Capítulo 13.

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¿Qué es un orgasmo?

[Se preguntó Emily a sí misma]

Los brazos de Nagi la tenían sujeta por la cintura, abrazándola mientras estaba de pié a un costado de la cama y ella se encontraba dandole la espalda.

El cuerpo de Emily flotaba y le sorprendió la inmensa fuerza que provenía de aquél chico. Su lengua no dejaba de moverse con tanta intensidad sobre sus húmedos pliegues, sus succiones, sus suaves mordiscos y lo bien que era recibir un oral por su parte, la hizo solo quedarse quieta mientras soltaba gemidos llenos de satisfacción.

—N,Nagi... ¡S,Suéltame..! Ya,Ya no puedo más...

Ésta lloriqueó alzando sus manos en dirección a las sábanas, halando de éstas para poder buscar recostarse sobre ella... Pero lamentablemente sus deseos no la hicieron tomar la calma, Emily se había corrido y su mente se puso en blanco por un momento.

[Y fué ahí dónde se dió cuenta qué significaba un orgasmo tan intenso y magnífico.]

"El orgasmo es la culminación de una relación sexual, un clímax que produce una sensación de liberación repentina y placentera de la tensión acumulada desde el momento en que se inicia la fase de excitación. Es en ese momento en que se generan una serie de espasmos musculares intensos que resultan altamente agradables, a lo que ayuda la liberación de endorfinas que se produce de forma simultánea."

Emily se había venido en su boca y sus líquidos habían empapado el torso desnudo de aquél chico, Nagi pudo ver con claridad de sus fuertes espasmos y al sentir como se retorcía en sus brazos, la dejó sobre el colchón.

Emily se miró ahogada, pudo ver las venas resaltar lo largo de su cuello, su frente estaba colorada, su cabello estaba atado en una coleta alta y ver aquella silueta recuperándose frente a sus ojos, lo hizo sentirse completamente victorioso.

—Se nota que el idiota que estuvo antes de mí, no supo cómo darte placer correctamente —mencionó relamiéndose los labios mientras se esparcía los fluidos de Emily como si fuera aceite para masaje, su mirada estaba encendida y eso a penas había empezado— Emily, mientras más asqueroso y obsceno es el sexo para mí, más placentero e increíble es.

Emily lo miró con lágrimas cayendo por sus mejillas, el espamo no paraba de atacarla y sorbiendo su nariz desvió su mirada. Nagi se estaba masturbando pues ese día, iba a ser uno grandioso y definitivamente nadie iba a quitarle su gusto de poder tomar a aquella chica cuando quisiera.

[Mucho menos la tensión que se traía con Barou.]

Se agachó frente a ella nuevamente y la alzó en sus brazos con fuerza para que pudiese rodear de sus caderas con sus piernas.

[Vaya fácil era manejarla.]

Nagi la observó detenidamente y la mirada de Emily estaba totalmente perdida, se podían notar sus pupilas dilatadas, sus mejillas estaban húmedas ante el sudor y lo que más le gustó a Seishiro Nagi... Es que podía ver su cara llena de placer mientras entraba en ella lentamente, la posición de pié le fué un buen comienzo de penetración pues a lo ligera que era, le fué hasta perfecto para poder calentar su cuerpo— Te ves increíble, Emily...

Emily se ahogó en un fuerte gemido pues sentir el miembro masculino de Nagi dentro, terminó hasta doliendo un poco y para su gusto, es que su tamaño estaba totalmente perfecto.

Crónicas de un futbolista. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora