- También podrías haber mirado por la ventana - Mónica miraba al chico con una ceja levantada. Vamos, no creo que fuera tan difícil.
- Ni siquiera lo he pensado Mónica - Repuso Rubius, mientras se quitaba la sudadera, que estaba hora empapada, y se la ataba a la cintura.
Estaba en la clínica de Rubius. Había salido corriendo en cuanto leyó el anuncio, y no se había parado a pensar que clima haría. Al salir, solo le cayeron un par de gotas, de modo que no le dio importancia. El problema vino cuando se puso a llover a lo bestia, y su capucha lo le protegía lo suficiente. Se había tropezado siete veces entre la lluvia. Dos por resbalones, y las otras cinco por correr con los cordones desatados. (Realmente necesitaba clases de hacer nudos) Al menos, había llegado a la clínica sin demasiados rasguños. Lo único que tuvo que añadir otras dos tiritas a sus manos, pero ya estaba más que acostumbrado. Normalmente tenía una media de 8 tiritas entre las dos manos. Aunque había días que pasaban de 12. Pero ese era otro tema.
Le había dejado el desayuno preparado a Nieves, con una notita: "Vuelvo enseguida Niv, solo he salido para hablar con Auron, que me debe un tarro de miel. Así esta tarde hacemos dulces juntos. Disfruta el desayuno - Rubius"
- Tienes el pelo como si acabaras de meter la cabeza en u pozo.
- No hace falta que lo repitas - Se pasó una mano por el pelo, mirándose en el espejito que tenía Mónica colgado en una de las paredes de la recepción, e intentando arreglar aquel desastre.
- Bueno... entonces vienes a ver a Auron? - Preguntó la chica.
- Más bien a que me vea él a mi... vengo por todo lo que ha montado de psicología.
- Si eres otro de los que viene a decirle que es un bruto y que lo de psicólogo se lo ha sacado de...
- No, no es eso. Tranquila.
- Es que si lo fuera ya te estabas largando... Ahora le aviso, pasa mientras a su despacho. Está al fondo a la derecha. Es el que tiene la placa dorada con "Dr. Raúl", y abajo un cartelito colgando con:
"No admitimos calvos subnormales, gracias- Auronplay"
- Ah... interesante descripción.
- Tú ve para allá que yo ya le llamo.
- Gracias.
El chico empezó a andar hacia la puerta que le había dicho Mónica, cuando de repente ella le gritó:
- ¡Rubén espera! - Se giró, con una ceja levantada - Por favor, límpiate la suela de los zapatos antes de entrar. Que luego me lo llenáis todo de barro.
Él se limitó a asentir, y con eso abrió la puerta, mientras Mónica volvía a lo suyo.
Auron llegó a los cinco minutos.
Abrió la puerta de una patada, con lo que se partió una de las placas de metal que la sujetaban.
- ¡Mónica! - La llamó él - ¡Vuelve a llamar a los de las puertas! ¡Esta también ha salido defectuosa!
- ¿¡Y si probaras a dejar de entrar a patadas como un descerebrado!? ¡Ahórrate las entradas épicas Auron!
- Sí, sí, lo que tu digas... pero ve llamando al que administra las puertas. Que me traigan otra.
Con eso se sentó frente a Rubius.
- Perdona este imprevisto Rub. Pero es que no sé que les pasa a estas puertas, que se rompen sin apenas tocarlas. Me están saliendo todas con defectos.
A Rubius le llevó unos cuantos parpadeos seguidos darse cuenta de lo que Auron le estaba diciendo. Prefirió no discutirle el punto, y fue al grano.
- Vengo por el anuncio que pusiste en el periódico.
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Tras la máscara - Rubegetta
FanfictionVegetta, uno de los héroes de Karmaland se pierde en el bosque intentando cometer una ilegalidad (su pequeño secreto), pero las cosas cambian completamente cuando un chico enmascarado lo salva de la muerte. Junto con su vecino Rubius, intenta descub...