LIBRO 3- SIEMPRE FUISTE MÍA.
Hilo Rojo.
(((CORRIGIENDO Y EN PROCESO)))
Él tiene hielo en su mirada y ella miel en la suya, él es fuego y ella agua... Ella cielo, él infierno... Dos seres totalmente opuestos, pero a la vez tan complementarios, porque...
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Demian.
-¿Qué pasó?
Levanto mi cara cuando la escucho llorar.
-No llores-Coloco mi cara frente la suya y limpio sus lágrimas-Tuviste un accidente. ¿No lo recuerdas?
Mueve la cabeza negando confundida.
-No-Y no deja de llorar-Me duele aquí-Toca el lado de su cabeza dónde fue la operación.
-Te duele porque tuvieron que hacerte una intervención de emergencia, pero ya estás despierta y bien, aunque no recuerdes nada. La incisión que te hicieron la puedes cubrir con tus cabellos.
Las lágrimas nublan sus ojos. Sigo.
-No te he dejado sola-Le digo limpiando sus lágrimas-Nunca. Siempre he estado aquí a tu lado.
Limpia mis lágrimas con sus dedos.
-¿Cuánto tiempo tengo aquí?
-Dos semanas y media.
-¿Por qué no recuerdo nada de lo que pasó?
-Debe ser secuelas del golpe. Lo importante es que estás bien. Déjame ir por un médico.
Salgo de la habitación pidiendo la presencia de un doctor. Minutos después estoy en los pieceros de la cama con mis brazos cruzados mirando como un médico la revisa.
-¿Puede levantarse?-Le pregunta el doctor a Aleska cuando deja de mirar sus pupilas con una linterna, que después mete en sus bolsillos.
Aleska hace el amago de hacerlo, pero se queja posando una mano en su torso. Me voy a su lado.
-¡Me duele!-Se queja mirando al doctor.
-Tuviste fractura de dos costillas-Le informa el hombre con seriedad-Debe levantarse y caminar, aún con dolor. Necesita poner el cuerpo en movimiento desde ya. Las costillas sanarán por si solas.
Me jode que sea tan insensible. Contengo mi veneno porque no me siento de ánimos para pelear, así que pongo mi atención en Aleska.
-Déjame ayudarte-Coloco una mano en su espalda y otra en su torso y poco a poco la voy levantando hasta que se logra sentar encorvada.
Me coloco al lado del doctor cuando sigue con las revisiones y yo hablo sin dejar de mirar lo que hace.
-¿Por qué no recuerda nada?-Le pregunto al doctor y me cruzo de brazos.
-Poco a poco lo hará-Responde el médico con tranquilidad quitando la venda que cubre el torso de Aleska. Ella se tapa sus tetas con sus manos, pero poco es lo que logra cubrir. Aún se le ve el traje de baño marcado-Aun tiene el lado izquierdo de su cerebro inflamado, a medida que baje la inflamación hará sus funciones como se debe.
Hace lo mismo con la venda de su cabeza y después de hacer sus evaluaciones me mira.
-Ya no es necesario que esté aquí en terapia intensiva-Me informa-La bajaremos a una habitación donde podrá tomar una ducha y comer algo. No la deje sola porque se le pueden presentar mareos repentinos.
