Uno solo

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— Tu familia no va a matarme, ¿verdad? — Soobin intenta enderezar su corbata a pesar del persistente temblor en sus manos. Su entrada a la gala había sido bastante escandalosa. Todavía era capaz de sentir las intensas miradas de los invitados sobre él.

El príncipe ríe ligeramente, su mirada fija en las luces y la multitud reunida en el jardín a través de la ventana de su habitación. — No te preocupes — dice. — Mi familia no es así.

Soobin se relame los labios, mirándose al espejo de cuerpo entero situado en un rincón de la habitación. Está vestido con un traje negro, una ligera camisa de seda blanca y unos zapatos formales que probablemente cuestan más de lo que gana en una semana en su trabajo de medio tiempo.

— Okey — dice. — ¿Entonces que tipo de personas son? — pregunta, genuinamente curioso. Además de la poca información que la prensa de sociedad es capaz de publicar sobre la Familia Real, las personas del país conocen virtualmente nada sobre éstos últimos.

Yeonjun ignora su pregunta, en cambio acercándose a él con largos pasos. Deshace el nudo mal colocado de su corbata y se la quita, arrojándola al piso.

— Que horrible pedazo de tela — exclama. Soobin le permite desabrochar los dos primeros botones de su camisa y arreglar su cabello bien peinado, aunque más que peinarlo lo revuelve con sus dedos, dejándolo elegantemente desordenado.

— ¿Qué haces? — replica Soobin, alejando la mano del contrario de un plumazo. Los asistentes de Yeonjun habían pasado horas arreglando su apariencia específicamente para esa noche.

— No me golpees. Voy a besarte — advierte Yeonjun indiferente.

— ¿Q-qué? — Soobin exclama, dando un paso atrás. — Nunca dijiste nada sobre b-besarse — dice, sus manos inmediatamente cubriendo su boca.

El príncipe rueda los ojos, molesto. — Actúas como si nunca lo hubieras hecho... — Yeonjun lo mira fijamente y una sonrisa burlona aparece en sus labios — No me sorprendería si así fuera.

Ofendido por la insinuación, Soobin frunce el ceño — ¡C-claro que lo he hecho! — tartamudea — ¿Por quién me tomas?

Knock. Knock.

Ambos se giran hacía la puerta cerrada de la habitación. El semblante de Soobin se ensombrece, su corazón latiendo con fuerza en su pecho.

Yeonjun toma la barbilla del contrario y se inclina hasta que sus rostros están a escasos centímetros — Soobin, te juro que si me golpeas, te asesinaré yo mismo.

— Y-Yeonjun, creo que cambie de parecer.

El príncipe sonríe, divertido. — Demasiado tarde — dice. Sostiene a Soobin por la cintura y reclama sus labios, suaves y tibios. Lo besa despacio, afianzando su agarre en el contrario.

Sin dejar de besarlo, Yeonjun sostiene la mano de Soobin que no ha dejado de golpear su pecho. Se aleja brevemente para tomar aliento. — Solo un beso. Prometo no hacer nada más — dice, mirando de reojo el estrecho pasillo que conduce hasta la puerta. — Hicimos un trato.

Soobin muerde su labio inferior, sus mejillas coloreadas con un tenue rubor, al recordar la promesa que un par de días atrás había hecho con el príncipe.

— Solo un beso.

Es Soobin quién se acerca para juntar sus labios con los de Yeonjun. Empiezan despacio, con besos tiernos y manos curiosas que recorren lentamente sus cuerpos.

El príncipe se deshace de su saco, dejándolo caer al piso en mitad de la habitación. No puede evitar sonreír al notar lo inexperimentados que se sienten los besos de su compañero universitario. Definitivamente va a ser su perdición.

Yeonjun levanta a Soobin entre sus brazos con facilidad y cruza sin prisa la escasa distancia hasta la cama, dejándolo caer suavemente.

— Príncipe Yeonjun, su padre... — el hombre de pie en el pasillo jadea sorprendido. Se gira rápidamente. — Su majestad, creo que no es un buen momento...

— Hazte a un lado. Déjame ver a mi hijo — exclama con firmeza el rey, quitando a su secretario del camino. Al entrar a la habitación, su expresión se vuelve fría.

El rey está de pie en una esquina de la cama, su mandíbula tensa al ver los actos indecentes frente a él. — Choi Yeonjun — llama bruscamente, sus manos apretadas a sus lados.

Yeonjun ignora a su padre y continua besando al hombre bajo él, quién intenta desesperadamente alejarlo. Toma ambas muñecas de Soobin y las sostiene sobre su cabeza, inmovilizándolo, y sigue abusando sus labios.

— Choi Yeonjun — repite el rey, su tono más alto que antes.

Yeonjun baja sus labios por el cuello de Soobin, dejando besos húmedos por toda su extensión y ocasionalmente mordiendo la piel prístina de la zona. Está impaciente, empeñado en darle un buen show a su padre.

— Su majestad, el primer ministro lo espera en el jardín — susurra el secretario del rey.

Una ráfaga de furia cruza el rostro del hombre. — Me encargaré de ti después — masculla. Con eso, sale de la habitación, azotando la puerta tras de él.

Yeonjun sonríe, satisfecho con su escena, y afloja el agarre en las manos del contrario. Lo toma por sorpresa cuando Soobin lo empuja y le da un puñetazo en el rostro.

El príncipe cae de la cama, su mano sujetando su rostro adolorido. Subestimó a Soobin otra vez. — Para alguien que dice odiar ir al gimnasio, vaya que tienes bastante fuerza — señala, abriendo y cerrando la boca en un intento por deshacerse del dolor.

— T-tu padre.... el r-rey... nos vio — balbucea Soobin son los ojos abiertos de par en par. — ¡Dijiste que solo sería un beso! — grita, temblando de frustración.

Yeonjun se acerca a la cama, se cuerpo inclinado de manera que queda cara a cara con Soobin, sus ojos fijos en los del contrario. — Lo siento — se disculpa.

— Te odio — dice, mirando con furia al contrario. — E-ese fue mi primer beso — murmura, desviando la mirada.

Yeonjun sonríe ampliamente, el dolor en su mandíbula olvidado — Así que tenía razón.

— Cállate. Yeonjun, tienes que protegerme con tu vida, ¿me oyes? No quiero morir. Tu padre... el rey va a matarme.

— Okey — promete Yeonjun, apenas controlando la risa que amenaza con escapar de su boca. — Prometo que te cuidare — dice, acercándose para dejar un beso casto en los labios de Soobin.

Soobin parpadea, tomando distancia  — ¿Y eso por qué?

— Es tu segundo beso.

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Hola!

Una nueva actualización. Como mucho de mis capítulos, esto bien podría tener una segunda parte, pero no la esperen de pie: podría tardar mucho en escribirla. O no. Depende de mi mood jajaja.

Espero que les guste.

Nos leemos luego.

Yeonbin One shots (Pedidos Abiertos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora