Lyra Malfoy

Capitulo 42

-perdon la tardanza estaba arreglando unos asuntos con Draco- exclamé mirando a Potter que se encontraba sentado en el suelo mirando las estrellas de la noche oscura.

-No hay problema Lyra, hace un rato que llego- se paró para sonreírme y luego dirigir su mirada a la vista del cielo. Yo fui con cautela hasta al lado de él apoyándome en la barandilla alzando la vista para hacer lo mismo que el. Era lo más hermoso que vi siempre, las estrellas... Me encantaba verlas como cuando siento el olor a la lluvia, de la tierra mojada, una sensación única.- Es lindo ver la noche como hoy y acá se ve bien todo el tiempo.
Dirigí mis ojos a su rostro y me impresionó que esos ojos verdes brillarán cómo nunca lo hicieron. Me quedé viendo lo un rato largo pero el no giró jamás su cara hacia la mía.

-Que era tan importante de lo que quieres hablar Potter?- pregunté cortando el ambiente tranquilo que había. Estaba muy cansada y preocupada por lo que había ocurrido con Pansy, no quiero más preocupaciones por el día de hoy.

-Como te conté hoy fui con Dumbledore- me dijo dando media vuelta para hablar conmigo- me mostró los recuerdos de el... En donde mostraba a Voldemort de niño, cuando Dumbledore se lo lleva a Hogwarts.

-Pero no entiendo. Porque Dumbledore te mostraría eso, para que?- pregunté extrañada mirándolo confundida. Para que le mostraría todas esas cosas?, de que le sirve a parte mostrar todo eso?.

-Voldemort y yo somos muy parecidos, ya que nuestras mentes están conectadas- asentí con obviedad, ya sabiendo esa parte.- Slurghon vino como profesor porque Dumbledore lo trajo. Tom Riddle era alumno de este y le tomó cariño a Slughorn- mí cara era de confusión pura- Slughorn ve un parecido conmigo de su alumno tan querido Tom Riddle, que va a querer me reclutar y yo se lo permitiré.- tragué profundamente pensando que era una locura, aunque se que Potter se puede cuidar bien.

-Porque dejarías que Slughorn te reclute?- lo miré seriamente esperando una respuesta racional.

-Dumbledore desea algo que Slurghon posee.- así que Potter era la carnada?...- pero no lo haré solo.- levanté mí cabeza para encontrarme con sus ojos clavados en mí- ya que le vamos a hacer creer a todo el mundo que somos una pareja, quiero que me acompañes en esto.... ya que me vendría bien alguien con esos poderes.- seguía con los ojos clavados en el, pero sin ninguna expresión- pero no es obligatorio!!! No pienses que lo tienes que...- hacia un movimiento raro con las manos negando lo que había dicho nervioso.

-Lo haré. Tu me ayudarás con lo de la relación falsa y yo te ayudaré con eso.- sonrió agradecido porque acepté. Bajé la mirada y carraspee para volver a hablar.- bueno te quiero comentar algunas cosas del baile ya para finalizar que faltan tres días, te aviso que van a estar periodistas y gente que contraté para que salga en todos los periódicos nuestra relación- dije volviendo a mí posición indiferente.- Potter no puedes fallarme, tiene que salir todo perfecto sin ninguna equivocación.

-Bueno eso va a ser complicado...- suspiré cansada y me cruze de brazos con una ceja levantada.- siempre me meto en problemas Lyra y....- me dejó en suspenso lo último. Moví mí cabeza esperando la respuesta impaciente, a lo que el nervioso se rasco la nuca tratando de decírmelo.- no sé bailar.
Abrí mis ojos sorprendida de lo que me acababa de decir.

-Pero en cuarto año tuviste un baile, no te acuerdas de nada?- me negó con la cabeza lentamente y yo quería morirme en ese instante. Así que se me ocurrió la única idea que encontré en mí cabeza.- yo te enseño. Y a la primera que te rindas no te ayudo más Potter.

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Lyra no entiende que ella no puede hacer nada, la misión ya está asignada y la tengo que cumplir.
Caminé por los pasillos mirando que nadie se encuentre hacia donde me dirigía. La sala de menesteres era donde estaba yendo, ahí se encontraba el armario evanescente.... Lo tengo que arreglar para que entren los mortifagos a Hogwarts ahí empezará la guerra definitiva.
Escuché un sonido de zapatos que resonaba por las paredes altas y oscuras del colegio. Giré completamente mí cuerpo con la varita en mano por si tenía que defenderme. Mí corazón palpitaba rápidamente del miedo que alguien descubriera lo que estoy haciendo. Esperé un minuto viendo si algo o alguna persona aparecía, pero al ver que no ocurrió nada seguí caminando.