Crónicas de un futbolista. (+18)

Capítulo 27.

"Minutos antes de que Emily buscara a Barou"

Observó su teléfono y el sonido de los gemidos que provenían de ahí, lo hicieron suspirar profundamente.

[Barou estaba viendo pornografía.]

Por más odioso que se le hiciera tener que complacerse él mismo, era la única manera de sacarse todo el estrés y la tensión que lo estaban matando en aquél instante.

Sus ojos no se apartaban de la pantalla, ver el rostro lleno de sumo placer que aquella desconocida le mostraba ya lo tenían excitado. El bulto de su pantalón lo delataba por completo y aunque ya era momento de tocarse, no tenía el motivo perfecto para poder hacerlo.

Su cama era inmensa, él se encontraba apoyado contra el bonito respaldar a sus espaldas y por más que quisiera no poder ponerle atención... Aquella chica posándose frente a él, lo estaba complicando demasiado.

Le quitó el teléfono sin mostrar brusquedad y mordiéndose el labio inferior suavemente, miró por varios segundos lo que él estaba viendo.

Lisa llevaba el cabello suelto, su cabello castaño era precioso. Jyubei Lisa era bastante quisquillosa consigo misma y desde que conoció a Barou; hacía todo lo necesario para verse hermosa y sexy.

¿Por qué deseaba tanto ser de aquél chico? ¿Tal vez su porte tan varonil le era de su total agrado? Ella media 1.75 metros y para la diferencia de tamaño con su gran oso pardo, era algo que la debilitaban y mucho.

Se sentía demasiado sumisa, ella quería que él la azotara y la marcara de todas las maneras posibles y estando en aquella circunstancia... No podía desperdiciar su segundo momento de hacerlo feliz.

—¿Miras pornografía?

—Estoy estresado...—respondió en una ronca y pesada voz, Lisa sonrió bloqueando el teléfono. Barou observó detenidamente el cómo lo empujaba un poco lejos de ellos para seguidamente poder acercarse a él— ¿Por qué no los acompañaste?

—¿Y perderme mi momento de triunfar? —ella llevó su mano derecha en dirección a aquella montaña que tanto deseaba admirar. Barou no se movía, su vista de águila le mostraba solo deseo y como era la segunda vez compartiendo una plática íntima con la mejor amiga de su más grande tesoro... No podía desperdiciar tampoco de dicha oportunidad, Lisa lo había llevado a un paraíso maravilloso y definitivamente no la ignoraría nunca más— Tu pantalón está por explotar, tenemos que abrir ésto.

El pelinegro sintió el cómo poco a poco su respiración se aceleró, era increíble lo que aquella chica le ocasionaba. ¿Tanto tiempo esperó para darse cuenta que ella debió haber sido antes que Petra?

[Vaya idiota se sintió...]

—Es bastante grande, lo que heredaste de pene, Emily lo heredó de trasero...

—No menciones a mi hermanita mientras me masturbas —respondió entre dientes un tanto irritado pero para Lisa, era bastante divertido. Barou se miró agitado y sentir el como su pene palpitaba entre sus cálidas manos, la llevó a soltarlo por un momento— ¿Deseas ir a lo más importante..? Te ves bastante ansiosa.

Lisa se había quitado el short de jeans que llevaba ese día, Barou la sujetó de la cintura cuando ésta se acomodó sobre su regazo y verla alzarse la blusa más arriba de sus pechos, lo hicieron sonreír de costado.