Su mirada no se apartó de una Emily parada frente al espejo, ésta estaba completamente desnuda y para la sorpresa de Lisa. Fué ver el cómo Emily estaba marcada por los pechos, caderas y espalda.
¿A caso su osita polar se había estado acostando con Nagi?
La castaña se sujetó un momento de la cabeza, ¿Que fué lo que Tabito había mencionado? No comprendió nada pero de lo que si estaba segura... Era que su consejo de llevar a Emily con un profesional, no debería de dejarlo de lado.
—¿O,Osita polar?
—Ya tomé mi medicamento, voy a vestirme y luego te acompaño a la cocina...
La boca de Lisa se abrió para poder preguntar si se encontraba bien pero por más que quiso pronunciar palabra alguna...
[No pudo.]
—Y,Yo... Nuestros invitados de ésta semana decidieron cenar fuera ésta noche, así que te espero en el comedor del ala norte —Emily no le dió mirada alguna, ella solo se dedicó a vestirse pero le puso atención. Saber que sus invitados habían quedado encantados esa mañana con su desayuno la hizo tener una grandiosa mañana. Lastimosamente estaba tan salada como el océano Atlántico, que ese gusto se le esfumó cuando Nagi escuchó su conversación con Ryusei— Te amo, Emily... S,Sabes que puedes confiar en mí, ¿Verdad?
—Sí. Te lo agradezco mucho.
Lisa se dió media vuelta, Emily parecía no querer hablar y verla actuando tan perdida en ella misma le fué realmente preocupante.
¿Y si se lo decía a Barou?
Era obvio que el rey no estaba para escuchar más quejas o problemas que involucraran a Emily. No podía soportar verla llorando, mucho menos a sabiendas que estaban por cumplirse 4 años del fallecimiento de sus padres.
Barou se sentía deprimido, se sentía extraño y lo único que quería era nada más y nada menos que tener a su hermanita junto a él.
—Estoy bien, te agradezco el obsequio, pero no era necesario...
—No me vengas con que no era necesario, mi amor. ¡Eres mi pequeño bebé consentido! —a Barou se le blanquearon los ojos mientras sus mejillas se teñían en rojo. Su tía Noelia era otra madre más para él y aunque no haya aceptado irse a vivir con ella desde hace un tiempo, no quería decir que no hablaran o salieran a cenar de vez en cuando— Mi preciosa Emily me recibió la llamada justo ésta mañana así que quise hablar contigo a ésta hora porque Ego me mencionó que pasas ocupado.
—No puedo discutir contigo, madre...
—Te amo con toda el alma, mi pequeño Barou. Espero que tu obsequio sea de tu muy agrado.
Barou suspiró por lo bajo, éste había abierto la pequeña caja que tenía entre sus manos mientras dejaba el teléfono a un costado de su cuerpo.
¿Que había enviado Noelia para él ese día? Ni siquiera Emily le había dado algún obsequio y no era algo que esperaba realmente, pero aún así... Le hacían falta tanto los viejos tiempos en dónde hacían fiestas de cumpleaños con alguna temática que uno de ellos elegía.
[Y ese año, justamente le tocaba a elegir a él.]
—¿Uhm? —la alzó a la altura de su cabeza y la detallo con cuidado. Era una cadena de color dorado, se notaba que era de oro puro y colgando de ella, había un balón de fútbol partido a la mitad— ¿Dónde está la otra mitad?
El pelinegro se puso de pié, su mirada se dedicó a buscar la otra mitad de aquél colgante pero no hubo señal de ella por ningún sitio.
Su escarlata mirada regresó nuevamente a ella, era bonita y se miraba bastante costosa. Sabía que al jugar dentro de un campo no estaba permitido en usar ese tipo de joyas, pero justo en aquél momento... No le haría daño poder usar algo que podría llevar consigo de vez en cuando.
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Crónicas de un futbolista. (+18)
Fiksi Penggemar🤍Contenido adulto, lees bajo tu propia responsabilidad. [Publico capítulo nuevo por cada 15 votos.] ⚠️Si piensas que ésta historia es 100% Nagi, te invito a que te retires. ⚠️Prohíbida su adaptación. ⚠️Sí vienes a criticar la historia, tu comentari...