Pov María José.
– ¿Por qué no me dijiste antes lo de Vanessa? – Pregunto Ella, estábamos paradas frente a mi auto aparcado en la calle.
– No lo ví necesario amor, además era algo sin importancia. – Tome sus manos entre las mías con cariño. – de verdad no fue nada.
– No me parece ser nada cuando tú ex va a tu oficina uno me dices nada. – seguía en su posición.
– Primero, no es mi ex – ella alzó una ceja, lo cual decidí ignorar. – Segundo, de verdad se me olvidó, estuve ocupada, pendiente del niño, pensando que vamos hacer con el colegio y todo eso. – su expresión se suavizó.
– Comprendo, por está vez lo dejaré pasar. – me dió un beso fugaz. – ¿Que tenía el sobre que te entregó? – rodé mis ojos.
– ¿No lo ibas a dejar pasar? – pregunté. – No sé cielo, te dije que no lo abrí, mañana cuando esté en la oficina lo voy abrir y te diré que tiene. ¿Está bien?
Ella asintió, me dió un último beso y pude marcharme a mi casa, a la casa que muy pronto compartiría con mi familia.
A la mañana siguiente Abi se reporto "enferma" su enfermedad trataba de cuidar a su sobrino o que su sobrino la cuidara a ella mientras pasaban todo el día jugando. Solté un bufido cuando recordé la llamada que me hizo para notificarme, fingiendo una tos y con la risita de mi hijo al fondo. Tan tonta no era.
– Yo no entiendo cómo puedes soportar a la señora Martínez, de verdad. – dijo Laura entrando a mi oficina como perro por su casa. – fui a ver qué tal la obra, y de todo se queja, todo va bien por cierto. – aclaro sin dejarme hablar.– Pero esa señora es lo único que no está bien, además, tiene una obsesión contigo, porque lo único que hace es decir: "La señorita Garzón, hace esto, la señorita Garzón, dijo esto. Me tiene a la señorita hasta los huevos. –
– Tu no tienes huevos. – le dije divertida por su exagerado drama.
– ¿Tu que sabes? – se defendió– me aparecieron hoy.
– Por arte de magia. – reí, ella tomo asiento y movió la silla para estar completa recostada a mi escritorio, todo una cantidad de papeles que había en el y los iba pasando como si los estuviera revisando, pero realmente no hacía nada. – Por cierto, tendrás que viajar a España tu sola está vez.
– Me lo imaginé, desde que estás enamorada, vives de luna de miel, ya había coordinado todo para ir sola. – hablo siguiendo con lo que sea que estaba haciendo, hasta que encontró un sobre blanco.
– He, préstame eso. – Le dije cuando lo identifique. Hice el intento de arrebatarlo de sus manos, pero el escritorio no me dejó. Se levantó de la silla, hice lo mismo yendo tras de ella para que me diera el sobre.
– ¿Que es? – pregunto detrás del sofá. – ¿Una carta de amor? – dijo con burla, rasgo el sobre para ver su contenido.
– No lo es, y no se que es. – Respondí intentando sin ningún éxito tomarlo.
– Wow – Dijo, mientras sus ojos se movían leyendo lo que sea que estaba escrito en aquí sobre.
– ¿Que pasa? – pregunté al ver si expresión.
– Esto es de Vanessa. – dijo
– Sí, ella lo trajo ayer y no lo había podido ver, no lo recordaba hasta ahora. – Le expliqué. – ¿Me lo puedes dar? – aún con su expresión de terror me lo tendió, lo guarde en el bolsillo de mi pantalón y tome asiento nuevamente en mi silla.
– Deberías ver lo que tiene dentro. – dijo ella.
– Lo haré cuando te vayas, y me dejes en paz.
– Pase lo que pase, aquí estaré contigo ¿Ok? – la miré con extrañeza, sus palabras me dejaron confundida.
– Lo sé amiga, ha sido así desde que nos conocemos. – ella asintió y se marcho de mi oficina, me quedé mirando por dónde ella había salido, una sensación extraña recorrió mi cuerpo, lo deje pasar está vez.
Iba camino a mi casa en mi auto cuando una llamada entro a mi celular, con el manos libres conteste al ver de quien se trataba.
– Poché – hablo ella.
– Mafe – respondí. – ¿A qué se debe tu llamada todo está bien? – escuché sus sollozos y me puse en alerta.
– Ayúdame por favor, Germán está loco.
– ¿Que pasa? – pregunté aparcando el auto frente una tienda. – ¿Está usted bien?
– Me ha golpeado, no se que hacer, está borracho, el nunca había hecho algo así.
– ¿Dónde está? Voy para allá.
– En casa – Respondió. –¿A quien llamas? – se escuchó de fondo con un ruido sordo y la llamada se corto.
Volví a poner el auto en marcha con dirección a casa de los calle's llame al celular de Daniela, Pero no contesto, trate de comunicarme con Abi y tampoco tomaba la llamada. No me quedo de otra que llamar a mi padre, el iría a ayudarme a solucionar lo que sea que estuviera pasando y sacar a Mafe de ahí.
Sin percatarme ya estaba ahí, baje rápidamente y toqué la puerta con fuerza, nadie salió así que intente ingresar y por suerte o desgracia, estaba abierto, escuché ruido desde la planta baja y empecé a buscar, al llegar me encontré una imagen nada agradable, Germán está encima de María Fernanda, dando golpes a la ya inconsciente señora, me quedé paralizada unos segundo, pero al reaccionar me balance sobre él, con todas mis fuerzas trate de apartarlo del cuerpo inconsciente de Mafe, al darse cuenta de quién lo había apartado su fuerza incremento y me dió un golpe que logro desestabilizarme, dando paso a otros golpes más hasta que logré propinarle uno en su cara en medio de nuestra lucha, escuché a lo lejos la puerta ser abierta nuevamente y supuse que era mi padre, al llegar donde estábamos trato de ayudarme, pero Germán estaba cegado por el alcohol en su sistema y mi padre no pudo contra el.
Seguía en mi lucha, cubriendo mi cara lo más que podía, ya no sentía los golpes, escuché sirenas a lo lejos, y de repente, solo sentí la hoja de un cuchillo rasgando mi piel y un dolor punzante en mi pecho, abrí mis ojos, y lo último que vi, fue la cara de pánico de Germán, escuché el leve grito de mi padre y una tranquilidad invadiendo mi cuerpo.
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2/2
Hasta el lunes.
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quédate (Cache g¡p)
RandomPensar que haces lo correcto cuando no es así. Perder al amor de tu vida por no perderlo todo. Tenerlo todo, pero no tener el amor de tu vida. Es mi primera historia, por favor denle amor. Poché (g!p) Si no te agrada este tipo de contenido por...
