One shots F1 (Hot)

Carlos Sainz🏎️ (105)

🔥The client🔥

***

Carlos.

Mi cuerpo reacciona como si él mismo me estuviera tocando en ese momento solo al escuchar su nombre. Muerdo mis labios al recordar la última vez que nos vimos porque él ha sido, sin lugar a dudas, el mejor con el que he estado. Incluso días después de nuestro primer y único encuentro me atrapaba a mí misma divagando, recordando, imaginando su rostro y que eran sus manos las que me tocaban cuando lo hacía yo misma, o que se trataba de él cuando estaba con alguien más. Carlos Sainz había dejado huella en mí, la mejor impresión y un recórd prácticamente imposible de romper. Sabía que nuestro acostón había sido por desahogo y por cosa del momento, pero por dios, yo jamás podría olvidar nada de esa noche. No porque no quisiera, pero porque a estas alturas resulta físicamente imposible no compararlo con cualquier otro amante que pueda tener, cualquier persona que se involucre conmigo va a ser por siempre inferior a lo que Carlos Sainz pudo lograr en mí.

Pero hoy finalmente podré tenerlo de nuevo. Y tengo la certeza de que esta vez será mejor que la anterior.

Así que me pongo mi vestido rojo. Ese que me queda como un guante, y retoco mi maquillaje una vez más antes de salir. Inclusive me puse mi mejor set de lencería negra, porque si recuerdo correctamente, disfrutaba mucho que quitármela y tomarse su tiempo con ella. Me encamino a su hotel, y como es la costumbre para este tipo de encuentros, uso la entrada trasera para evitar a los fans que están en vela afuera de las instalaciones con la esperanza de encontrarse con algún piloto. Mi emoción y mis nervios se mezclan en la boca de mi estómago cuando finalmente toco a su puerta y espero de forma paciente a que me deje entrar.

— ¡Un segundo! — escucho que grita desde el interior, y su voz vuelve a causarme la misma sensación que la última vez que habíamos coincidido.

Carlos es reservado y callado a comparación de otros clientes con los que he tratado. Al principio lo veía como algo positivo porque detesto hablar cuando no es necesario, pero ahora no puedo tolerar el silencio porque viene de la única persona de la que jamás podría cansarme de escuchar. Habla poco, pero todo lo que dice es interesante. Y yo he estado obsesionada con él desde que nos conocimos el año pasado, cuando él y Lando contrataron los servicios de mi agencia por primera vez. En esa ocasión estaban algo pasados de copas, así que pudo contarme mucho más acerca de su trabajo y todo lo que disfrutaba de él. Escucharlo hablar de las cosas que le gustan mientras me vuelvo el objeto de su deseo es simplemente maravilloso. No podría pedir nada mejor de su parte.

Había dicho que no es algo que hiciera comúnmente. Un servicio de scorts en un país que no es el tuyo por supuesto que es una decisión arriesgada, sobretodo tomando en cuenta que todo mundo lo conoce y un escándalo de esta magnitud podría costarle mucho. Fue precisamente por eso que me sorprendió ver su nombre en mi agenda. El año pasado había sido Lando quien había arreglado todo, pero esta vez solo está Carlos... y me había pedido solo a mí, así que supongo que causé una buena impresión en él.

Abre la puerta luego de un instante, y a pesar de que trato de mantener la calma como si esta fuera solo otra noche de rutina, la verdad es que verlo con el cabello húmedo y estilando sobre su frente mientras usa una playera negra pegada al cuerpo no es la mejor imagen para lograrlo. ¿El tipo sabrá lo guapo que es? Sus enormes ojos me examinan de pies a cabeza y luego dirige su atención a ambos extremos del pasillo.

— Pasa, pasa. — me indica, y cierra la puerta una vez que le hago caso. — Alison, ¿verdad?

— Sip. ¿Cómo estás? — Su habitación está tan limpia y ordenada que uno no pensaría que alguien se está hospedando en ella. Inclusive la cama está perfectamente tendida. Se volverá un desastre dentro de poco, pero de momento todo luce bastante bien. — Felicidades por la carrera, hiciste un excelente trabajo todo el fin de semana.