XIV

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En cuanto Jennie se giró quedando con su mirada fija en los profundos ojos marrones de Lisa al escuchar sus palabras, ésta supo que había merecido la pena no ser una cobarde tan solo por volver a ver tan cerca las distintas tonalidades de sus gatunos ojos verdes.

Tenía que inventar algo rápidamente, pero le resultaba bastante difícil debido al hecho de que la más alta la miraba frunciendo un tanto el ceño intentando averiguar por qué la había detenido. Lisa quiso decir cualquier cosa, pero Jennie siendo menos paciente se le adelantó.

-"Sigo esperando" dijo la de gatunos ojos verdes encogiéndose de brazos tapando con ello el tatuaje de su antebrazo.

Si antes no sabía qué inventarse, después de escuchar aquello mucho menos, por lo que soltó un suspiro y admitió el motivo por el que realmente la había hecho detenerse impidiéndole ir.

-"Hace muchos años que no visito una feria medieval y me preguntaba si..."

-"Lisa tengo cosas mejores que hacer" la cortó Jennie provocando un malestar en la más bajita.

Un fuerte dolor se produjo en su pecho después de oír su respuesta. Claro que tendría mejores cosas que hacer antes que visitar una simple feria con ella. Pero muy en el fondo sabía que no podía dejarla ir, no esa noche, por lo que hizo algo que contadas veces hacía: suplicar.

-"Por favor" pidió sin dejar de mirarla en ningún momento a los ojos.

Jennie soltó un pequeño suspiro y apartó su mirada de los profundos ojos de Lisa para fijarla en la pantalla de bloqueo de su teléfono móvil. Acto seguido, rodó los ojos y volvió a fijar éstos en la chica frente a ella.

-"Está bien" aceptó sin más provocando una sonrisa en la de profundos ojos marrones que tuvo que reprimir para que no se notase su entusiasmo.

Pocos segundos después, se encontraban recorriendo los distintos puestos de la feria medieval una detrás de otra quedando Jennie al frente. Lisa estaba bastante nerviosa, no por lo que acababa de suceder, sino por el hecho de haber hecho que sucediese. Ella no era así, ella era una cobarde. No sabía qué la había llevado a suplicarle o al menos no lo quería admitir.

Con el olor a incienso entre la multitud, anduvieron de puesto en puesto. La más bajita realmente estaba asombrada debido al hecho de que aunque hubieran pasado los años, la feria seguía manteniendo el mismo orden. Caminaron pasando por puestos de libros, de dulces, de especias, de quesos, de juguetes de madera y por último llegaron a la zona de abalorios.

Ninguna de las dos había comprado nada y mucho menos habían mantenido una conversación. Jennie se había limitado a caminar delante de Lisa en silencio sosteniendo en la mano del anillo de compromiso su teléfono móvil, moldeando en alguna ocasión su corta melena. A la más bajita le sorprendió el hecho de cómo seguía manteniendo los mismos gestos lo cual provocó que curvase levemente la comisura de sus labios.

Pocos segundos después de entrar en dicha zona, Lisa no pudo evitar pararse en uno de los puestos de abalorios. A parte de esto, estaba compuesto por varias pinturas medievales y algún que otro instrumento musical como unos timbales. Era un puesto más completo que los de su alrededor, pero no fue en esto en lo que la más alta se fijó, sino en los collares que decoraban la parte inferior de éste.

El anciano dependiente de corto y rizado pelo canoso que vestía un camisón del mismo celeste de sus ojos poco visible por sus gafas graduadas, le regaló una sonrisa mientras hablaba con otra señora. Jennie al notar que Lisa no la seguía, se pausó al lado de ésta intentando detectar qué era en lo que la más bajita prestaba su atención. Hasta que lo vio.

-"Solías tener uno igual" comentó Lisa en voz alta sin dejar de mirar el collar con una cruz negra colgada de éste.

-"Sí" respondió sin más sin dejar de mirarlo como si una mezcla de recuerdos acabara de inundar su mente.

adaptación- cenizas - JenLisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora