Capítulo 36.

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—¿Que tal tu primer día después de una semana de descanso?

Emily sonrió ante su pregunta, Lisa caminaba junto a ella mientras sujetaba su mano y se movía de lado a lado con sumo entusiasmo.

Le parecía muy sorpresivo que no estuviera triste después de lo que había pasado con Barou, ¿A caso el haber obtenido el privilegio de servir a Adam Blake la llevó a olvidarse un momento de su hermano?

—Estuvo mejor de lo que creí, la mayoría de los chicos se acercó a saludar y a preguntar si me encontraba bien. Incluso recibí algunos obsequios y ésto se me hizo demasiado dulce e inesperado...

—Bueno, eres la chica más talentosa y preciosa de la universidad, ¿Cómo no quieres que los chicos te den obsequios? —mencionó soltando su mano, no dando alguna señal de que era el cumpleaños de su osita polar— Me alegra saber que tu día estuvo increíble, tu outfit se ve lindo y el mariscal de campo no perdió su oportunidad hasta de darte flores...—molestó en una sonrisa mientras buscaba su teléfono.—

—No es para tanto, es gentil de su parte pero no acostumbro a recibir obsequios de nadie que no sean de mi familia y de mi mejor amiga...

—No te olvides de Ryusei, tu diablito romántico menciona que desea verte en el jardín.

—¿E,En el jardín? ¿Y por que no me llama a mí? —se quejó tomando su teléfono para buscar algún mensaje, Emily cambió su semblante. Soltó una pequeña risilla entre dientes al darse cuenta que su diablito había estado llamando, incluso había enviado un vídeo donde solo le mostraba su cara en filtros y éste se encontraba llorando.—

—'¿Por qué mi estrellita no me responde? ¿A caso sigues ocupada? ¡Quiero hablar contigo! Haces que mi corazón de pollito se sienta indefenso, ven a las tres con treinta al jardín, quiero mostrarte algo.'

—Son las tres con treinta, puedes ir y después puedes venir a la cocina, ¿Bien?

—Si llegas a toparte con Nagi, dile que...

—Si me topo a ese idiota, le diré que estás ocupada —respondió dándose la vuelta para comenzar a caminar, Emily suspiró ante su respuesta un tanto brusca. Al parecer, Lisa sabía que Nagi ocultaba algo, no podía decirle que se estuvo pasando de listo con ella porque a esas alturas... Su corazón estaba seguro de que él era un chico que sólo necesitaba amor y mucha, mucha atención— Nos vemos después, bebé.

Emily se dió la vuelta, ese día iba vestida con un lindo top de corset con escote de corazón y un pantalón de broadcloth del mismo color. Sus pies llevaban unos zapatos de estileto con tacón bajo y su elegancia no solo había llamado la atención de la universidad al verla regresar.

Ella había decidido en verse mejor y más elegante ahora que estaba vuelta loca por un osito koala que caminaba a pasos rápidos por los pasillos en busca de su chica.

Era obvio que los sentidos de Nagi le decían que su futura novia podría estar en donde los lobos la acecharan.

Esa mañana había dejado un desayuno especial para él a escondidas de Ego. Emily no quiso irse a la universidad sin consentirlo por haberla cuidado toda la noche y aunque en unos días tenían un partido muy importante, quería que él se sintiera de la mejor forma posible.

—Y,Yo... E,Es que...

[Ryusei no podía artícular palabra alguna.]

Emily tenía las mejillas levemente teñidas en carmesí y su mirada estaba en los gestos que él estaba mostrándole, ¿Qué le pasaba? Pensó la ojiescarlata.

Jamás lo había visto actuar de tal forma, él parecía que iba a caerse y verlo caer sobre el suelo como a un pequeño niño que recién empezaba a caminar, la hizo acercarse a él para poder ayudarlo.

Crónicas de un futbolista. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora