A más de 11,000 km de distancia, entre una estudiante de periodismo y un piloto de la fórmula 1.
Todo apunta que cualquier tipo de conexión entre ellos sería imposible, pero un follow en Instagram une más de lo que pensaríamos.
Nada de esto podría...
Tomé mis snacks y mi redbull para luego acomodarme en mi cama frente a mi computador, dispuesta a ver la carrera, estaba nerviosa así que comencé a comer de mis papitas sin que empezara aún, lo bueno es que traje bastante para disfrutar, en realidad es para que el sueño no me ganase, porque comiendo es la única forma de que no me quedase dormida.
Lo que me había dicho Leclerc me tenía algo preocupada, más cuando cada vez que lo enfocaban no se mostraba feliz y eso partía mi corazón de pollito, pero todo lo que le dije y la fe que le tenía, era cierto, confío ciegamente en él como piloto, aunque no se si digo lo mismo con la escudería, cada vez mi confianza en el equipo desaparece.
— ¡Maldito Ocon, púdrete idiota! — grité a la pantalla cuando el Alpine toca a Checo.— como le pase algo a Chequito, tendremos un grave problema.— apunté amenazante a la pantalla con una papita para luego comerla.
— Tú grito me despertó, maldita.— habla Carol abriendo la puerta y viniendo hacia mi.— ¿donde está mi Charles? — preguntó mientras se acostaba a mi lado mirando la pantalla.
— décimo.— hablé sin quitar mis ojos de la carrera, estaba tensa por todo lo que estaba ocurriendo y ya íbamos en la vuelta 39.
— ¿Qué le pasó a Pérez? — preguntó cuando vio la repetición del pequeño choque que tuvo.
— Lo chocaron.
— ¿Quién?
— Para que preguntas si no los conoces.— al fin la miré.
— Que insoportable te pones.— rodó los ojos.— si conozco, mira está Charles, Carlos, Hamilton, Checo... — comenzó a enumerarlos.— al que odias, ese... Max el compañero de Checo.
— No lo odio, odio a su papá, pero a él no.— me defendí.
— ¿No?, Emilia, estuviste un mes entero contándome como es que Max es un mal agradecido y no dejó pasar a Checo.— habló haciéndome rodar los ojos.
— Cállate.— dije cuando un fuerte ruido se escuchó y ambas miramos la pantalla viendo el grave accidente que había tenido un piloto de McLaren, que pronto supimos que era Lando y mi corazón se detuvo.
— ¿Está vivo?, Mili salió volando el auto ese.— habló Carol mientras me miraba y me movía.— Emilia recapacita y dime si está vivo.
Yo estaba pegada viendo la pantalla en busca de alguna señal, alguien lo había chocado e hizo que este perdiera el control de su monoplaza, ya que los frenos habían dejado de funcionarle, todo esto provocó que Lando saliera descontrolado volcándose y por más que sus ingenieros hablaban no había alguna señal de este, haciendo que mi respiración aumentara por la preocupación, hasta que se vio cómo Norris salía del monoplaza con rapidez y anunciaba que todo estaba bien con sus pulgares, eso me hizo volver a respirar con tranquilidad.
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