Capítulo 15.

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—¿Estás bien?

Isagi estaba agachado frente a él mientras se abrazaba las rodillas, Bachira había estado metido en sus pensamientos desde que Barou se había llevado a Emily.

El hermano mayor había decidido dejar su entrenamiento por terminado pues así le daba de su total tiempo a su hermana.

Tomó eso como un descanso y agradeció por completo que esa tarde fuera Lisa quien lo atendiera. Sobre todo para prepararle su jugo especial, Barou adoraba consumir jugos que le dieran las energías necesarias para mantenerse activo.

—No dejo de pensar en que Emily haya tenido una relación con Rin.

Nagi movió su cabeza automáticamente cuando escuchó a Bachira decir su inquietud.

El gimnasio estaba repleto de varios chicos y la mayoría de los que estaban dentro del top 15, se encontraban presentes.

—¿Te parece extraño?

—No, bueno... No lo sé —Bachira tenía muchas preguntas en su cabeza, deseaba poder hablar con Emily y aunque sabía que eso lo llevaba a ser un chismoso... No quería incomodar a su nueva amiga con algo como eso— Rin es alguien bastante reservado, ni siquiera busca hablar con nosotros y su cara demuestra lo poco amigable que puede ser...

Rin soltó las pesas mientras erguía la espalda y se quedaba en silencio. Su pecho subía y bajaba ante lo agitado y frustrado que se sintió, pues cuando había llegado al gimnasio.... Había visto al mellizo de Emily llevársela en sus brazos. Rin se había dado cuenta que Emily no se miraba nada bien y sabía que todo eso era su culpa.

—¿No dijiste que Emily es tu mejor amiga?

Ryusei se quedó callado ante la pregunta de Tabito, su penetrante mirada estaba sobre aquellos idiotas y desde lo lejos, intentó mantenerse sereno.

Los que estaban dentro del top 5, solían mantener su distancia con la mayoría que vivía en aquél lugar.

[Sobre todo los que estaban dentro del top 2, 3 y 4.]

—¿Me regalas su núm..?

Ryusei estampó su mano en la cara de aquél albino, Eita sólo se quedó como una estatua sin borrar de su semblante tranquilo ya que el rubio solo lo había alejado de él.

Otoya Eita era conocido por ser alguien enamoradizo, se había besado a más de 80 chicas desde los 14 años y a la mayoría de esas chicas, les juró amor eterno.

Era obvio que Ryusei jamás permitiría que aquél don Juan le dijera hola, a su más grande adoración.

—Ahora tiene sentido lo de ésta mañana...

—¿Uhm? Explícate —pidió Isagi no comprendiendo nada, ¿A caso el suceso más impresionante de ese día no lo sabía todavía?.—

—¿No lo sabes? Ésta mañana Emily se quedó dormida en la cocina y Rin se ofreció a llevarla a su habitación...—los ojos del peliplata se movieron hacia dónde Bachira se encontraba sentado, nadie sabía que Nagi se había topado con Rin en ese camino y mucho menos que se había quedado con ella esa mañana. Nagi había tomado eso como al mejor entrenamiento que había tenido antes y definitivamente necesitaba a Emily sentada sobre su rostro lo más pronto posible— Supongo que Rin es un caballero y jamás hablaría sobre lo que alguna vez tuvo con Emily...

Las miradas con disimulo estaban sobre un Bachira curioso, Rin estaba no muy lejos de él y aunque haya deseado poder entrenar solo, el querer tener la presencia de Emily cerca era más grande que su jodido orgullo.

Las puertas se abrieron y todos voltearon en dirección a éstas. Una Emily con la cara sonrojada y los ojos brillosos por las lágrimas, había regresado al lugar.

Crónicas de un futbolista. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora