo abuelo– Poche giro para verme.

– Pero puedes llamarlo así mientras llega tu otro abuelito mi amor.– le dije a mi hijo– estoy segura que a él no le molestará que llames al señor Garzón así.

– Pelo mamá ¿No sé enfadala?

– No peque, el abuelo no se enfadara por eso– hablo Juan Carlos sabiendo que el puesto del otro abuelo de él.

– Bueno entonces selas mi abuelo mientas llega mi oto abuelo.– dijo el pequeño mirador a Juan Carlos.

– No te preocupes peque, estoy seguro que tu otro abuelo llegará muy pronto.

–¿Eso clees? ¿Viene con mi otla mami? Porque yo ya quielo conocela. – dijo mi pequeño alegre y ví a María José con los ojos cristalinos.

– Te prometo que será pronto mi amor.– respondí a mi hijo, viendo directamente a Poche.

– Papá en un rato vienen a buscarnos para ir al laboratorio – le comunico Poche a su padre.

– Está bien hija.

– ¿Estás enfemo abuelo?– pregunto mi hijo que estaba pendiente de todo.– Poque ese lugal es feo y hay agujas que pinchan y duele.

– Ya se que ese lugar es feo campeón – hablo María José.– Y no está enfermo, solo van hacer unos exámenes y ya está.

– Vale pelo vuelven ¿Vedad?

– Por supuesto que si peque, aquí estaremos contigo apenas salgamos de ese lugar venimos corriendo contigo – dijo Juan Carlos.

Tocaron la puerta y era una enfermera supongo que para llevarlos al laboratorio, ambos se despidieron del niño y de mi, a los segundos la puerta se abre sin previo aviso. 

–¿Me puedes explicar que hacen los Garzón aquí?–



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Cumplido

quédate (Cache g¡p) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora