Capitulo 27

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Llegué a la sala común sin darme cuenta de que se encontraban todos esperándome. Seguí de largo, mi cabeza daba vueltas en lo ocurrido con Potter.

-Lyra!!- No respondí, no quise hablar y me puse a lavarme la cara para poder dormir. Sentí la presencia de varios en la habitación, jamás le dirigí la mirada a mi hermano o a Blaise.
Me mataban los pies del dolor de los tacones, los tiré con fuerza al otro lado de la habitación.
Ignoraba a más que nada a los que interrumpieron mi velada, pero Pansy se veía impaciente esperando a que le cuente sobre lo ocurrido y no lo iba a hacer hasta que esas dos personas se fueran y me dejarán en paz.

-Vas a ignorar nos?- Pregunto Draco con cautela de cargarla más de lo que ya lo había hecho.

-Pansy dile a ellos tres que se vayan de acá, fue un día largo y quiero descansar- Pansy hizo una seña a los chicos indicando que no lo iba a repetir, pero obviamente sordos no están y se fueron sin decir nada.
-Ly si quieres hablar de lo ocurri...-No pudo terminar la frase porque azote la puerta del baño para entrar a cambiar me.

Mire mi reflejo, todavía quedaba un poco de felicidad en mi corazón y eran mis amigos y mi hermano... Pero sabía que estaba entrando en una zona peligrosa, ya me lo habían advertido desde antes, pero yo me quiero hacer la vengadora!!!.
Estaba furiosa, no debo volver a dejar pasar un desliz así con Potter, siento que lo estoy usando de marioneta para conseguir mi objetivo. Veo una persona llena de rencor, remordimiento y furia guardada.
También me enojo lo de Draco y Blaise pero eso era lo de menos, no es como si me importará estar en algo serio con Weasley. El amor en mi vida siempre paso a un segundo plano, lo único que tengo de amor es fraternal con mis amigos...
Odiaba el sentimiento que estaba empezando a encontrar en Potter, el es mi marioneta y yo solo soy una espía con un corazón destrozado. Al fin y al cabo Sirius tenía razón sobre mí, estoy llena de odio puro, pero no me voy a doblar estando cerca de poder lograr mi plan.
Saco el vestido negro un poco mojado y paso mi camisón seco y caliente.

Luego de estar en el baño preparada para dormir veo a mis amigas acostadas. Pansy estaba Dada vuelta durmiendo tranquilamente y Daphne tenía un libro abierto encima de ella, se quedó dormida mientras leía.

-Tory que haces que no duermes?- pregunté mientras le sacaba con cuidado el libro a Daphne. Se la veía concentrada en el dije que tenía colgando mirándolo atentamente como si lo estuviera viendo por primera vez.

-No puedo conciliar el sueño- dijo haciendo una pausa para después seguir- hace unos días me llegó una carta de mis padres y no fue para desearnos feliz navidad.
Tenía una expresión vacía como si ya no le importara lo que le dijeran ellos.

Leí la carta con detenimiento y pausadamente, trague duro, sabía que este momento estaba cerca pero porque apresurarlo? Para que?!.

-Si Draco no va romper el compromiso, tienes que hacerlo tu Tory- exclamé con un tono serio y duro, estaba enfrente de ella mientras movía la carta exageradamente.

-Ya no quiero seguir luchando en contra de ellos Lyra, estoy cansada...- dijo en un suspiro, seguía sin levantar su cabeza.

-Tory nosotros no aprendimos a rendirnos. Ya sé que jamás hemos visto algún tipo de amor en la mansión pero este matrimonio con mi hermano no puede suceder. A ti te haría mal y a el también.- Era mi hermanita menor, siempre lo sentí así y siempre lo va a ser.-Jamas nos rendimos Astoria, somos unas serpientes, siempre hacia lo que queremos...
Sentí sus brazos rodear mi cuerpo inmovilizando me totalmente.

-Gracias- me salió una sonrisita de los labios. Yo sabía que ella también estaba sonriendo la conozco perfectamente.
Luego de un rato de afecto, nos separamos y me fui a mi cama.
No dijo nada, se dió vuelta en su cama y se quedó dormida a los minutos.
Ahora era yo la que no conciliaba el sueño, mi cabeza seguía en la escena del beso.
Me refregué la cara con mis manos frustrada por como Potter tenía ese efecto en mí. A las horas me dormí con un poco de whisky de fuego, eso me dejó un poco nokeada ya que casi nunca tomo.

Lyra MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora