Amarré mi cabello en una coleta alta mientras me miraba al espejo. Estaba nerviosa, tanto que mi cabeza dolía tanto que sentía como explotaría, era un nerviosismo diferente al que viví la primera vez en Mónaco y definitivamente lo odiaba.
El tiempo había pasado así, yo comparando la mínima cosa que me pasaba con Mónaco.
Decidí soltar mi cabello, pero llevar mi coleta en el bolso por si seguía con inseguridades en el viaje. Tenía que lucir perfecta, esto era importante, debía conseguir que me aceptasen. Mañana me iba a Inglaterra, para el Gran Premio de Silverstone, mi aventura comenzaría ahí hasta fines de mes, para luego llegar a Chile y comenzar con mi práctica profesional.
Solo falta mi práctica profesional, mi tesis (la bendita tesis, que por suerte he avanzado para aislarme de los pensamientos nostálgicos de mi viaje), defender mi tesis y por fin graduarme, para luego ser una cesante. Aunque en realidad, era algo que no admitiría nunca y ante nadie, solo quería tener mi maldito título para comenzar a buscar trabajo relacionado con la fórmula uno, si lo llegase a encontrar, sé que podría estar más cerca de Charles y poder tener la relación formal que tanto queríamos.
Él me había confesado que también quería formalizar la relación en una de nuestras múltiples llamadas.
Pero eso, no se lo diría a nadie, ni mucho menos a Charles. Primero, porque soy de las personas que creen que si comentas algo que quieres hacer y quieres que resulte bien, es mejor no contarle a nadie, suena estúpido pero para estas cosas prefería creerlas y segundo, si se lo decía al piloto estaba segura que él interferiría para conseguirme un puesto y no quería que mi esfuerzo se viera opacado y desprestigiado por terceros, al menos, no por segunda vez.
La primera vez es esta, voy camino hacia el trabajo de Samuel, ya que el castaño habló con sus jefes sobre mi, así que decidieron darme la oportunidad de al menos conocerme. ¿Un golpe duro a mi ego?, claro que si, estaba acostumbrada a conseguir las cosas por mis medios y no estaba en mis planes que sea un hombre el que me ayudara, pero no soy tonta y haría lo que sea por conseguir ese maldito título.
Si Charles hiciera lo mismo, ¿dudaría en aceptar la oferta?
No, me tragaría todo mi ego y aceptaría sin rechistar y en parte, acepté esta oportunidad de Samuel por el monegasco, para poder llevar acabo mi meta.
Aunque no sé qué tanto estaría dispuesta a sacrificar por Charles Leclerc.
— Te ves preciosa.— Samuel habló en la entrada de las oficinas.— lo harás bien, confía en tus capacidades, que tienes muchísimas.— me regaló una sonrisa mientras tomaba mis manos y depositaba un beso en cada una de ellas.— ahora anda y demuéstrales quien es Emilia Contreras.
Entré a las oficinas y luego me guiaron hasta donde tenía la entrevista, sentía que lloraría en cualquier momento por los nervios, no quería arruinar esto. Ya que era la única opción que tenía cerca de casa, las otras opciones que daba la universidad me quedaban a horas de mi hogar y también es mi mejor opción porque si termino contratada me pagarían, así puedo dejar el trabajo de la cafetería y dedicarme por completo a este nuevo, posible, trabajo.
Estaba hablando con los jefes, era una pareja muy amable que le gustaba el deporte y no el típico que es el fútbol, sino también les gusta el basquetbol, volleyball, tenis, etc., y era algo que me gustaba, ya que su idea era mostrar toda clase de deportes en la ciudad. Lamentablemente, el Motorsport no estaba dentro de los deportes que mostraban, ya que no lo conocían muy bien, espero poder cambiar eso en el futuro.
— Tienes muy buenas referencias.— sonreí mientras veía cómo ojeaba los pequeños trabajos que había hecho en diarios y radios, todo pensando en el futuro, algo bueno que haya hecho la Emilia del pasado.— Además, Samuel nos ha dicho maravillas de ti.— miré al recién nombrado, que había entrado en mitad de la conversación con los jefes.— Estamos felices de que confiaras en nosotros para comenzar con tu práctica, además que es importante para nosotros y la compañía que firmáramos ese convenio con tu universidad, le entrega más prestigio y no hay que olvidar que fue gracias a ti.— me apuntó haciendo que sonriera, era lo único que estaba haciendo en este tiempo, sonreír y asentir.— Así que, claramente estás aceptada aquí, será un gusto que trabajases aquí y que puedas aprender nuevas cosas.— solté el aire que me estaba aguanto y me levanté animada para agradecerles a ambos por esta oportunidad.
ESTÁS LEYENDO
Distancia || Charles Leclerc
FanfictionA más de 11,000 km de distancia, entre una estudiante de periodismo y un piloto de la fórmula 1. Todo apunta que cualquier tipo de conexión entre ellos sería imposible, pero un follow en Instagram une más de lo que pensaríamos. Nada de esto podría...