Pov Daniela
El día de hoy no agradaba para nada, tenía que llevar a mi pequeño al hospital a medio día para que sea internado, no quería levantarme, simplemente quería cerrar los ojos y que estos seis meses no existieran que mi hijo estuviese bien y viniera a mi habitación con su energía a despertarme como antes, pero eso no pasaría, era yo la que tenía que ir a despertarlo, y darle energía de dónde no tenía para que el quisiera levantarse.
Me levanté, fui directamente a limpiar mis dientes y tomar una ducha rápida como todas las mañanas, al terminar me vestí y salí directo a la cocina por un café cargado, dónde me encontré a Abi con la mirada fija en su teléfono, la mire extrañada porque parecía nerviosa.
- Buenos días Abi. – le dije dándole un beso en la frente. –
- Buenos días Calle, oye hice algo anoche que no se si te agrade, pero lo hice más que nada por el pollito porque sin importar nada siempre vamos a querer lo mejor para él, y se que vas a regañarme y enojarte pero ya está echo. – la mire más extrañada aún sin entender que pasaba. –
- Abi, no entiendo nada. – reí, era gracioso verla nerviosa. – ¿Que pasa? – ella iba a responder pero fue interrumpida por el intercomunicado, fruncí el ceño, no sabía que esperábamos a alguien. - ¿Esperas a alguien? –
- Sí – respondió yendo a entender.
- Iré con José Ángel para despertarlo. – avisé a Abi mientras ella iba a la puerta y yo a la habitación de mi pequeño.
Escuché la puerta abrirse, y me alegre porque quizá Abi de este dando la oportunidad de conocer a alguien, desperté a José y lo duche, fui a su pequeño closet para vestirlo. Tomé una camisa blanca un blue jean que le quedaría perfecto y sus zapatos blancos, mi hijo tenía una afinación por eso color. Lo tome en brazos para ir a la cocina y darle el desayuno, el recostó su cabeza en mi hombro escondió su carita en el hueco de mi cuello. A mitad de camino quedé viendo a quienes estaban en el salón, no las veía de frente porque estaban de espaldas a mi pero si podía ver a Abi.
- Abi no estoy entendiendo mucho de lo que me estás diciendo. – me paralice al escuchar esa voz, podía reconocerla dónde fuera. - ¿Cómo que la vida de alguien dependen de mi? Explícate por favor. – Abi me miró y yo seguía en el mismo lugar con mi hijo en brazos, lo abrace un poco más fuerte por instinto. – Abi ¿Hay un fantasmas detrás de mi o… - quedó muda cuando volteo a verme, nuestras miradas conectaron, unos minutos, una eternidad o simplemente unos segundos cuando la despegó de mi y clavarla en mi pequeño. – Calle… - hablo en un susurro apenas audible y la chica que estaba a su lado también giro a verme.
- Bueno – Abi carraspeó. – Dani ven, es hora de hablar. –
- Mami, ¿Qué pasa? – hablo el niño y me miró a mi luego a María José sus ojos conectaron con los del pequeño, ví como en su mirada pasaban mil cosas. - ¿Quiénes son ellas tía? – pregunto, moviéndose en mi brazo para que lo bajara y así lo hice, el camino donde Abi, yo seguía si articular palabra y María José no dejaba de seguir a José Ángel con la mirada. –
- Ella, mi amor. – Abi le hablo al pequeño señalando a María José, y yo rogaba para que no le dijera que era su madre. – es poché, una vieja amiga. – suspiré porque mi hijo sabía el nombre de su madre más no su apodo. – ve a saludarla con un abrazo. – el niño tímidamente cómo es fue hasta donde poché quien se agachó para estar a la altura del niño que abría sus bracitos para abrazarla, poché correspondió el abrazo y yo solo podía derramar lágrimas viendo la escena, tanto soñé con este momento.
- Hola campeón. – hablo María José con la voz quebrada. – ¿Cómo te llamas? –
- Me llamo José Ángel –
- Que hermoso nombre, y dime ¿Cuántos años tienes? – solloce porque aquí venía la peor parte por ahora.
- Tengo cuato. – le mostró la palma de la manito. – pero ponto voy a tene cinco. - María José levanto la mirada para verme y la chica de su lado la tomo del hombro. –
- Tienes la misma edad de Sofi. – mis lágrimas cayeron más, su hija tenía la misma edad, quiere decir que estuvo con alguien a penas nos dejamos o antes. –
- ¿Quién es Sofi? – pregunto mi hijo
- Sofi es ella. – saco su móvil y le mostró la pantalla, al parecer una foto. – es mi sobrina. – quedé en shock, no era lo que Abi me había dicho.
- Oye, José Ángel. – hablo por primera vez la chica que estaba con poché. – me llamo Laura, ¿Me puedes mostrar la cocina? Tengo mucha sed. – mi hijo me miró esperando mi aprobación, asentí y el tono la mano de la chica. Fueron a la cocina y el salón quedó en un silencio escalofriante.
- Es mi hijo. – hablo María José rompiendo el silencio. - ¿Es mi hijo? – está vez lo pregunto, mirándome a los ojos con tanta furia en ellos que no los reconocí, a mi no me salían las palabras desde que llegué a ese salón. Menos en ese momento. - ¡Respondan carajo! Tengo un hijo y ¿Tuviste los santos cojones de no decirme? – su mirada estaba clavada en mi, sus ojos estaban rojos pero no le salían lágrimas.
