LIBRO 3- SIEMPRE FUISTE MÍA.
Hilo Rojo.
(((CORRIGIENDO Y EN PROCESO)))
Él tiene hielo en su mirada y ella miel en la suya, él es fuego y ella agua... Ella cielo, él infierno... Dos seres totalmente opuestos, pero a la vez tan complementarios, porque...
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Aleska.
Mis ojos se abren antes que la alarma suene, Demian está a mi lado aún durmiendo con una almohada cubriendo su cabeza, me coloco de medio lado apoyando mi codo del colchón, le quito la almohada que lo cubre y me quedo mirándolo fijamente.
Ya me siento un poco más tranquila el verlo aquí conmigo y recuperado casi en su totalidad, y digo casi porque hay cosas que aún no puede hacer, como ejercicios, su cuerpo aún no puede hacer esfuerzo físico, o si puede, pero yo no lo dejo, agradezco que aquí en mi departamento no haya gimnasio, porque con lo terco que es ya estuviera haciendo pesas y esas cosas.
Ya papá y mamá tienen días que se fueron y Demian ha querido retomar su itinerario, no he querido que vaya a la empresa para que no se estrese, pero si o si debemos retomar nuestras obligaciones, él con sus empresas y yo con la universidad.
Se que está despierto y que puede sentir mi mirada, así que tomo mis cabellos y con la punta de ellos lo paso por su cara para que abra sus ojos, pero su semblante serio no cambia y ni hace ningún gesto, sonrió y me acerco para dejarle un beso a presión en su mejilla y seguidamente le doy la espalda para levantarme e ir al baño para después hacer el desayuno.
Pero su mano toma la mía antes de que pueda levantarme y río cuando de un jalón me hace caer encima de su cuerpo y su boca ladea una sonrisa tierna cuando coloco mi cara cerca de la suya.
-Buenos días mi bello dormilón-Le sonrió.
-Buenos días mi amada esposa-Bajo mi cara para dejarle un beso en sus labios-Te ibas a levantar sin darme mi beso de buenos días, ¿Querías que me levantara de mal humor hoy?
-Así te levantas todos los días aún dándote yo tu ansiado beso al despertar.
-Tienes razón, pero de mal humor estoy con el resto del mundo, pero jamás para ti.
Es cierto.
-Buenos días amor mío-Tomo su cara entre mis manos y acerco mi boca a la suya dejándole un beso fugaz a presión-Me voy a levantar a hacerte tu desayuno, ¿Está bien?
Niega con la cabeza.
-Acuéstate, aún la alarma no ha sonado, lo haces cuando lo haga.
Hago lo que me pide recostando mi cabeza en su hombro y lo envuelvo con mi cuerpo.
-Hoy voy a la empresa-Me hace saber.
-Demian no entiendo porque eres tan terco-Lo regaño-El doctor dijo que aún no puedes hacer esfuerzos.
Me molesta su necedad, porque es como si estar encerrado aquí en el departamento lo asfixiara.
-Nena ya-Mi espalda toca el colchón cuando el se viene montando medio cuerpo encima del mío y acuesta su cabeza en mi pecho para que acaricie y juegue con sus cabellos-Me siento bien, y además tengo que ponerme al día con la empresa de aquí para poder irnos a Nueva York, no empieces si-Me da un beso en la mejilla y vuelve a tomar su posición.
