LXIV

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Le había prometido a Namjoon no volver a llorar por cosas y personas que no merecieran la pena, pero, ¿a quién quería engañar? Todavía no se sentía lo suficientemente preparada para ello. Y mucho menos después de ducharse y debatir delante del armario qué ponerse esa noche.

Tras buscar la ubicación del restaurante y leer las buenas críticas que éste tenía, además de las fotos adjuntas, supo que era un sitio elegante y por lo tanto la cena no iba a ser menos. Después de estar durante diez minutos pensando, sabiendo que apenas tenía tiempo para ello, encontró el top blanco de encaje que Jennie le había quitado con sus propias manos antes de hacerle el amor.

Cogiéndolo entre las suyas, arrugadas por haber permanecido bastante tiempo en la ducha, se lo llevó hasta su pecho intentando encontrar la esencia de la artista en él, mientras recordaba el momento exacto en el que se lo quitó con los ojos cerrados.

-"¿Puedo?" preguntó, recordando cómo Lisa le había prohibido tocarla, a lo que ésta asintió curvando los labios.

A una lenta velocidad, la chica de penetrantes ojos verdes, acarició la ahora expuesta espalda de su exnovia, sin dejar de besar sus labios con amor. Al mismo tiempo, la odontóloga bajó con delicadeza cada tirante del mono que Jennie llevaba, hasta que ambas quedaron con sus torsos desnudos.

Curvando los labios tristemente, Lisa volvió a dejarlo donde estaba para elegir finalmente el conjunto adecuado para aquella noche. Minutos después se decantó por un alto pantalón holgado blanco a juego con un top sin mangas del mismo material, que dejaba expuesto parte de su vientre. Despreocupada por arreglarse, se secó su larga melena la cual le caía hasta la cintura.

-"¿Qué te parece, Luc?" le dijo al pequeño felino a lo que éste giró su grisácea cabeza. "Sí, yo también creo que así está bien"

Despreocupada por cómo quedase el resto, se maquilló de forma básica pero sin pasarse, adornando sus párpados con un perfecto eyeliner. Hecho eso, miró el reloj. Tenía el tiempo justo para dejarse guiar por su GPS hasta el restaurante y encontrar aparcamiento.

Mientras tanto, una hora antes, Jennie observaba cómo su prometida se miraba al espejo mientras se colocaba unos caros pendientes a juego con su elegante vestido. Por el contrario, la artista no se había esforzado en su vestuario, ya que había elegido un vestido largo negro en el que el encaje de sus pechos era lo que lo hacía más formal.

Su única preocupación era saber que Lisa estaría allí. Había pasado el día pensando en cómo no fue capaz de decir algo cuando tuvo la oportunidad, pero entonces recordaba que podían estar siendo vigiladas, y la rabia le consumía mucho más.

-"¿JenJen?" preguntó Nayeon a lo que ésta la miró confundida.

-"Mmm" dijo como respuesta.

-"Te preguntaba que si estás nerviosa" repitió la castaña, terminándose de pintar los labios.

-"La verdad es que sí" dijo sincera, soltando un suspiro mientras se levantaba de la cama de su prometida.

-"En el fondo yo también" sonrió ésta volviéndose hacia la artista. "No puedo creer que falte menos de una semana para nuestra boda" añadió cogiéndole las manos.

-"Yo tampoco" sonrió falsamente. "¿Nos vamos?" propuso tras recordar los 5 días que quedaban para ello.

Abandonando ella antes su habitación, Nayeon salió de ésta ya preparada y dispuesta a pasar una bonita velada. En cambio, la artista se quedó mirando en el espejo, su anillo de compromiso, mientras se revolvía su corta melena.

-"Hazlo por ella" suspiró, pensando en Lisa.

Misma que salía de su pequeña casa, después de despedirse de Luca, dispuesta a no dejarse llevar por las emociones que pudiera causarle esa noche. Pero su paso hacia su coche se vio detenido, al escuchar cómo su móvil producía el sonido concreto para la notificación de mensajes. Era de Julia.

adaptación- cenizas - JenLisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora