Dan no es tímido bajo ningún contexto. No fue tímido cuando me pidió correrse en mi interior antes de la carrera de Mónaco, ni lo fue cuando amablemente me gritó desde el otro lado del paddock si podía ayudarlo con su "incómoda erección", ni siquiera cuando me pide experimentar cosas nuevas en el sexo. La timidez no está en su vocabulario.
Es por eso que pasar nuestro aniversario con miles de kilómetros entre nosotros no es lo ideal, porque a mí sí me apena decirle lo mucho que lo extraño cuando se va.
Me serví una copa de vino tinto y puse una película ridículamente romántica en la tele, pero estoy aburrida, genuinamente consideré comprar un boleto de último minuto para ir a ver a Daniel en la carrera de mañana. Pero lo pensé mejor, y entendí que no fui por una razón en primer lugar. Tengo que conformarme con su recuerdo.
Se me había hecho costumbre usar solo ropa interior y una de las camisetas de Dan al estar solos en casa, y esta noche no fue la excepción.
Comencé a pasar mis dedos por mi pecho, rozando mi piel, causándome cosquillas. Dan suele hacer eso con sus labios, para luego descender sobre mí y enterrar sus dedos en mi...
El timbre me hizo salir de mis pensamientos. ¿Quién podría ser a esta hora?
Sabía que no era Daniel, pues me había enviado un video de él en Australia hace apenas un par de horas.
Me puse uno de sus pants y me apresuré a abrir la puerta. Reconocí uno de los camiones de la paquetería local en la entrada.
-Paquete para Allison Ricciardo...- anunció el chico.
Sonreí. Daniel siempre bromea poniendo su segundo nombre como mi apellido. Lo hace cada vez que tenemos una reservación en un restaurante.
-Soy yo.
Firmé de recibido y me entregó una elegante caja blanca con relieve de perlas. A simple vista se ve costosa, es de mi florería favorita.
Cerré la puerta y subí corriendo las escaleras con la caja en mis manos. Me senté en la cama, y me disponía a abrirla cuando un mensaje de texto me interrumpió.
Dan❤️🔥:
Llámame cuando lo tengas, pero no lo abras todavía :)
Acomodé mi cabello y oprimí el botón de llamar. No se demoró ni 3 segundos en atender.
-Feliz aniversario, bonita.
-Igualmente, mi amor.- sonreí.- ¿Ya lo puedo abrir?
-No... antes de que lo hagas quiero decirte que me encantaría estar ahí contigo en este momento, poder besarte, tocarte, y hacerte todo lo que sé que te gusta...
-Mejor detente ahí porque vas a iniciar algo que no vamos a poder terminar.
Soltó una risita tierna.
-Entonces ya lo puedes abrir, quiero ver tu reacción.
Dejé el celular recargado en la lámpara de mi mesita de noche, y me senté frente a él para deshacer el gran moño rojo que envolvía la caja. Quité la tapa y saqué el contenido.
Es un jarrón transparente, en su interior hay tulipanes rosas, mis flores favoritas... y varios vibradores.
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