13

1.5K 89 16
                                    

Nos subimos a su auto, no estaba muy segura de subirme, ya que nadie podía negar que su Ferrari era llamativo y todo el mundo lo tenía identificado, pero me dijo que a esta hora no hay casi nadie en las calles y le creí.

Puedes colocar la canción que quieras, Emi.— Charles habló sacándome de mis pensamientos y yo lo miré mientras negaba.

Puedes poner lo que quieras, me da igual. — Me miró por unos segundos haciendo que frunciera su ceño.

Había decidido trazar una línea en nuestra ¿relación?, era claro que Charles tenía claro que esto simplemente era una amistad y la que estaba confundiendo todo era yo, así que lo mejor era trazar esta línea imaginaria para evitar salir lastimada por confundir las cosas.

No me había dado cuenta de que Charles colocó a Taylor. Este maldito idiota me conocía bien.

Ya me sé la gran mayoría de sus canciones, las que no son Taylor's version no tanto, porque no las escucho mucho por lo que me dijiste.— sonreí y miré por la ventana.

Emilia la línea, no lo olvides.

¿A donde me llevas? — pregunté sin quitar la vista del paisaje.

Al mejor lugar para ver Mónaco, confía en mi.

No quería decir nada más, pero era inevitable no cantar las canciones que estaban sonando.

— "I want to wear his initial on chain 'round my neck, chain 'round my neck not because he owns me but 'cause he really knows me" — comencé a cantar sin importar nada y pude escuchar la risa de Charles.

Sabía que Swift te pondría de buen humor.— lo miré con una sonrisa, porque era cierto, bueno dependía de la canción.

Es que me conoces Lord Perceval.— reímos y él asentía.

¿Emilia y la línea imaginaria?

Hemos llegado.— el chico estacionó su auto, quedamos entre árboles y solo podía ver eso.— acá escondo mi auto para que nadie sepa qué estoy aquí, ven bájate y disfruta la vista.— ambos nos bajamos de su coche, tomó mi mano y subimos una pequeña cuesta para luego encontrarnos con la vista al mar y parte de la ciudad.

Estábamos en un pequeño cerro alejado un poco de todo, rodeado de árboles, a excepción del lugar donde nos encontrábamos para tener la gran vista que teníamos ahora.

Wow. — dije mientras ambos nos sentábamos en el suelo, dejando que nuestras piernas colgaran un poco de la colina.— ¿cómo descubriste esto? Es idílico este lugar.— comenté mirando mi alrededor.

Lo bueno de vivir aquí toda mi vida, conozco cada rincón de este país, pero este es mi favorito y lo bueno es que nadie sabe que existe, al menos nadie sabe cómo llegar, así que lo convertí en mi lugar.— lo miré y sonreí. — por eso Miguel no podía traerte aquí, porque no sabe cómo llegar y porque no quiero que lo sepa, es mi lugar para estar tranquilo y alejado de todo el mundo.

— Gracias por traerme aquí y compartirlo conmigo, lo aprecio muchísimo, Charles.

— No es nada, sentía que debía traerte aquí.— colocó su mano en mi pierna.— sentía que tenía que estar en este lugar contigo y no me arrepiento.— lo seguía mirando intentando de descifrar lo que significaba eso.

La línea imaginaria, Emilia.

¿y que te parecieron las vistas? — Charles habló cuando se dio cuenta que yo seguía mirándolo.

Distancia || Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora