Tuve que regresar a casa sola esa tarde, o al menos eso era lo que creía, podía sentir su energía rodearme todo el recorrido, como si estuviera ahí, solo que no a la vista. Supuse que podía hacer eso, claramente podía elegir quien podía verlo, pero no quería creer que incluso si no lo veía con mis ojos, podría estar alrededor.
Pero cada vez que me dejaba sola, había dos momentos muy diferentes, cuando no estaba, y cuando incluso cuando no lo veía, su energía era tan fuerte como para notarlo.
No quería mostrarlo, o mencionarlo.
Al menos de esa manera, si era cierto que se mantenía a mi lado, podía saber cuándo estaba presente, no quería que hiciera algo para ocultarse mejor.
El resto del fin de semana pasó casi sin sentirlo, el domingo solo fui a trabajar, y al regresar a casa tuve que hacer toda la tarea y proyectos que en la semana había estado muy ocupada para terminar.
-Yena... alguien te busca en la puerta- Nana había entrado a la habitación esa mañana del lunes, justo antes de que terminara de arreglarme para la academia.
No me había dado cuenta de que se había levantado tan temprano, pero lucía animada, podía ver a Jux paseando por entre sus piernas y ronroneando.
-¿Quién?
-dijo que era tu compañero de la escuela- se inclinó hacia delante y tomó a Jux entre sus brazos, acariciándolo entre las orejas.
Fruncí el ceño, terminando de calzar los zapatos en mis pies y tomando la mochila bajé las escaleras; justo en la puerta pude ver a Alden, mirando hacia los lados.
-hey... ¿Ocurre algo?- pregunté, viendo como me dedicó una pequeña sonrisa cuando me vio bajar las escaleras.
-toma tu desayuno, nos están esperando- me indicó con la mirada la calle fuera de la casa.
Me incliné un poco hacia un lado, mirando un auto color verde oscuro estacionado en frente. Fruncí el ceño, pero al segundo vi la ventana del copiloto bajar, Frassier y Willow se hallaban sentados en los asientos del piloto y copiloto respectivamente.
-vamos, vamos- Alden me apresuró- llegaremos tarde.
Asentí, mirando por algunos segundos más la sonrisa de los otros dos desde el auto, me apresuré a la cocina y tomé un par de barritas de cereal que Nana mantenía en una caja.
-¡nos vemos en la noche Nana!- alcé un poco la voz para que me escuchara en el piso de arriba.
Le indiqué a Alden que saliera y tomé mis llaves de la mesita.
Nos apresuramos a entrar a la parte de atrás del auto y con un estruendo, el auto salió de la entrada de mi casa.
-¿Qué es esto?- me incliné un poco hacia delante, mirando a Fassier que con dificultad se abría paso entre los autos de la calle.
-mis padres tenían miedo de lo que estaba pasando, así que decidieron darme el auto viejo de la familia...- Frassier entornó los ojos cuando un auto decidió meterse en su camino- ¡Este idiota...!
-¿Seguro que te dieron la licencia?- Willow se sujetó del cinturón de seguridad con fuerza.
-si, si... la conseguí hace un año.
-¿Y decidiste pasar por todos antes de la Academia?- seguí preguntando.
-mis padres me dieron esto para no tener que usar el transporte público y no estar tan desprotegido en la calle... y ustedes están pasando por lo mismo que yo, así que esto parecía lo correcto- musitó mientras se enfocaba en unos peatones que cruzaban la calle.

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Claroscuro
FantasiTodos los jóvenes que cumplen la mayoría de edad deben elegir un dios de la luz o de la oscuridad como su guía. Yena lo sabía, pero ese día llegó más rápido de lo que pensó y tomando una decisión al azar, terminó con un Dios sin nombre a su lado y u...