Aleska.
Mis ojos se rehúsan a abrirse, pero el que sienta el lado vacío en mi cama me obliga a hacerlo.
Me estiro y de forma automática y como si fueran imanes, mis ojos se encuentran con los ojos grises que me miran desde el sofá de la habitación.
Sonrió y él me devuelve la sonrisa con un atisbo de tristeza, tomo una de las almohadas llevándola por debajo de mi cabeza mientras la abrazo sin apartar mi mirada de la suya.
Ya los primeros rayos del sol estaban en todo su esplendor cuando nos adentramos al departamento, no ha dormido nada, sé que toda la situación de ayer le afectó, pero Demian es un hombre que le cuesta expresar lo que siente, y muchas veces no sabe lidiar con las emociones y más ahora, que se enteró que fue engañado toda su vida por el hombre que consideró más que un abuelo.
El señor que dice ser su papá está muy grave y aún no sé cómo respira, creo que todas las mangueras y la cantidad de máquinas que tenía en su cuerpo son las que lo mantienen vivo aún.
Y si a mí me afectó verlo así sin ser nada mío, sé que a Demian le dolió aún más, porque quiera aceptarlo o no, es su papá, a pesar de que la enfermedad se ve que lo acabó físicamente, tienen bastante parecido, tal vez Demian es la imagen de su papá cuando joven y si, sus hermanos tienen bastante parecido con él, lo único que los diferencia son el color de los ojos, pues su mirada tormentosa es solo de él, heredado de su abuelo Anderson.
No sé, qué motivaría al abuelo de Demian a hacer lo que hizo y a llevar las cosas como la llevó, quiero pensar que todo lo hizo en un intento de salvaguardar a su nieto y a su hija, Alexandra es su única hija y tanto ella como Demian son su único familiar, y pienso sin querer juzgarlo que hizo todo así, solo para cuidar y velar por ellos.
Muchas veces hacemos mal pensando que estamos haciendo un bien, y no pensamos en el daño que eso le pueda traer a la persona que creemos "cuidar y salvaguardar", solo espero que Demian sepa llevar las cosas y pueda comprender el proceder de su abuelo y no guarde más odio en su corazón.
Nos quedamos en silencio, mirándonos cada quien desde su lugar.
-¿Qué haces ahí?-Le pregunto.
-Contemplando a mi diosa dormir-Ladea una sonrisa fingida.
-¿Cómo te sientes?.
-Bien-Dice y seguidamente lleva su cabeza hacia atrás apoyándola del respaldo del sofá y fija su atención en el techo.
No está bien, lo puedo sentir y a pesar de que no hable nada del tema, sé que todo esto le está afectando.
-De pequeño quise ser beisbolista-Corta con el silencio.
-¿Por qué no lo fuiste?. Tenías todos los medios para hacerlo.
No deja de mirar al techo.
-Cada navidad pedía un guante, bate y pelota. Cada año botaba el que me habían dado y lo reemplazaba con el nuevo... Eso lo hice hasta los 8 años-Me mira-Me cansé de esperar y ya después le agarré odio a ese deporte... Pedí que ya no me trajeran lo mismo para navidad.
ESTÁS LEYENDO
3-SIEMPRE FUISTE MÍA (+21)
RomanceLIBRO 3- SIEMPRE FUISTE MÍA. Hilo Rojo. (((CORRIGIENDO Y EN PROCESO))) Él tiene hielo en su mirada y ella miel en la suya, él es fuego y ella agua... Ella cielo, él infierno... Dos seres totalmente opuestos, pero a la vez tan complementarios, porque...