Entró a la biblioteca casi corriendo y solamente se dedicó a encontrar a su mejor amiga.
Lisa Jyubei estaba realmente ansiosa por lo que Emily le había platicado por teléfono y saber que Barou había aparecido, ¡La ponía de muy buen humor!
—¡¿Entonces encontraste a tu hermano?! —Emily no dejaba de buscar tranquilamente de su libro, en cambio su mejor amiga se encontraba abrazándola por la cintura, esperando felizmente saber sobre su gran y espectacular crush gruñón— ¿Cómo está? ¿Está bien? ¿Sigue estando sexy?
—Sí, sí... Y sí, supongo...—respondió poniendo los ojos ligeramente en blanco mientras se alzaba un poco de puntas, Emily quería alcanzar el libro de recetas internacionales que estaba en aquél librero y el peso de su mejor amiga, la hicieron mascullar entre dientes— Mi padrino Ego es el encargado de ese estúpido lugar, ¿Sabes?
—¿Tu padrino? Pero me dijiste que se alejó un año después del fallecimiento de tus padres...
—No sé a dónde quiere llegar dejándome ser la chef de éstos chicos —abrió el libro para poder buscar la receta que había estado pensando y la leyó un momento, Emily se sentía bastante extraña desde la noche anterior y sabía que el sentimiento de agobio era gracias a Nagi Seishiro— Es extraño, sigue siendo el mismo de siempre, pero...—cerró el libro después de memorizarse lo que tenia para hacer y miró a su mejor amiga a los ojos, la castaña pudo ver algo diferente en ella, ¿A caso su osita polar había encontrado a alguien especial en dicho lugar?— Conocí a alguien...
—¿¡Qué..?!
—Señorita Jyubei, si vuelve a gritar, se larga de la biblioteca —espetó entre dientes la señora Yoshida a espaldas de la castaña, ésta se tragó para ella misma de una gran carcajada mientras que Emily, sólo sonrió por lo bajo— Primer y último aviso.
Su mirada fué retadora y ambas ante eso, borraron sus sonrisas de inmediato.
Ambas sabían que si eran echadas de la biblioteca, no podrían hacer sus tareas correspondientes en dicho lugar y no querían a sus tutores maldiciendolas por no comportarse como era debido.
—Lo sentimos mucho , señora Yoshida.
La bibliotecaria se apartó de ahí después de escuchar aquella disculpa y ambas ante eso, solo se dieron la vuelta.
[Pues era mejor ponerse a fingir, que estaban estudiando.]
—Cuéntame, ¿Cómo se llama el lugar en dónde está tu hermano?
—Blue Lock.
La sonrisa de Lisa se borró rápidamente al escuchar aquél nombre. Los ojos perfilados y rojizos de Emily la observaron con extrañes. No era normal que su amiga se pusiera tan seria de repente a menos que algún maestro la retara.
—¿Qué?
—Blue Lock...
—¡Sí, ya sé! —Emily gruñó ante eso, ¿Y ahora qué le pasaba a su gruñona Lisa para reaccionar de aquél modo?— No veo a mi hermano desde hace tres semanas y no es que me importe dónde esté ese tonto, pero escuché a mis padres decir que se encontraba en un lugar llamado; Blue Lock.
Emily tomó su teléfono y con el entrecejo fruncido, buscó en la lista del top 15 que su padrino le había enviado aquella noche.
Sus miradas se fueron desde el #1 hasta al #15 y vaya sorpresa se llevó ante los nombres que habían en aquél listado.
Y Aryu Jyubei, estaba justo en el número 15.
—¿Rin y Ryusei también están en Blue Lock..?
—Tienes que venir conmigo —pidió rápidamente no deseando tener que verle la cara al #1 pues por más que no quisiera acordarse de todo lo que había sucedido, era realmente imposible cuando todavía le dolía lo que Rin había hecho.—
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Crónicas de un futbolista. (+18)
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