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Pov Daniela

- Edward - hable para romper el silencio incómodo que se había creado.

- Dani - se inclino un poco para dejar un beso pausado en mi mejilla, me removí incómoda por el contacto. - Garzón - extendió su mano derecha hasta Poche, en este punto ambas estábamos de pie frente a él

- Carbajal - Poche tomo su mano correspondiendo el saludo.

- Están muy juntas ustedes últimamente ¿No? - comento de forma burlona. - Primero en es hospital y ahora aquí. Debería estar en su empresa Garzón, estar al pendiente ya sabe, cualquier mínima cosa le cedería el puesto número uno a mi empresa.

- Gracias por preocuparse Carbajal, le aseguro que mi empresa está funcionado correctamente. Tengo un personal calificado para eso. - Respondió Poche con chulería. - Respecto a lo otro, no creo que deba Daniela darle explicaciones del porque "estamos muy juntas" - hizo las comillas con sus dedos.

- De hecho, Garzón, Daniela trabaja para mí empresa y verla con la dueña de la empresa... Por así decirlo enemiga, no sería conveniente, cualquier cosa se puede malinterpretar

- Tienes razón Edward, pero aún así Poche tiene razón, no tengo porque darte explicaciones de mi vida privada.

- No pido que me las des Daniela, pero tú trabajo se pone en juego con esta... Amistad que ustedes tienen.

- Le aseguro Carbajal - intervino Poche antes de que yo hablara nuevamente. - De lo menos que hablamos Dani y yo es de trabajo, y si usted está tan seguro de su empresa no debería desconfiar de sus empleados. - la cara de Edward se transformó en enojo fulminando a María José con la mirada.

- Siendo así. Tengan un bonito día. Daniela, el lunes te espero en tu puesto ya son suficientes vacaciones. - dijo y se marchó sin darme tiempo a responder.

- Idiota - murmuró Poche, sonreí un poco. - No entiendo cómo trabajas con él.

- En realidad, hay razones por las cuales quise trabajar ahí. - digo y al ver su rostro me retracto, quiza no use las palabras correctas.

- ¿Te gusta Carbajal? - pregunta incrédula.

- ¿Que? No.

- ¿Entonces? - cuestiona, vuelvo la mirada donde está mi hijo, y está tan entretenido con su helado si darse cuenta de nada.

- No me gusta Edward, para empezar necesitaba un trabajo, y segundo al año de trabajar ahí empezaron los conflictos de Edward y la constructora que apenas acababa de abrir sus puertas. Cómo su secretaria sabía todo y fue cuando supe de "constructora villa Garzón" el apellido me hizo averiguar más y dió resultado a que eras tú la dueña de esa empresa, al menos así te tenía cerca.

- ¿Sabes dónde estoy desde hace tres años y no me buscaste antes? - pregunta con dolor en su voz.

- Si lo sé, pero ¿Que iba a hacer? Llegar a tu oficina y decirte, oye tenemos un hijo del cual no sabes.

- Al menos pudiste decirme antes Daniela, por dios. Sabías dónde estaba, pudiste ser valiente por una vez.

- ¿De verdad caeremos en esto otra vez? ¿No se supone que ya estaba todo claro y bien?

- Estaba claro que no me buscaste porque no sabías dónde estaba, pero si lo sabías.

- No volveré a principio Poche. Ya lo habíamos hablado, pensé que lo habíamos dejado en paz, pero no. Actúe mal, hice las cosas mal y me arrepiento, pero así pasaron las cosas no puedo cambiar el pasado. ¿Que pude haber hecho las cosas diferentes? Sí, si que pude pero no tenía fuerzas ni valentía como has dicho. - tomé mi bolso, se arruinó la salida. - Hijo vamos, tu madre tiene cosas que hacer. - el nos miro, sin decir nada de levantó y llegó hasta mí.

- ¿Por qué nos vamos mamá?- pregunto tomando mi mano. - ¿No iremos al parque de diversiones.

- Otro día cariño. - Le respondo viendo a María José que hasta ahora no ha dicho nada.

- Mamá. - nuestro hijo llama su atención. - ¿Irás a casa?

- Mas tarde hijo, ahora tengo que organizar unas cosas - dice.

- Pero mamá, si ya me habías prometido el parque, y ahora tengo que irme sin ir al parque y sin tí. - dijo en tono triste.

- Tranquilo mi amor, iré a penas tenga todo resulto ¿Vale? No te preocupes, ve a casa con mamá Calle y yo iré en un momento.

- Vale. - respondió un poco más animado.

Sabia que Poche tenía cosas que pensar, y se que cometí errores en el pasado, pero como dije, no puedo cambiarlos.

- Te dejare para que organices tus cosas. - dije. - Nunca quise hacerte daño Poche, ni a ti ni a nuestro hijo, pero así tenían que pasar las cosas. - simplemente asintió, tomé a mi hijo en brazos y caminamos hasta la salida de parque.

Nos subimos a un Uber, llegamos a casa y fui a duchar a mi hijo, después de su baño me tocó a mi. Prepare la comida, y junto con mi hijo comimos entre sus ocurrencias.

Se que actúe mal, hice las cosas mal el pasado pero no tenía suficiente fuerza para desafiar a mi padre y quedar si al menos una protección para mí hijo, cuando enfermo y mi padre cubrió sus gastos, quise creer que todo había valido la pena, a mi hijo no le faltaría nada y cuando fuese el momento adecuado estaría con su otra madre.

Estamos José Ángel y yo en el sofá viendo Capitán América, es una de sus películas favoritas, y no podía decirle que no al acompañarlo porque también era una de mis favoritas. La puerta sonó con dos toques en particulares, ya sabía quién era por su forma de llamar.

Me levanté dejando a mi hijo entretenido con la película y fui a abrir la puerta encontrándome a María José del otro lado.

- Lo siento, esto no es fácil de asimilar para mí, pero entiendo tus razones Dani, y si, no podemos cambiar el pasado pero si podemos decir hoy, y mejorar el futuro - hablo rápidamente. - ¿Puedo pasar?

- Por supuesto - respondí con una sonrisa. - estamos viendo Capitán América, por si te nos quieres unir.

- Claro que me quiero unir a ustedes, más de lo que ya estamos unidos. - Dijo, y siendo la lenta que soy, no entendí su mensaje pero sabía que había un mensaje en esas palabras.

Camino hasta el sofá donde estaba nuestro hijo, llamo su atención y a este se le iluminó la cara al ver a su madre a pesar de que no hace más de cinco horas que la había visto. Me junte con ellos dejando a nuestro hijo en el medio del sofá.

La hora de su siesta llego y al parecer no había que batallar para hacerlo dormir ya que estaba dormido recostado con su madre, le hice señas a Poche y ella se levantó tomándolo en brazos para llevarlo a su habitación.

Al poco tiempo llego, y sin darme tiempo a reaccionar beso mis labios, respondí luego de unos segundos e iniciamos un beso suave y tranquilo. Nos separamos por falta de aire juntando nuestras frentes.

- Mañana es nuestra cita.

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Pido perdón, estuve en un retiro y no tenía nada electrónico conmigo. Ya estoy de vuelta.

Voten, comenten, insultenme (mentiris, soy de corazón de pollo y lloro)

Gracias por apoyar esto.

Los Tq

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