Amenazas

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A la mañana siguiente, lo primero que hicimos al llegar a la academia fue dirigirnos a la oficina de la directora. Fassier pasó por todos, pero el camino de ida fue silencioso, los moretones de él y Alden eran aun más notables en ese momento.

-quiero que me den su versión de la historia- dijo la directora Lorett mientras se recostaba de la silla color negro que se encontraba detrás de su escritorio.

Entrelazó los dedos de ambas manos y los recostó de la madera oscura de su escritorio.

Todo en ese lugar estaba hecho con madera oscura, definitivamente se podía notar su estilo con facilidad, desde la decoración hasta su ropa.

Los cuatro nos encontrábamos frente a ella, intentando organizar nuestras palabras para explicar lo que había pasado.

Alden con toda la calma que pudo explicó todo, desde que el profesor nos dio las notas, hasta que nos fuimos de la enfermería el día anterior. Ella se limitó a escuchar atentamente y asentir.

El profesor Darius estaba de pie en una de las esquinas de la gran oficina, parecía molesto, sus ojos nos miraban fijamente mientras la historia era contada. Sus dedos se entrelazaban unos con otros intentando fijar su atención en ellos, se notaba irritado y molesto, su mandíbula se tensaba cada que Alden mencionaba los golpes y las amenazas del grupo de Phillip.

-y dicen que eran los protegidos de Odín...- fue lo siguiente que dijo la directora Lorett luego de que Alden terminara.

-Si...-Willow contestó.

La directora asintió, inclinándose un poco sobre su escritorio y apoyando la cabeza de sus manos con los dedos aun entrelazados.

-tendremos que escuchar la versión de sus compañeros antes de decidir lo que va a ocurrir-suspiró luego de unos segundos.

En su escritorio, una pantalla se iluminó y presionó un pequeño botón, empezó a sonar un pequeño zumbido de llamada.

- Nadia, llama al joven Hale y su grupo, por favor.

Fruncí el ceño, los haría bajar aquí... ¿frente a todos nosotros?

-¿Los traerá aquí?- Fassier abrió los ojos de par en par.

-¿No puede hablar con ellos cuando no estemos nosotros?- Pregunté.

Ninguno quería verlos de nuevo, Alden aun tenía problemas para pararse derecho, no iba a ser buena idea que vieran lo mucho que nos afectaron, ya debían saber que los delatamos con la dirección y que ahora nos vieran a todos en esa oficina iba a empeorar las cosas.

Esto cada vez se volvía más en nuestra contra.

-No tengo razón de dudar de ustedes o sus palabras, pero necesito que estén juntos y busquemos una manera de resolver lo que haya pasado- dijo la directora Lorett- cuando el Profesor Darius vino a reportar el incidente hice que la seguridad de la Academia revisara las cámaras de vigilancia... pero nada se mostró en ellas.

Fruncí el ceño.

-¿Cómo es eso posible?- el profesor Darius dio un paso hacia delante.

-Todas estaban funcionando perfectamente, y solo los muestran a ustedes pasar por los pasillos y dirigirse a las canchas... pero eso es todo, luego vuelven a aparecer minutos después... nadie más.

-hay cámaras en cada pasillo y piso de este enorme castillo... ¿y aun así no lograron ver a ninguno de los que nos atacaron? -Alden había cerrado las manos en puños.

Empezaba a molestarse.

Tomé la manga de su camisa para mantenerlo a mi lado, tenía que controlar su genio, aun más frente a la directora.

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