Hickey

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Contra todo pronóstico y para sorpresa de Soobin, Yeonjun acepta la idea de la cita doble. Él mismo le comunica su decisión, una mañana luego de uno de sus encuentros.

— Nunca me dijiste que eras amigo de Kai — comenta mientras se arregla los pantalones. Soobin está sentado en el piso frío de la habitación de Yeonjun, tratando de controlar el temblor de sus piernas y pensando que excusa les dará a los profesores de sus primeras clases para explicar su ausencia. Apenas y comprende las palabras que salen de la boca del contrario.

— ¿Qué? — pregunta, distraído. Yeonjun lo mira y ríe levemente.

— ¿Acaso así de bueno soy? — pregunta orgulloso.

Soobin se sonroja pero no dice nada. No piensa inflar más su ego.

— ¿Entonces? — insiste Yeonjun.

— ¿Kai? — comienza Soobin. —Bueno, no preguntas nada de mi vida fuera de lo que sea que tenemos entre nosotros y tampoco creí que ustedes se relacionarían, así que no tenía sentido mencionarlo — dice encogiéndose de hombros y levantándose con dificultad. Más tarde su espalda lo va a odiar.

— Pero sabes que me gustan los chicos lindos — dice Yeonjun con una sonrisa. — Pudimos haber hecho un trío.

Soobin se obliga a reírse de lo que espera sea una broma por parte del contrario. Su estómago se encoge ante la idea de compartir a Yeonjun con Kai y eso lo hace sentirse aún peor.

— Tienes razón — murmura y comienza a vestirse.

— Si la cita sale bien los cuatro podríamos terminar la noche aquí, en mi departamento — agrega Yeonjun cuando Soobin está por irse.

— ¿Cita? — pregunta.

— Sí. Tu amigo comentó algo sobre una cita doble o algo así.

Soobin no creyó que Kai de hecho se lo preguntaría. Debe admitir que su amigo tiene más agallas que él.

— ¿Vas a ir?

Yeonjun lo piensa brevemente.

— Sí — responde, su mirada llena de diversión por el temor que sus ojos reflejan. — Será divertido.


Su cita es un chico llamado Sungchan de su clase de filosofía. Es agradable, guapo y si Soobin no estuviera tan obsesionado con Yeonjun quizá ya serían una pareja desde hace meses.

Kai les pidió reunirse en un discreto bar de la zona a las nueve.

Sungchan y él llegan a la hora acordada, pero no logran ver a los otros por ningún lado. Deciden entonces pedir sus bebidas y pronto se sumergen en una conversación ligera y amena que desafortunadamente no logra desvanecer sus nervios.

Cuando Kai y Yeonjun por fin llegan, tienen casi media hora de retraso. El cabello de su amigo está desordenado y su ropa algo arrugada. Sus labios lucen hinchados y un sonrojo cubre todavía su rostro. Es evidente que han tenido sexo antes de venir. Una punzada de celos atraviesa su pecho y tiene que beber de su copa de vino para evitar hacer un comentario al respecto.

Kai los presenta y ambos fingen que es la primera ocasión en la que se ven, como si ayer no hubiesen cogido en el auto de Yeonjun durante horas. Soobin le ofrece su mano, pero Yeonjun lo ignora y con una sonrisa en el rostro va directo a abrazarlo, apretando discretamente su trasero. Soobin se sobresalta, pero procura mantener una expresión tranquila.

No le ha dicho a Kai que lleva meses acostándose con su nuevo ligue. Lo intentó esa mañana, mientras su amigo se preparaba para la cita, pero no encontró las palabras adecuadas. Si es honesto consigo mismo, la verdad es que no quiere decírselo, a pesar de que se supone que entre ellos no hay secretos. Soobin sabe que definitivamente afectará su relación, aunque, en realidad, ninguno tiene la culpa de la extraña situación en la que se vieron enredados.

Yeonbin One shots (Pedidos Abiertos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora