Pov María José
Entraba por las puertas de la constructora y al pasar por recepción ví a Vanessa, fruncí el ceño no la había llamado así que no entendía que hacía aquí, decidí acercarme porque estaba discutiendo con la recepcionista.
– Ya te dije que no hace falta que me anuncies, yo puedo esperarla en su oficina. – dijo Vanessa de forma brusca.
– Señorita, y yo ya le he dicho que la señorita Garzón no está, no puedo dejarla su subir sin su consentimiento – respondió Juliette, la recepcionista, al ver su cara decidí intervenir.
– ¿Que haces aquí Vanessa? – pregunto, ella gira su rostro para verme y sonríe.
– Vine a verte pero la señorita – dice mirando a Juliette. – No me quería dejar subir.
– Ella solo hace su trabajo, si te dice que no puedes subir esperas hasta que se te autoricé. – dije, la recepcionista sonrió victoriosa y Vanessa giro los ojos. – Vamos a mi oficina.
Caminamos al ascensor y subimos, íbamos en silencio y lo apreciaba. Al llegar salimos, me fijé que Abi no estaba y supuse que estaría almorzando, camine directo a mi oficina y Vanessa siguió mis pasos.
– Ahora sí, ¿Que haces aquí?– pregunté tomando asiento y ella igual. – No te he llamado.
– Por esa misma razón estoy aquí, no me has llamado y la última vez quedaste en enviarme lo necesario para proceder con la demanda de custodia.
– Ya no la haré.
–¿Cómo que no la harás?– pregunto.
– Cómo escuchas no la haré. – respondí. – No voy a separar a mi hijo de su madre, y creo que puedo llegar a un acuerdo con ella sin todo el proceso legal.
– María jose, pero no puedes. Osea, tienes que hacerlo, tú tienes derecho a tener a tu hijo contigo, ella te separó de el.
– Y se las razones por las cuales lo hizo, y si, no fueron tan justificadas pero son sus razones y comprendí.
– ¿Así tan fácil? – pregunto alterada, y yo no entendía porque se ponía así. – te oculta un hijo y te dice cualquier tontería y tú vas y le crees todo ¿No?
– Te voy a agradecer que no te metas en mi vida privada, eres mi abogada y si te digo que no voy proceder con nada, no se hace y listo. – respondí, ya me estaba molestando.
– Me meto en tu vida porque puedo.
– El que tengamos sexo no quiere decir que puedas hacerlo Vanessa – dije – y si ya terminaste por favor puedes retirarte.
– No me voy – dijo levantándose de su asiento y caminado hasta mi. – María José, es tu hijo y tienes derechos.
– Lo se, y con el tiempo los tendré, no haré un caos dónde hasta el niño puede salir afectado.
– Está bien, no voy a discutir contigo – dijo ya estando cerca de mi, extendió su mano para que la tomara, rodé los ojos y la tomé. –¿Porque mejor no aprovechamos que no hay nadie?
– Puede llegar mi secretaria en cualquier momento.– respondo estando de pie
– Pero aún no llega – habla seductora y deja pequeños besos en mi cuello, la acorraló entre mi escritorio y yo pegándole mas a mi cuerpo. La beso con desespero y ella suelta un jadeo, la subo a mi escritorio y abro sus piernas.
– Ves que rápido se nos une. – dice jadeando al sentir mi semi erección chocar contra ella. Me besa y empieza a desabotonar mi camisa.
– Hijo te e dicho varias veces que tienes que tocar las puer... – escucho esa voz y a la vez, veo entrar a mi hijo seguido por su madre a mi oficina. Rápidamente me separó de Vanessa e intento acomodar mi ropa– ... Tas.
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quédate (Cache g¡p)
RandomPensar que haces lo correcto cuando no es así. Perder al amor de tu vida por no perderlo todo. Tenerlo todo, pero no tener el amor de tu vida. Es mi primera historia, por favor denle amor. Poché (g!p) Si no te agrada este tipo de contenido por...