Todos o ninguno

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Me había encerrado en el laboratorio de robótica. Mis manos temblaban mientras mi pecho batallaba para meter aire en mis pulmones, mi boca estaba seca, mis ojos lentamente se llenaban de lágrimas. Todavía podía sentir las emociones de Phillip mezclarse con las mías.

-¿Qué ocurre?- Aris había aparecido, me tomó de los hombros para detener mi caminata por el salón.

Empujé sus manos y retrocedí, mis labios temblaban, no sabía por donde empezar. Por primera vez en un par de semanas, su presencia me inspiraba miedo.

-Estuviste maravillos...

-¿Estás loco?- solté. Lágrimas recorriendo mis mejillas.

Su rostro lució confundido por un segundo.

-Me... besas... y luego, lo que pasó con Phillip- no podía organizar mis pensamientos.

-¿Qué es lo que más te preocupa?- suspiró dando un paso hacia mi- Que te haya besado, o que probaste un poco de mi poder

Respiraste hondo, sin saber qué responder. Tu moral te decía que hacerle eso a Phillip había estado mal. Tus sentimientos querían hablar del beso.

-Yo... ¿Ambos? - suspiré, llevando las manos a mi cabello, peinándolo hacia atrás.

Se rio.

Dio un paso hacia delante, pero volví a retroceder, estirando mi mano hacia enfrente para que se detuviera.

Sus ojos lanzaron un destello justo antes de que tomara mi muñeca y me empujara hacia la pared que tenía atrás. Mi espalda golpeó contra la pizarra, la muñeca en sus manos quedó sobre mi cabeza y con la otra mano, tomó mi barbilla y la alzó hacia su rostro.

-Respóndeme...- susurró, inclinándose hacia delante- ¿Cuál es el problema?

-No... fue correcto- solté.

Dirigí la mirada hacia sus labios, y él se dio cuenta, una media sonrisa juguetona cruzó su rostro.

-¿Tienes miedo?

-No...

-Los latidos de tu corazón me dicen lo contrario

-¿Todo es un juego para ti?- tensé la mandíbula.

-Claro que...

La puerta de la habitación se abrió de repente, el rostro preocupado de Willow se asomó por ella y al verme volvió la mirada hacia el pasillo.

-¡Aquí está!

Aris me soltó y retrocedió un par de pasos. Tanto Fassier como Alden entraron corriendo detrás de Willow. Habían estado corriendo, sus respiraciones estaban aceleradas y las gotas de sudor en sus frentes mostraron que tenían un tiempo buscándome.

-¿Qué fue lo que pasó allá?

-¿Qué fue eso?

-Tus ojos... fue como si se envolvieran en llamas.

-¿Estás bien?

-¿Qué hiciste?

Los tres empezaron a hablar y preguntar con rapidez, no entendía nada. Sus expresiones asustadas de momentos atrás habían sido reemplazadas por curiosidad pura.

Sus ojos pasaron de mí, a Aris a mi lado. Se había vuelto visible para ellos.

Todos guardaron silencio.

-¿Quieren destruir a La Marea?- preguntó, dando un paso hacia ellos.

Los tres retrocedieron.

-¿Cómo?- Willow llevaba su mirada de Aris hacia mí.

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