Abrí los ojos de repente, y me senté en lo que pude identificar, era una cama con sábanas azules.
Mi respiración estaba acelerada y podía sentir los latidos de mi corazón ir a toda velocidad, cerré los ojos al sentir una punzada de dolor que viajó de un lado a otro de mi cabeza.
-¡Hey, hey tranquila!- Willow se levantó de la silla que se encontraba al lado de la cama y me tomó de los brazos para calmarme.
-¿Qué...?-fruncí el ceño, mirando hacia los lados.
Parecía una habitación de hospital, y al bajar la mirada hacia mi brazo, pude ver una aguja conectada a mi mano y una bolsa de un líquido transparente conectada a ella, colgada del porta suero.
Mis manos estaban cubiertas en vendas, al igual que mi hombro.
No sentía dolor, no sentía nada, me debieron dar bastantes medicamentos.
-todo está bien, estás bien, estás a salvo- dijo Willow con una voz dulce.
Un destello de lágrimas apareció por el rabillo de sus ojos, pero una pequeña y aliviada sonrisa salía de sus labios.
-¿Dónde...Qué ocurrió...?- pregunté.
-Estás en el hospital, la... la ambulancia llegó unos minutos después de que te desmallaras- dijo, asintiendo.
Sus ojos no se separaban de los míos.
-¿No te duele nada? ¿Cómo te sientes? - preguntó, revisando mi cuerpo con su mirada.
Sus ojos se quedaron fijos en mis manos, podía ver las marcas negras en ellos.
-esto...
-no tienes que explicar si no quieres... está bien- asintió volviendo la mirada hacia mis ojos.
Asentí, llevando una mano a mi cabeza, la punzada no quería desaparecer, era lo único de mi cuerpo que parecía estar batallando, sentí un par de vendas en la frente y recordé el golpe contra los ladrillos de la pared.
-¿Cuánto tiempo...?
-poco más de cuatro horas- dijo.
Respiré hondo.
-Alden...- alcé la mirada hacia ella.
Tensó la mandíbula y se separó un poco de mí.
Sentí mi estómago dar un vuelco, esperando lo peor, su mirada no me decía nada bueno.
-sigue...vivo- asintió, pero con la mirada baja- su... su corazón se detuvo en la ambulancia, pero lograron volverlo hacer latir unos segundos después... ahorita, se encuentra en cirugía, lleva ya... cuatro horas ahí...Frassier está en la sala de espera.
Cerré los ojos asintiendo, al menos había llegado con vida al hospital.
Me cubrí los ojos con las manos y respirando hondo me quité la sabana azul y bajé de la cama, colocando los pies en el frío piso.
-Yen...
-no me puedo quedar aquí acostada- negué con la cabeza.
Noté como tenía un pantalón y camisa de un color crema, el uniforme de los pacientes. Me coloqué las zapatillas de hospital y tomando el porta sueros empecé a rodarlo hasta que quedara a mi lado, para no quitarme la aguja de la mano.
-deberías descansar- suspiró Willow.
Abrí la puerta del cuarto y me dirigí hacia los ascensores, los quirófanos estaban en el tercer piso, así que al subir presioné ese botón, Willow me siguió con velocidad, manteniéndose cerca por si acaso.
ESTÁS LEYENDO
Claroscuro
FantasyTodos los jóvenes que cumplen la mayoría de edad deben elegir un dios de la luz o de la oscuridad como su guía. Yena lo sabía, pero ese día llegó más rápido de lo que pensó y tomando una decisión al azar, terminó con un Dios sin nombre a su lado y u...