LUCES DE COLORES

660 42 24
                                    

--------------------------------------------------💜💜💜-------------------------------------------

Mi móvil empezó a sonar.

Estaba tirado en el sofá, mirando a la nada. Todavía no me sacaba de la cabeza el comentario de Akira. ¿Realmente ella tenía alguna intención de conquistar a Rubén? Aunque bueno, tampoco era algo que me importase a mí, ¿no?. Rubius podía hacer lo que quisiera...

Lo cogí, y miré el contacto. Hablando del rey de Roma...

- ¿Qué pasa Chiqui?

- Hola Vegetta. Escucha, ya sé que es una petición... extraña. Pero ¿crees que podrías venir a mi casa esta noche?

- Había quedado con los chicos para ver la luna. Me parece que ya lo sabías...

- Sí... pero es que... realmente no contaba con Nieves, y me gustaría que alguien más estuviera aquí con ella. Para que no sienta que solo somos nosotros dos.

Vegetta suspiró.

- No sé Rubius... ¿Qué les digo a los demás?

- La verdad. Que Nieves necesita compañía...

- Entonces vendrán todos.

- ...pero no tanta.

- Doblas...

- Porfavor Vege... hazlo por mí. De verdad que te necesito.

Rubius le había dejado en una situación un tanto complicada. ¿Qué hacía? Miró el teléfono unos segundos, antes de contestar.

- ¿A qué hora?

- La luna empieza a las 11 y termina a la 1. ¿Sobre las diez y media?

- ...

- ...

- Está bien, pero me debes una.

- ¡Gracias Vegetta amigo! ¡Grande!

- De nada Doblas

Pero antes de que colgara, la voz de Rubius sonó una última vez por al aparato.

- Ah, y también estará Akira.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

- ¿Vienes todos tus amigos? - Preguntó la chica, con una sonrisa un tanto incómoda plantada en el rostro.

Rubius sonrió.

- No, tranquila. Solo serán dos.

Ella pareció animarse un poco.

Rubén sabía de sobra que le preocupaba que hubiera demasiada gente. Tenía miedo de abrirse a conocerlos tan rápido. Por otra parte, también sabía que la iba a dejar sola aquella noche. Aún tenía que buscar la excusa. Por eso había pedido a Vegetta y Akira que vinieran. Ambos podrían cuidar de Nieves sin hacer demasiadas preguntas, y en caso de que algo pasara... en fin, después de todo, esos dos eran un buen equipo. Casi pareja. De hecho, a Rubén no le sorprendería que estuvieran juntos. Sonrió ante la imagen de su amigo enamorado de aquella chica tan guapa, y después suspiró, mirando a Nieves.

Lo suyo no funcionaría. Nunca. Y ninguno de los dos sentía ningún tipo de atracción romántica hacia el otro. Pero se querían como hermanos. Bueno, se habían criado juntos.

Rubén se levantó del sofá, dejó el móvil en la mesita, y rodeó a Nieves entre sus brazos, con un afecto tierno y cariñoso.

- Te he echado mucho de menos Nieves.

Tras la máscara - RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora