adaptación- cenizas - JenLisa

LVIII

En ese instante, Jennie se pausó al darse un fuerte golpe con la realidad. Su exnovia le estaba hablando en presente y no podía creerlo por mucho que le gustase. No podía confiar en sus palabras porque lo veía ilógico. No quería ilusionarse porque sabía que le estaba mintiendo.

-"No saben lo que es tenerte en frente, sabiendo que te perdí"

-"Para" pidió, intentando aclararse.

-"Sabiendo que ya no eres mía" siguió Lisa, incapaz de detenerse.

-"Para, por favor" pidió de nuevo queriendo no escucharla.

-"No saben lo mucho que duele verte enamora de otra que jamás te querrá como te quiero yo, Jennie" soltó, dejando un alivio dentro de ella que pronto daría paso a un fuerte dolor.

-"¡Cállate!" gritó sin creerla, dirigiéndose velozmente hacia las escaleras en forma de caracol.

-"¡Jennie, espera!" gritó también Lisa, corriendo detrás de ella.

Pero ésta no se detuvo hasta que pasaron unos cuantos metros y la odontóloga decidió soltar la verdad. No se detuvo hasta que aquellas palabras retumbaron en sus tímpanos creando una fuerte confusión en su interior. No se detuvo hasta que la escuchó.

-"¡Yo sí te amaba!" le admitió de una vez por todas, con fuertes lágrimas cayéndole por las mejillas. "¡Estaba enamorada de ti pero no lo sabía!" añadió en el mismo tono.

Fue entonces cuando Jennie, con el corazón en un puño, comenzó a caminar de vuelta a Lisa entre sollozos, los cuales no se escuchaban por el fuerte oleaje. No entendía nada, y aunque toda aquella situación la estuviera volviendo loca, tenía que entenderlo porque no podía seguir viviendo así.

-"¿Qué-qué has dicho?" preguntó, a un metro de distancia, limpiándose las lágrimas.

-"Ellos me dijeron que no servía para nada, ni si quiera para amar" explicó en un hilo de voz. "Me hicieron creer que no po-podía estar enamorada de ti cuando sí que lo estaba" explicó, con miedo a que volviese a huir.

Jennie, con un fuerte dolor de cabeza que solo le provocaba más lágrimas, dio varios pasos hacia delante. Lisa, creyendo que ésta iba a dejar su mano marcada en su mejilla, cerró los ojos fuertemente mientras agachaba la cabeza. Lo único que la mantenía en pie era saber que había tenido el valor suficiente para decirle la verdad, aunque fuese de aquella forma.

-"¿Desde cuándo lo sabes?" preguntó mirándola fijamente con aquellos penetrantes ojos verdes llenos de lágrimas. "¿Desde cuándo, Lisa?" repitió, elevando la voz.

-"Desde esta mañana" pensó, abriendo los ojos para encontrarse con aquella mirada que solo le producía miedo. "Desde que comencé a preguntarme por qué soy capaz de estar enamorada ahora, y no antes" admitió con parte de razón.

Fue aquella frase, compuesta por 16 palabras, la que hizo que Jennie rompiera la distancia que había entre ellas, pero no para golpearla tal y como Lisa pensaba que iba a hacerlo antes de cerrar los ojos. Sino para buscar sus carnosos labios, y fundirse en ellos.

Click.

Había estado durante todo el día conteniéndose pero aquella última conversación fue la gota que colmó el vaso. Jennie no pensaba en lo que estaba a punto de ocurrir, simplemente se dejaba llevar mientras notaba cómo los labios de su exnovia temblaban bajo los suyos.

Pronto, el beso se profundizó hasta tal punto de que sus ásperas lenguas se rozaban. Lisa, con cautela, atrajo a la artista más hacia ella posando su pequeña mano en la nuca tatuada de ésta. No era un beso hambriento, ni tampoco uno lento. Simplemente era uno cargado de sentimientos donde si tuvieran los ojos abiertos, se podría observar cómo cada una tenían las pupilas dilatas por la excitación y felicidad que éste les suponía.