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Seguía mirando al mismo punto fijo que he estado mirando desde que me desperté, no quería salir de mi habitación y comenzar con la realidad que me esperaba. Ayer apenas llegué a Chile fui directamente a mi cama porque quería dormir, estaba agotada tanto física como mentalmente, mi familia lo entendió y no me hizo ningún tipo de preguntas, pero hoy no me salvaría de su interrogatorio. Mis padres querían saber todo sobre mi viaje, ver fotos y que les contara mi experiencia en ese país que mi madre no sabía de su existencia y mi padre solo sabía por las carreras. Mis hermanos y amigos en cambio, no les interesaba para nada lo que vi y la experiencia, ellos solo querían saber del chisme entre Charles y yo, así que no esperarían un día más para saber absolutamente todo lo qué pasó y esta pasando con el monegasco.

Me levanté al fin y miré de reojo mi escritorio donde estaba mi computador para recordarme de la tesis que había dejado olvidada esa semana, haciendo que me sentara en mi cama y me replanteara toda mi vida. ¿Existe la depresión post viaje? Porque sentía que lo estaba experimentando ahora mismo. Viví una semana llena de emociones, donde no hice nada, ya que solo me preocupé de disfrutar el tiempo y ahora estoy de vuelta en mi realidad, donde tengo tantas cosas que hacer y lo peor, es que en ninguna de esas cosas que debo hacer hoy, es ver en persona a Charles, que sin duda era lo que me estaba haciendo sentir mal.

Luego de estar otros treinta minutos replanteándome toda mi vida, me digné a bañarme y vestirme para el trabajo, ya que no había conseguido que me dieran más días, así que hoy debía comenzar otra vez con la rutina del trabajo, de todas formas renunciaría antes de irme de viaje otra vez con Charles, pero no quería que me despidieran antes de eso, ya que aún faltaban unos meses.

Antes de irme hasta el trabajo, revisé mi celular, encontrándome con mensajes de mis amigos, avisándome que harían una pijamada en mi casa para poder contarles todo, también había mensajes de Gabriel diciendo que mañana vendría a casa y cuando me di cuenta no pude evitar sonreír al ver los mensajes de Charles, porque era una inseguridad que me había nacido en el viaje, que comenzáramos a hablar menos y terminar alejándonos.

Yo y mis pensamientos intrusivos arruinando todo.

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Sentí mi jornada súper larga y pesada, estaba tan cansada que solo quería llegar a mi casa a dormir, pero recordaba que mis amigos vendrían a casa y no sentía mucho entusiasmo por la junta, pero no les diría nada porque aunque no quiera admitirlo, los extrañé muchísimo y me hubiese encantado que me acompañaran a Mónaco, estoy segura que hubiésemos tenido bastante buenas experiencias.

Mientras caminaba, sentía como alguien comenzaba a seguirme, así que comencé a caminar más rápido por el miedo, hasta que comenzó a llamarme por mi nombre, que al principio no logré identificar quien era, pero luego lo supe.

— Si sigues a alguien a esta hora, da miedo.— comenté mirándolo cuando Samuel llegó a mi lado.

— Lo siento.— besó mi mejilla en modo de saludo.— pensé que era buena idea venir a buscarte al trabajo y poder hablar, ya que alguien me estaba ignorando.— evité su mirada y seguí caminando. No estaba mintiendo, porque si lo estaba evitando y ahora también quería hacerlo, pero tenerlo aquí al lado me costaba. Seguimos caminando mientras él seguía hablando y yo asentía, pero al parecer no pudo aguantarse mucho más el hacerme la pregunta que yo no quería responderla. — ¿Y ya acabó la historia con Charles?, digo ya fuiste a verlo, viviste una vida de ensueño, pero volviste a Chile, así que creo que es bastante obvio lo que ocurrirá ahora. — paré en seco girándome para verlo a la cara.

— Me veré con él dentro de poco y esta vez será por un mes y Samuel, si sigues de esa forma, siendo negativo cada vez que hablas sobre mi relación con Charles, es mejor que dejemos la amistad hasta aquí, no necesito a una persona negativa en mi vida, porque créeme que ya es suficiente teniéndome a mi misma.— hablé duramente mientras me cruzaba de brazos. No me cae mal ni nada, de hecho lo sigo considerando un gran amigo, solo que Samuel cada vez que se pone en esa posición me recuerda a los pensamientos que siempre tengo y quiero mantenerlos alejados de mi mente, pero llega él y me los trae de regreso.

Distancia || Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora