XLVI

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Los dos primeros días habían pasado tranquilamente. La piel bronceada comenzaba a notarse en los cuerpos de todos, excepto de Jennie quien seguía un tanto pálida. Lisa había comenzado con sus clases de surf pero su torpeza natural le impedía aprender a un ritmo normal.

El cumpleaños de Irene iba a celebrarse al final de la semana siendo para ésta una sorpresa. Según habían acordado delante de la más bajita, iba a ser el segundo fin de semana que pasarían allí, pero en cambio sería el primero. Namjoon no quería olvidar ningún detalle importante, estaba muy emocionado y todas sabían por qué, excepto la misma Irene.

A pesar de agotar sus energías durante el día, Lisa se había escapado cada noche al apartamento de Jisoo, Irene, y Rosé para practicar con ésta última alguna que otra canción con un piano que habían alquilado. En esos momentos, la odontóloga no podía dejar de sonreír ya que parecía que el tiempo no había pasado entre ellas. Cerraba los ojos y volvía a ser la Lisa adolescente que ella misma añoraba.

Pero la noche del tercer día iba a ser distinto. Habían pasado toda la tarde en la piscina dejando sus prácticas de surf para el día siguiente. Jennie había hablado poco con todos. Se había pasado los últimos dos días frente a un lienzo, que seguía en blanco, mientras llenaba el cenicero. Algo le ocurría. Estaba más distante, más pensativa.

Y en eso pensaba Lisa mientras estaba echada en una de las hamacas que rodeaba la piscina. Quería paz y tranquilidad, pero sobre todo dejar la mente en blanco. Hecho que se vio interrumpido al notar la silueta de Jennie en la terraza de su apartamento. Fue suficiente para que decidiera pasar más tiempo allí.

Su exnovia llevaba un bikini con ambas partes en color negra. El aspecto físico de ésta había mejorado bastante con los años, consiguiendo exponer un marcado abdomen por el que Lisa deseaba dejar un rastro de besos. Tuvo que cerrar los ojos para evitar pensar más en ellos. Sentía lujuria.

-"Se te van a salir los ojos" susurró Julia sentándose junto a su hermana en las hamacas, aquella noche de agosto.

-"No sé de qué me hablas" mintió haciéndose la tonta.

La artista tenía por acompañante un pequeño caballete desde el cual podía pintar sentada. Había pasado ahí casi una hora, la misma que Lisa llevaba observándola sin que ésta se diese cuenta. Estaba tan hermosa a la luz de la luna que no pudo evitarlo.

-"¿Habéis vuelto a hablar de eso?" preguntó la menor refiriéndose a la 'segunda oportunidad'.

-"No y en el fondo me duele" admitió dando un suspiro mientras se acercaba al borde la piscina. "No es que no quiera aceptarla Lia, es que no puedo tener solo una amistad con ella" admitió tocando con el pie derecho la templada agua de ésta. "No puedo..." volvió a susurrar.

Julia en ese instante encogió los labios. Se suponía que aquellas vacaciones habían sido propuestas para que su hermana y la artista se acercaran más entre ellas, pero dados los hechos parecía ser más complicado de lo que pensaba. Esa vez no supo qué decir, por lo que simplemente se sentó en el borde de la piscina notando el agua hasta las rodillas. Lisa se mantuvo de pie.

-"En el fondo lo comprendo" habló finalmente en un tono bajo que solo ellas dos podían oír. "Yo tampoco podría y realmente te admiro, no sé cómo aguantas" suspiró salpicando un tanto los pies.

-"Porque la amo" dijo Lisa en un tono bajo mientras se acomodaba su larga melena con ambas manos.

Hablar de sus sentimientos frente a su hermana ya no era ningún inconveniente. Realmente decir lo que pensaba en voz alta le ayudaba a afrontar la situación, y seguir hacia delante. Pero había algo de lo que la odontóloga estaba completamente segura: ella no iba a estar siempre esperando.

adaptación- cenizas - JenLisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora