XVI

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La mañana del martes había llegado días después de aquel encuentro. Necesitó un día más de descanso para despejar su mente, por eso no había asistido a la clínica el día anterior. Se había sentido mal por ello pero no estaba preparada para afrontar de nuevo toda la presión de su rutina como lo había hecho los días siguientes a la noche que pasó junto a Jennie.

Es por eso por lo que había llamado el día anterior a Namjoon para comentarle su falsa fiebre. Sabía que ella podía faltar los días que quisiera, obviamente con sus consecuencias, sin dar explicaciones al igual que el castaño, pero la mañana anterior no le apetecía explicar que no iba a ir por no sentirse bien con ella misma.

Durante los días siguientes, no había vuelto a tener noticias de ninguna de las componentes del antiguo grupo de cinco y realmente lo agradecía. El fin de semana ya había sido suficiente. No había salido de casa ni si quiera para recoger el correo y lo mismo hizo la mañana del lunes. Había pasado aquellos tres días con tan solo la compañía de Luca quien maullaba cada vez que Lisa le tocaba un par de acordes. Tocar dicha guitarra desde que sabía quién se la había regalado le provocaba un dolor en el pecho que en cierta forma, la aliviaba.

Aunque se hubiese prometido a sí misma olvidarse de la chica de penetrantes gatunos ojos verdes, todo parecía recordarle a ella. Era como si su vida girase en torno a Jennie. Como si no pudiera pensar en otra cosa que no fuesen el color de sus ojos junto con aquella sonrisa enamorada que le regaló hasta el día que decidió desaparecer.

Con dichos pensamientos agarraba una taza notando el calor de su descafeinado dentro de ésta. A pesar de estar prácticamente en verano, siempre tenía que tomarlo caliente puesto que de otra forma distinta le disgustaba. Se terminó el último buche que le quedaba y dejó la taza dentro del fregadero para dirigirse de nuevo a su habitación donde se haría su habitual pregunta. Luca como de costumbre, la seguía.

Aun sabiendo que pasaría calor, optó por unos vaqueros oscuros puesto que no era muy correcto asistir a su propia clínica vistiendo unos cortos. Por suerte el aire acondicionado de ésta ayudaría con su pequeño problema. Sin pensarlo mucho más, acompañó su atuendo con una camiseta blanca simple sin mangas y seguidamente se calzó unos pequeños tacones negros a juego con su bolso.

Intentando evitar que parte de su larga melena se pegase contra su frente por el sudor, se la recogió en una coleta dejando un par de mechones ondulados fuera. Tras esto, se lavó los dientes antes de aplicarse una capa básica de maquillaje. Aunque Jennie hubiese estado presente en sus pensamientos, esto por alguna razón que no quería aceptar, no le había hecho perder el sueño sino todo lo contrario.

-"Nos vemos en unas horas Luca, pórtate bien" se despidió del pequeño felino acariciando su cabeza de forma cariñosa después de rellenar el comedero

Lo que Lisa no supo, era que sus palabras no habían estado en lo cierto. Tardaría más que 'unas horas' en volver a su casa, y no podía imaginarse por qué ni debido a qué circunstancias.

Conduciendo el Citroën, llegó hasta la plaza de aparcamiento de su clínica dental. Deteniéndose unos minutos dentro de éste, pensó en qué le diría a Namjoon al respecto. El castaño la notaba rara y no tardaría en preguntar por ello, pero lo cierto era que Lisa se estaba cansando de mentir y poner excusas pocos creíbles. Sabía que en cualquier momento no aguantaría más sus emociones y acabaría explotando.

Con las manos apoyadas en su rostro absorta de la realidad, escuchó un golpeteo de nudillos en su ventanilla que hizo que pegase un pequeño brinco en su asiento colocándose una de las manos en el pecho por el susto.

-"No era mi intención asustarte" sonrió Namjoon.

-"Está bien" respondió Lisa curvando un tanto los labios mientras salía del coche recogiendo su bolso.

adaptación- cenizas - JenLisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora