Manteniendo dicha sensación en su pecho, la odontóloga tomó asiento al lado de su hermana en el sofá, recordando que debía hacer la compra después de tirar el cartón del zumo que le ofreció, a la basura. Durante las últimas semanas, todo lo relacionado a su hogar había pasado a un segundo plano.
-"Gracias" dijo Julia, agarrando con ambas manos el vaso de cristal.
-"Está bien" le respondió con una pequeña curvatura en sus labios.
-"No me refería solo a eso" suspiró. "Ojalá me hubiera dado cuenta antes pero..."
-"Lo sé" la cortó Lisa. "Pero no quiero que te expliques" negó, consiguiendo que la menor la mirase confundida. "Sé que es muy fácil dejarse llevar por una apariencia, sobre todo cuando se trata de personas a las que creemos conocer, y también sé que somos un blanco fácil para él, lo cual es un punto a su favor" explicó, refiriéndose a su padre.
Haciendo una leve pausa para darle un sorbo al fuerte café humeante que sostenía en sus frías manos, notando cómo iban entrando en calor gracias a la taza, la odontóloga entendió por el silencio de su hermana que ésta quería seguir escuchando su explicación. Misma que, sinceramente, ella también necesitaba dar.
-"El orgullo se adueñó de mis palabras porque me dolió, Julia, no te lo voy a negar. Y lo hizo tanto esa noche, como en la boda" volvió a hablar. "Pero aun así, después de todo lo que te dije, no me odiaste" añadió con la mirada perdida en las ondas de su café.
-"No lo hice porque sabía que era mi culpa, y además porque principalmente eres mi hermana, mi familia" admitió la menor de los Manobal.
Manteniendo un breve silencio en el ambiente, donde solo se escuchaba al pequeño Luca jugar con una pelota, la cual había aparecido de un día a otro en la cesta de sus juguetes, Lisa pensó en lo siguiente que iba a decir. Quería ponerle punto final a aquello y firmar de una vez un tratado de paz con su hermana.
-"Tú también eres la mía" sonrió la odontóloga de lado, observando el mismo gesto en Julia.
-"¿Te parece bien si lo olvidamos, y nos centramos en el presente?" preguntó ésta insegura y un tanto nerviosa.
-"Me parece" respondió, dejando ambas sus bebidas sobre la mesa.
Seguidamente, sus profundos ojos marrones se encontraron antes de fundirse en otro cálido abrazo. La sensación de sentirse cómoda en los brazos de otra persona, era una de las cosas que Lisa más había echado de menos con el paso de los años. Sin embargo, en los últimos meses, a pesar de haberle costado corresponder dichas muestras de afecto, había vuelto a acostumbrarse a ellos.
Fue entonces cuando, a pesar de sentir la fuerza de su hermana apretando sus costados, sintió también un escalofrío al recordar los que Jennie solía darle. Con ella conseguía sentirse alguien grande, por mucho que callase su voz. Con ella, tenía esa necesidad de no querer separarse por miedo a que le volvieran a hacer daño.
Sin embargo, a lo largo de los meses, había llegado a un punto en el que la misma persona que la hacía sufrir, era la misma que conseguía sanarle las heridas, y ambas coincidían en que aquello no era un paso a favor, sino en contra.
-"Bueno" se separó Lisa, con los ojos brillosos, sin tener nada que ver la emoción con la menor. "¿Qué es eso de que has dejado la carrera?" preguntó, cambiando de tema rápidamente.
Con una enorme sonrisa que no perdió durante toda la conversación, Julia comenzó a explicarle cómo se había sentido al estar rodeada de agentes y cómo algo dentro de ella le llamó la atención.
Realmente le dio el mismo discurso que a Seokjin, al cual no pudo evitar extrañar durante un par de segundos antes de negar con la cabeza y seguir hablando.
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adaptación- cenizas - JenLisa
FanfictionImagina por un momento que la persona que tanto te marco en tu pasado vuelve diciéndote todo lo que jamás te dijo estando contigo, que ha cambiado y que esta vez será diferente. ¿Qué harías? Esto es una adaptación de la historia original de Andrea...