La abrazo por los hombros y sus labios no pararon de estamparse contra su mejilla derecha.
[Su cabello húmedo, su semblante feliz y sus mejillas teñidas en rojo, delató algo muy obvio.]
Lisa soltaba suaves risillas pues después de haber sido una gata rabiosa. Ésta ahora era un pequeño hamster que comía felizmente de un trozo pequeño de manzana.
—Creo que mi hermano sabe cómo usar su encanto —respondió acariciandose la mejilla, Lisa estaba perdidamente enamorada de Barou y después de haber sido casi atada por las manos y los pies. Su respuesta fué a muchos sí entre gemidos, su presión la volvió tan loca que desde que se habían discutido. Ambos habían estado esperando su momento de volver a estar juntos— Espero que se anime pronto a pedirte ser su novia.
—¡Estoy tan feliz, Emily! —respondió luego de dejar todos los utensilios que usarían para poder cocinar. El reloj marcaba las 4:20PM de la tarde así que era hora de ponerse a trabajar— Tu hermano es realmente increíble...—musitó en un largo suspiro lleno de emoción, Emily sonrió sintiéndose feliz por ella. Sabía que su hermano era un hombre más que solamente increíble y esperaba que pronto ella pudiera llevar Shoei como siempre lo había deseado— Barou dijo que le gustaba, me lo dijo mientras... ¡Aaah! ¡Perdóname! Se que no debería de hablar de ésto porque se que es tu otro yo, pero aún así, ¡¡AAAH!!
[Emily rió por lo bajo al verla tan llena de vida.]
Hace un momento casi la maldijo por querer llevarlas a ambas a un nivel más allá de lo que estaban a ese punto.
Necesitaban crear un pastel imposible perfecto así que haciendo lo que más amaban, ambas comenzaron a moverse de un lado a otro. Platicando y riendo mientras se perdían en su mundo con olores y sabores sumamente extraordinarios.
—D,Déjame sentarme un momento...—Lisa se quedó quieta mientras volteaba hasta donde su osita polar se encontraba. Emily se miraba agotada, sabía que esa mañana había regresado a sus entrenamientos. ¿Debería de comentárselo a Barou? Tenía miedo de que algún movimiento la pudiera herir más de lo que se encontraba, era tedioso porque aunque ella pareciera querer regresar a sus labores, Emily necesitaba reposar más tiempo— Me duele mucho el abdomen...
—Creo que no debiste haber regresado a tus entrenamientos, si Barou se entera no te irá nada bien, Emily.
—De todas formas llegará a sus oídos si mis abuelos me mantienen vigilada de lejos —respondió en una pequeña sonrisa quedándose recostada sobre la barra— D,Déjame un momento así...
—N,No puedes dormirte, osita polar. Los postres ya están en el horno —menciomó acercándose a ella para poder mantenerla despierta, no podía dejar que se quedara dormida como la última vez y tampoco iba a permitir que Rin o Nagi la llevaran nuevamente a su habitación— ¿Puedes venir a la cocina del oeste? Emily se está quedando dormida y necesito que la mantengas despierta.
—Voy ahora.
Colgó la llamada y dejó su teléfono sobre la barra, Emily se había quedado dormida. Su cuerpo estaba estremeciéndose ligeramente ante las punzadas que sus costillas le otorgaban, ya comenzaba a costumbrarse pese a ser doloroso y si sus abuelos la tuvieran que ver en ese estado... Emily ni siquiera saldría de su cama por orden estricta de 2 lobos solitarios.
—'No es necesario...'
—'Déjame ayudarte.'
Se quedó escondido al otro lado de la puerta que daba salida de su habitación y escuchó atentamente lo que el equipo de en frente platicaba.
[Ryusei caminaba en dirección a la cocina del oeste.]
Tabito Karasu le pidió si podía ir pues él también quería ser de ayuda para Emily. Ryusei ni siquiera le cuestionaba su preocupación, sorprendentemente era a la única persona quien prefería tener cerca a parte de Emily.
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Crónicas de un futbolista. (+18)
Fanfiction🤍Contenido adulto, lees bajo tu propia responsabilidad. [Publico capítulo nuevo por cada 15 votos.] ⚠️Si piensas que ésta historia es 100% Nagi, te invito a que te retires. ⚠️Prohíbida su adaptación. ⚠️Sí vienes a criticar la historia, tu comentari...