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Pov María José

Creo que me pase, llenar todo el recibidor de flores amarillas para pedirle a Calle oficialmente que sea mi novia, al parecer no fue buena idea. O al menos eso pensaba hasta que me beso.

Nuestras bocas tenían una batalla por ver quién dominaba el beso, Daniela tenía que manos en mi cabeza haciendo presión para no separarme de ella, no era necesario que me sostuviera, no iba a separarme.

Poco a poco fuimos soltado aquel beso apasionado para tomar uno suave y lleno de amor,  nos separamos para recuperar el aire, calle tenía sus manos en mis mejillas, nuestras frentes juntas y ambas con los ojos cerrados, la respiración descompuesta por ese arrebato y mi corazón a mil, no sabía su respuesta.

– Sí – dijo, como si leyera mi mente. – Si quieres ser tu novia, quiero ser más que eso, realmente quiero todo contigo.

Sonreí ampliamente, porque yo también quería lo mismo.

Volvimos a besarnos, está vez con calma pero sin pausa, sin permiso penetre con mi legua la boca de Calle sintiendo el roce de ambas, tome a calle de la cintura mientras ella tenía sus abrazos alrededor de mi cuello, nuestras pelvis chocaban, mi pene dolía de estar encerrado y sufría al sentir el roce de Calle.

– Amor... – la escuché decir en medio de un gemido, haciendo así que mi cuerpo se estremeciera por completo.

– ¿Hmm? – hice un sonido con mi garganta como respuesta, estaba muy concentrada besando su cuello como para hablar.

No hubo respuesta, simplemente atacó mis labios con ferocidad, ya no tenía forma de controlarlo y no iba a evitar lo inevitable, la deseaba, la deseaba tanto que dolía.

– Hay una habitación arriba. – hable logrando despegarme un poco de sus labios para tomar aire.

– Vamos – Tomo mi mano y me arrastró, le indique a dónde estaba la habitación y a pasos torpes y entre besos y sonrisas llegamos.

– ¿Estás segura de esto? – pregunte en voz baja acariciando sus caderas.

– Muy segura

Y nuevamente no hizo falta una respuesta, sus labios impactaron con los míos iniciando un beso que se sentía a casa, a "pertenezco aquí" Calle volvía a ser mi novia, así como lo éramos hace un tiempo, pero ahora era la madre de mi hijo, y sabía que está vez iba a quedarse.

Tomé el borde de su vestido dejandolo a la altura de sus caderas, mi mano viajo hasta sus bragas y pude sentir su humedad haciéndome soltar un gemido.

Caminamos hasta el borde de la cama donde sin prisa la deposite quedando arriba de ella.

Metí uno de mis dedos para acariciar sus labios vaginales, al primer contacto Calle gimió y yo me sentí en la gloria, volver a tocarla, volver a sentirla era algo perfecto.

Aún estábamos con nuestra prendas de ropa puestas, así que en un movimiento ágil saque su vestido dejándola así en un conjunto íntimo color negro, el cual al verlo me hizo suspirar el contraste de su brassier con el color de su piel me hacían alucinar.

– Eres perfecta. – le dije, besando delicadamente alrededor de sus senos, saque mi mano derecha de sus bragas y la izquierda la direccione hasta su espalda, sin nada de esfuerzo logré quitar su brassier dejando sus senos frente a mi, tan hermoso y perfecto como ella. – Realmente lo eres, eres hermosa.

– Tocame Poche, por favor. – pidió con la voz agitada, exitada, tanto o más que yo.

– No hay apuros mi cielo, quiero apreciar todo tu cuerpo. – le dije dejando pequeños besos en su cuello. – Besar cada parte de ti. – fui bajando mis besos hasta sus senos. – hasta cansarme. – Sin más palabras metí uno de sus senos en mi boca, escuchando su gemido.

Una de mis manos recorría sus caderas mientras mi boca hacia su trabajo con el pico de sus senos, mi mano llegó hasta su monte de Venus acariciando sus labios, Calle simplemente gemía y yo no podía estar en un mejor lugar ahora mismo.

Deje su seno para pasar el otro y al mismo tiempo que lo introducía a mi boca, introducía un dedo en la vagina de Calle haciendo arquear su espalda y soltando un gemido más fuerte a los anteriores.

– Se siente tan bien volver a casa. – dije, para atacar sus labios mientras mi dedo entraba y salía lentamente de ella, haciéndola superar cada vez.

Deje sus labios para ir dejando besos por todo el camino hacia mi destino, moría por probarla y lo haría, la hice levantar sus caderas para así quitarle las bragas, dejándola sin ninguna prenda de ropa, completame desnuda ante mi y no podía tener una mejor vista.

– No se vale. – Hablo en medio de un gemido.

– ¿Que no se vale?

– Tu tienes toda tu ropa.

– Tu te encargas de quitarla – Hizo el intento de levantarse pero no la deja, poniendo mi mano en su pecho frenando sus movimientos. – Más adelante cariño, ahora déjame disfrutar.

Bese sus piernas, el muslo interno de esta escuchando sus suspiros de anheló, yo también lo anhelaba, pero quería disfrutar este momento. Llegue hasta su vagina sintiendo su calor, solté un suspiro al tener algo tan precioso frente a mi, di un pequeño beso haciendo a calle saltar de la impresión.

– Te estás tardando. – dijo impaciente

– Y tu estás muy apurada, ya te dije, déjame disfrutar.

No dije nada más y de su parte no hubo respuesta, pero si un fuerte gemido cuando pase mi legua por sus pliegues, y solo eso basto para que no quisiera dejar de saborear eso.

Mi lengua se movia rápidamente, solo dejando espacio para chupar y besar mientras mi dedo estaba y salía de ella a mi misma velocidad de mi lengua, los gemidos de calle y su humedad chocando con mi dedo era lo único que se escuchaba en la habitación.

Metí un dedo más en ella, sintiendo sus paredes apretar mis dedos de inmediato.

– Poch. – la gloria fue escucharla llamarme en medio de un gemido, y eso incremento mis movimientos. – Amor voy a veni... – No termino la frase, moví rápido mis dedos al igual que mi lengua haciendo así que tuviera su primer orgasmo, en mi boca, después de tanto tiempo.

Su gemido fuerte, se escuchó claro, su cuerpo temblando en la cama y mi boca succionando hasta la última gota de sus jugos.

Di por finalizado mi trabajo pasando mi lengua una vez más, subí mi rostro con una sonrisa para ver si cara, roja, con los ojos cerrados pero con una sonrisa al igual que yo en sus hermosos labios.

– Me toca. – aún si recuperar fuerzas hizo un movimiento quedando sentada arriba de mi, besando mi cuello y sin tiempo que perder levantado mi playera, haciendo movimientos de sus caderas encima de mi erección.

Que buena manera de iniciar una relación con el amor de mi vida.

Porque si, calle siempre será el amor de mi vida

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Es la primera vez que escribo algo así (recibí ayuda pero igual) Comenten si les gusto y si quieren que siga con el smut o lo deje hasta ahí.

Pd: avisen si hay errores por favor.

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