capítulo 55

13 3 0
                                    

Los amantes se seguían viendo, una semana y media que pasaban viéndose en a habitación del chico gryffindor y obviamente no había nadie para que no los molestaran. Se pasaban horas luego de entregarse mutuamente abrazados y a veces hablaban mientras ella se colocaba su ropa interior y sentándose en la cama admiraba la belleza del azabache que le contaba cuantas maravillas, salvo que ella sabia y notaba que en sus ojos había tristeza. 

Esa mañana se había quedado dormida, en su habitación dándose cuenta que sus amigas se fueron y como era día libre se imaginó que estarían descansando en la sala, no estaban muy motivados tampoco, eran épocas oscuras y todos desaparecían o se amargaban con todos yéndose. 

Fue hasta su baño lentamente rascándose los ojos para así despertarse un poco más y era extraño porque no creía que había dormido mal, pero sus ojeras la delataban de más, además de que había días que se acostaba muy temprano durmiéndose profundamente y demás, llegando tarde a sus clases. Se miró al espejo pero no e gustó lo que vio, ¿En que me estoy convirtiendo? ¿Todos los engaños funcionaron de algo? si, cada vez estaba más cerca y el saber que no estaba solo le hacia sentirse mejor, porque va a sobrevivir a esta batalla... 

Eso lo sabía, ¿Pero que había de ella? era mejor estar muerta en esta situación. Se secó la lagrima silenciosa que caía por su mejilla y volviendo a si misma, estaba condenada a la soledad. 

Se vistió como pudo ya que el sujetador le iba pequeño, extrañándola ya que no es de tener busto tan grande y esa era su talla de sujetador. Bajó las escaleras de la sala común yendo a la entrada, divisando que se encontraban sus amigos sentados en el sillón y sonrió ligeramente. Salvo que no vio a Theo, Tory, Draco y Blaise.

-Draco está ya sabes donde, Blaise entrenando por ultima vez, Tory sabe quien y Theo seguramente con la Lunatica escondidos.- no levantó su cabeza del libro que se mantenía leyendo y me respondió todo rápido, Daphne sonrió nostálgica viendo sus uñas ocultándome su mirada cansada.

Me senté suspirando pesadamente y tiré mi cabeza hacia atrás, mirando el techo gris de la sala, hasta que se escuchó el ruido de las tapas de un libro cerrándose de golpe.

-Te aburriste del Gryffindor.- dijo una voz femenina que conocía muy bien y simplemente negué con la cabeza, pero se ve que eso no fue suficiente.- Di la verdad Malfoy, estuviste cogiendo con el toda esta semana y escapándote con el, tanto tiempo juntos los puede asfixiar.- exclamó severamente y cruzaba las piernas para así verse más fina. 

-Que no Pans y si estas molesta por que no avise que no venía, perdóname. Solo estoy exhausta.- una carcajada salió de pronto de una persona, generando que levante mi cabeza para ver a la responsable y la ruba de pelo corto se tapó la boca dándose cuenta del esacandalo.

-Por Merlín Pans deja de molestarla, tu también estuviste teniendo bastante acción.- la azabache rodó los ojos fastidiosa y su leve sonrojo era un poco notable para nosotras, extrañándome ya que era extraño verla así. De pronto la habitación se quedó en silencio y yo me sucumbí en mis pensamientos. ¿Por qué me estaba acostando con Potter si ni siquiera somos pareja en la vida real? Es raro como me mira cuando me besa, o cuando sabe tocarme en lugares que saben que me encantan, o el simple hecho de hablar sin aburrirnos del otro. ¿Que carajos estoy pensando? No puedo ni tengo que sentir ni pensar ese tipo de cosas, soy una completa estupida.- Lyra? Estas bien?.- sacándome de mi trance asentí sintiendo la cabeza punzarme muy feo y sonreí falsamente, dándose una mirada rápida para así seguir conversando.

-¿Soy yo o tus senos están mas grandes?.- miré a la azabache que se encontraba frunciendo el ceño extrañada.

-Si, debe ser el cambio hormonal o algo parecido, no le doy mucha importancia.- el dolor seguía y la molestia incrementaba cada vez mas, de un salto me levanté del sillón individual evitando las miradas de mis amigas. Mi estómago se devolvió dándome arcadas que controle rápidamente y la vista se me empezó a hacer cada vez más borrosa, de pronto los ojos se me cerraron y la habitación oscura.

Lyra MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora