Demian.
Cierro mis ojos lidiando con este puto dolor de mierda que me invade a un costado de mi cuerpo, me jode sentirme como un completo inútil y estar postrado a esta cama como si fuese un maldito lisiado.
Fijo mi atención al techo mientras la estrecho más a mí, «Cerca» tuve muy cerca el olor a muerte y tal sensación hizo que un miedo invadiera mi cuerpo y no porque me fuese a morir, si no porque no quería sopesar la idea de irme y dejarla a ella aquí sola lidiando con ese maldito dolor que invade las entrañas cuando alguien muy querido muere.
«Respiro hondo y hacer tal cosa me duele, joder me duele hasta respirar»
Anoche ví en sus ojos el miedo y el sufrimiento reflejado, y las palabras que decía cada noche llegaba a mí como si estuviera consciente, no hay peor sensación que estar ahí y no poder hacer nada y escuchar las cosas a tu alrededor y no poder hablar porque tú cuerpo te lo impide.
Es como si estuvieras preso dentro de ti mismo.
«Y lo estaba», estaba preso dentro de mi cuerpo.
Envuelvo a mi mujer con mi brazo y le dejo un beso en su cabeza.
Anoche a pesar de que tuve un poco de paz al verla dormir, ya que se que no lo hizo en todos estos días, el maldito dolor no me dejó en paz y aguanté mi sufrimiento solo para que Aleska pudiese dormir tranquilamente, ya que apenas tocó mi cuerpo cayó en un sueño profundo y no quería despertarla.
Cambio mi atención del techo a la puerta cuando está se abre entrando por ella una enfermera.
-Buenos días...
Hago un ademán para que calle porque aún no quiero que Aleska se despierte.
-Ya viene el doctor y necesito que la habitación esté sola para que le hagan los chequeos de rutina-Avisa la mujer en voz baja.
Asiento y ella sale nuevamente cerrando la puerta al salir.
Llevo mi mano a sus cabellos y los acaricio, luego dejo un beso en su cabeza y rato después Aleska se despierta.
La habitación está totalmente oscura, no hay nada donde pueda entrar un poco de luz y no sé si es de noche o de día.
Bajo mi cara cuando levanta la suya y su sonrisa de felicidad es la causante de la mía, se inclina un poco para darme un beso en la mejilla, pero la mano que envuelve mi torso se afinca un poco de más haciendo que haga un gesto de dolor.
-Joder-Me quejo cerrando los ojos.
No miento al decir que me duele de la mierda.
-Disculpame-Se preocupa quitando su mano de mi torso-¿Te hice daño?
Hace el amago de levantarse y la detengo.
-No-Le aseguro mintiendo para tranquilizarla-Ven y dame un beso.
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3-SIEMPRE FUISTE MÍA (+21)
RomanceLIBRO 3- SIEMPRE FUISTE MÍA. Hilo Rojo. (((CORRIGIENDO Y EN PROCESO))) Él tiene hielo en su mirada y ella miel en la suya, él es fuego y ella agua... Ella cielo, él infierno... Dos seres totalmente opuestos, pero a la vez tan complementarios, porque...