- Poché, lo mejor es que te calmes. – hablo Abi al ver que yo no podía hacerlo y lo que hacía era derramar lágrimas.
- No me calmo nada, quiero una jodida explicación ya. – Salieron Laura y mi hijo de la cocina quien sonría en los brazos de la chica.
- Ven pollito. – hablo Abi tomándolo en brazos. – vamos a jugar un rato mientras tu mamá habla con sus amigas ¿Vale? – mi hijo asintió todo lo que pudo y poché no dejaba de verlo, Abi desapareció con el pequeño y me quedé yo ahí, sola con María José y Laura.
- Daniela estoy esperando una respuesta. – hablo aparentando el puente de su nariz con sus dedos. –
- Bebé calma. – Laura la tomo de los hombros – ve como está, no puede hablar, toma asiento y te calmas tu, y también permite que ella lo haga. – le agradecí porque realmente necesitaba calmarme.
Al fin pude moverme y me dirigí al sillón que antes ocupaba Abi quedando con ella de frente, trague grueso, vi como la chica enlazaba su brazo con el de María José y deduje que era su novia.
- María José… sí, José Ángel es tu hijo. – solo eso basto para escuchar un sollozo desgarrador por parte de poché, me partió el alma y el no poder abrazarla más. Laura la abrazo y está le decía cosas en su oído que no podía escuchar, pasado unos minutos se calmo saliendo del abrazo de Laura la cual le limpio las lágrimas y le dio un beso en la frente. Eso confirmo mis sospechas. – no sé para que Abi te trajo aquí, o realmente si lo sé, aunque está no es la forma en que quería que te enterarás… -
- Bueno al parecer si no fuese por Abi pasarían cinco años más y no sabría nada. – no me dejó terminar. – dime, ¿Qué es lo que necesitan? Y nos dejamos de tantas estupideces porque no estoy teniendo nada de paciencia. –
- Ok, al grano entonces. – suspiré. – mi hijo tiene leucemia. – su mirada conecto rápidamente con mía. – necesita un trasplante de médula, y no hay donante. Abi te vio en la heladería y llegó aquí con la loca idea de que te dijera y tú podrías ayudarnos, no tenía ni idea que te había citado aquí. – le expliqué todo tan rápido que no se si entendió. Se levantó y empezó a ir de un lado para otro.
- Déjame ver si entendí, ¿Me estás diciendo que el pequeño está enfermo, y que solo me han buscado y me has dicho esto porque su vida está en riesgo? – sonrió con cinismo.
- Abi es quien te a buscado y te ha traído aquí. – trate de explicarme. – ya te lo dije antes, fue su loca idea. – ahora sí soltó una carcajada llena de sarcasmo y yo no entendía.
- ¿Te estás escuchando Daniela? – pregunto viéndome directamente y podía ver la furia en sus ojos. – que si no fuese por Abi yo no estaría aquí, y tu seguirías ocultado que tengo un hijo, o que tuve un hijo porque tú por cobarde no dejaste que yo lo conociera, me quitaste sus primero años, sus primeras palabras, me quitaste su vida durante casi cinco años y ahora simplemente estoy aquí porque Abi tuvo una “loca idea” – ella nunca me había hablado así, y confirmaba que lo hecho en el pasado le hizo daño, y lo que le hice ahora lo está haciendo peor, volteó dónde está la chica que estaba perpleja. – Laura vámonos. – Laura de levanto rápidamente. – espero estés satisfecha me has destruido más de lo que hiciste en el pasado. Espera a mis abogados. – se dirigió a la puerta y yo no podía dejar que se fuera así, ya lo había hecho y ahora todo lo que haría sería por mi hijo, así tenga que aguantarme las palabras de poche
- María José espera. – freno antes de llegar a la puerta. – necesito que me ayudes, hoy tengo que intentar a mi hijo porque está grave, su tratamiento no ha funcionado y necesita el trasplante, sino… si no puede irse. – me acerque y ella dio un paso atrás por lo que deje de avanzar. – te lo suplico ayúdame.
- No voy a ayudarle. – dijo y mi alma se fue, no sabía que decir, no esperaba esto. – no voy a ayudarte a ti, voy a ayudar a MI hijo. – hizo énfasis. – dile a Abi que me mande el nombre del hospital y dónde estarán, me haré los análisis y haré todo lo necesario para tener a mi hijo. Y si el se va Daniela. – pauso porque su voz se quebró al decir esto último. – si el se va te voy a culpar toda la vida de no permitirme a mi conocer a mi hijo, y no permitirle a él conocerme a mí.- dio la vuelta. – espero tengas buenos abogados, porque en lo que el pequeño se recupere voy a luchar por él de manera legal y tu no vas a impedirlo.-
Se fue dejándome sin alma porque tenía razón, era mi culpa, todo esto fue mi culpa y no podía discutir eso.
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quédate (Cache g¡p)
RandomPensar que haces lo correcto cuando no es así. Perder al amor de tu vida por no perderlo todo. Tenerlo todo, pero no tener el amor de tu vida. Es mi primera historia, por favor denle amor. Poché (g!p) Si no te agrada este tipo de contenido por...