XXVII

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Después de aquella prolongada conversación que tuvo con su hermana en la que siguieron debatiendo el regalo de la rubia durante la cena, sin volver a mencionar sus dos temas débiles, siendo éstos sus padres y Jennie , Julia ayudó a Lisa en la búsqueda de alguna foto de ésta última y Rosé.

Obviamente no le había mencionado a su hermana menor ningún encuentro de los que había tenido con Jennie hasta el momento y tampoco tenía pensado hacerlo. Por el momento, eso era algo que debía guardar para ella. Nadie más tenía que conocer sus sentimientos hacia la morena de ojos verdes hasta que no los afirmara completamente. Sin saber que realmente sus dudas quedaron aclaradas con aquel beso.

Para su mala suerte se había desecho de todas las fotos y ante un suspiro de derrota sentándose en su antigua y polvorienta cama, pensó que había comprado el marco de madera para nada. Podría simplemente haberse ido de aquella casa que le traía tantos recuerdos a su mente siendo en su mayoría malos, pero en cambio, rebuscó entre sus antiguas pertenencias algo que sí pudiera usar a cambio.

Tras media hora de búsqueda, encontró bajo un montón de libretas dentro de un cajón, una de tamaño cuartilla. Lisa frunció el ceño al verla puesto que no la recordaba como algo de clase, ni tampoco un diario porque no los utilizaba. Fue abrirla y saber qué era mientras curvaba un tanto los labios.

La mayor de los Manobal tenía un problema en clase y éste era que hablaba mucho. Siempre la habían regañado los profesores por ello, porque, a pesar de sacar buenas notas y ser muy inteligente, se entretenía con la primera mosca que pasaba. Eso incrementó aún más al sentarse junto a Rosé en las clases que compartían juntas. Por eso mismo, tenían una libreta por las que hablaban. No pudo evitar leer una hoja al azar después de soplarle el polvo de la tapadera.

-"¿Tienes el ejercicio 7?"

-"No pienso pasarte de nuevo mis deberes Roseanne"

-"Por favor Limario, prometo traerlos mañana ): "

-"¡Eso dijiste ayer!"

-"Te doy parte de mi almuerzo"

-"Cógelos, pero que sea la última vez"

-"Eres la mejor amiga del mundo, Limario"

Nada más haber leído aquello, un nudo se hizo en su garganta recordando cómo al día siguiente tampoco los llevó, ni al otro, ni al siguiente. Así como tampoco pudo evitar reprimir una triste sonrisa. La mejor amiga del mundo. Ese apodo se le había quedado grande, al igual que toda la situación.

-"¡Lisa ven!" la llamó su hermana desde la planta baja.

Sin querer echarle ningún vistazo más al cuaderno tamaño cuartilla, lo guardó en su bolso antes de bajar. Al llegar, encontró a su hermana sosteniendo un viejo álbum de fotos con una triste sonrisa. En el fondo, Julia echaba demasiado de menos el pasado de Lisa .

-"Pensaba que se habían desecho de él" suspiró la mayor de las hermanas refiriéndose a sus padres.

-"Yo también, pero creo que puede haber alguna con Rosé. Al fin y al cabo, es tuyo" explicó la veinteañera acercándoselo.

Nada más abrirlo se mordió su labio inferior para reprimir las lágrimas. Cuando su hermana se había referido a este como 'suyo' esto se debía a que eran fotos de ella desde que era un bebé hasta la edad en la que comenzó su infierno. A partir de ahí, fue Lisa la que rellenaba las páginas restantes, no su madre, como siempre había hecho.

Pasando las páginas notando la atención de Julia puesta en ella, no pudo reprimir una lágrima cuando sus ojos se posaron en una foto de ella con sus padres dándoles éstos un beso en cada una de sus mejillas. Echaba de menos los recuerdos, no a ellos.

adaptación- cenizas - JenLisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora