Lyra Malfoy

capitulo 24

-Ven conmigo- dije en un susurro, Neville estaba nervioso pero me siguió.

-Daphne a dónde vamos?- exclamó un poco asustado, Daphne le tapó la boca para que no hablara más.
-Neville confías en mí?- pregunto Daphne con ojos de súplica.
El asintió con su cabeza, ya que seguia sin poder hablar.- bueno estamos cerca.
Siguieron caminando fuera de la casa Black, era un patio grande, en dónde había luces colgadas por todas partes y una mesita con dos bancos de piedra antigua.
-Te gusta?!- Daphne estaba muy emocionada, expectante de lo que diría su amigo.
Neville estaba impresionado por las lucecitas, que parecían estrellas en el cielo. Y ahí estaba esa rubia que muchas veces le sacaba el sueño.
-Si si, es muy hermoso Daph- Daphne saltaba de alegría, el sonreía al ver a su amiga así.
-Bueno siéntate para eso te traje aquí- en la mesa había unos dulces, bolas de chocolate, grageas de todo los sabores, ranas de chocolate y varitas de regaliz mi favorita. Abrió sus ojos impresionado por todos los dulces que había.
-Daphne cómo compraste todo esto y cuando lo planeaste?- pregunto con la boca abierta y mirándome con mucha felicidad.
-Tengo dinero Neville, a parte estamos acá para disfrutar de estos maravillosos dulces- expresé con una sonrisa enorme en mi cara.
-No se por donde empezar...- estaba nervioso y rojo, pero con una sonrisa enorme.
-Por dónde quieras Neville, todo esto es para ti, te lo mereces- me encontraba muy emocionada porque el no sabía lo que se vendría luego- pero falta algo más!!.
Saqué un regalo envuelto en papel colorido con una cinta y una nota alrededor.
El tenía el ceño fruncido, pensando que podría ser.- Se que por ahí no es wow pero ví que cuando fuimos a hogsmade te quedaste con las ganas de comprarlo...
El lo agarro con sumo cuidado, saco la nota pero yo fui rápida y se la saqué de las manos.
-No!!, Léela después por favor...- dije tartamudeando lo último, el asintió serio.- Perdón sigue.
Entonces rompió la envoltura para quedar con los ojos fuera de lugar. Quería reírme de su reacción, pero me quedé expectante de vuelta a ver qué decía.
-Por dios Daphne te podría besar ahora!!!- lo dijo tan alto y con mucha emoción que ni se dió cuenta lo que había dicho. Yo me quedé dura y con ambos ojos abiertos bien grandes.
-eh eh eh no no, lo que quisse- estaba que parecía que se iba a desmayar ahí mismo. Rodeé la mesa para poder sentarme al lado de el. Lo que hice después me sorprendió más que el, me quedé unos segundos mirándolo.
-Si si me quieres pe pegar hazlo, no no me voy a enojar- expreso el rascándose la nuca nervioso. Lo agarre del cuello con suavidad para poner mis labios sobre los suyos. No me detuvo, no sé si por la sorpresa o porque le gustaba. Sus labios no se movían, los míos tampoco pero luego empezé a moverlos un poco, con mucho cuidado como si tuviera miedo de que se rompa todo ese clima cálido entre los dos. Después de un rato el siguió mi ritmo con un poco de torpeza, no lo culpo lo agarre desprevenido igual que yo. Dejo el libro que le regalé en la mesa para agarrar con sumo cuidado mi cintura. Nuestros labios se movían lentamente y al compás, abrí un poco mi boca para tener mejor movilidad y que pueda explorar lo que el quisiera. Me beso como si fuera un experto, después para darle más sensualidad besé su labio de arriba para luego conectar con el de abajo, morder ligeramente y tirar de el con pura dulzura.
Los dos tomamos aire y nuestras respiración es estaban un poco aceleradas.
-Daphne...- le tape la boca antes de que la cague con lo que dijiera, lo mire a los ojos de vuelta suplicando.
-No lo digas Neville, te lo pido- exclamé para luego poner mi frente sobre su hombro. Estaba cansada de todo esto.- por favor, por fin me siento libre, no lo arruines...- le saque mi mano de su boca para poner los brazos a los costados sin tocarlo.
No dijo nada por suerte, hizo unas caricias en mi pelo para que esté más tranquila, me sacó una sonrisa pequeña.

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-Lyra estás bien?!- preguntó irónicamente Pansy.
-Si Pansy, por Merlin!!- dije un poco enojada. Los había llevado un poco lejos para que nadie nos escuchará hablar. Les estaba proponiendo quedarnos acá, cosa que no les gusto demasiado a algunos, yo tampoco quería pero tampoco tenía ganas de verle la cara a Lucius con sus fiestas elegantes y todo eso.