Capítulo 31.

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Su mente estaba clavada en lo que hace un momento acababa de pasar, Barou solo caminaba en dirección a su habitación pues por más sorprendente que haya sido su primer encuentro con el mejor amigo de su hermanita... A esas alturas lo único que le importaba, era que Emily también confiara en él.

—Deja tu mierda y ve a entrenar...

—¿Cómo puedes estar tan tranquilo después de saber que ese imbécil se acostó con Emily?

—No sabes lo que dices...—gruñó soltándose de su agarre, Nagi era una rozadura de ropa interior... ¡Ardía y molestaba a la vez! ¿Cómo rayos era que su dulce hermanita gustaba de él? No podía permitir que Nagi robara su inocencia y mucho menos que la hiriera como Rin lo había hecho— Itoshi Rin fué el primer amor de Emily y después de eso... No ha tenido nunca nada con nadie...

—¿Cómo estás tan seguro? Emily ni siquiera confía en tí —Barou dió un paso al frente, su frente se había puesto roja y escuchar esa molesta voz decirle que su más grande tesoro no confiaba en él, le había tocado la moral— Voy a hacer que Emily confíe más en mí... Así que espero que estés abierto a lo que próximamente tendrás que soportar.

—Te ahogas en tu jodida bazofia cuando hablas —exclamó entre dientes tomándolo de su sueter, Nagi llevaba la pijama de Blue Lock ese día y antes de ir a almorzar, el olor de Emily se había impregnado en sus fosas nasales de camino al comedor— Escúchame bien, idiota... Mi hermanita necesita estar fuera de la presión, sé que he sido un estúpido exigiéndole demasiado así que si vas a ser su niñero. Al menos ten consciencia de que a ella le gusta mantenerse ocupada.

Lo soltó de golpe y se dió la vuelta para poder seguir su caminata.

El albino se peinó el cabello hacia atrás mientras su penetrante mirada llena de egoísmo puro, estaba pintada en sus ojos.

¿Que Emily disfrutaba estar ocupada?

[Era una sumisa.]

Ahora comprendió el porqué se dejaba manipular fácilmente y el haberse dado cuenta que S.R era el idiota que estaba en el top #2, lo iba a llevar a vengarse como fuera posible.

[Así que era mejor no ponerle mente al asunto y solo esperar a volver a verla.]

...

Sus ojos color escarlata tenían un bonito brillo esa noche, era la segunda vez que la veía y la inocencia de su rostro le parecía algo sublime.

Emily era una chica bastante sensual y linda y su atención se había quedado con ella después de ver que no era cualquier chica.

Michael Kaiser necesitaba una esposa con talento que estuviera al mismo nivel suyo y Emily era el vivo ejemplo de que tal vez convivir con ella más seguido, pueda darle ese momento de triunfo que esperaba poder tener en cualquier momento.

—N,No debiste haberte molestado —Emily observó aquellas bolsas y cajas de regalo que estaban sobre la barra de la cocina. El señor de las rosas azules, cocinaría un poco para una grandiosa chef esa noche así que esperaba tener buenos puntos después de estarse esmerando para poder ganarse su total atención— Yo puedo cocinar, eres mi invi...

—Eres muy modesta, tu tía Noelia no mintió cuando dijo que te preocupas mucho por la atención de los demás.

La cara de Emily se ruborizó, ¿Noelia le había estado hablando de ella? Sus nervios la hiciera encogerse en su asiento. Emily llevaba puesto un bonito atuendo, pese a que todavía seguía delicada... Quiso verse decente ante los ojos de su más grande ídolo.

—N,No es que esté preocupada, pero es lo menos que puedo hacer después de haberte cancelado anoche —dijo dando unos pasos luego de haber bajado con sumo cuidado de la silla, Michael ni siquiera le puso atención y esa noche se miraba realmente lindo. El olor que provenía de él, era el mismo de cuando lo conoció la primera vez, ¿Que clase de perfume era? Admitía que era algo escandaloso así que supuso que era un olor que costaba muchísimo dinero— S,Sólo necesito que...

Crónicas de un futbolista. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora